CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS JUDAICAS | Encontrando la paz que Dios ha prometido

 


Cumplimiento de las profecías judaicas

Encontrando la paz que Dios ha prometido

por June Hunt

Todos anhelamos encontrar una vida plena y satisfactoria. Entonces, ¿por qué hay tanta gente frustrada? Algunos empiezan su búsqueda de satisfacción yendo a sus raíces o herencia. Eso es exactamente lo que todo judío debe hacer. Si usted es judío, ese debe ser su punto de partida. Hace mucho tiempo, cuando el pueblo de Israel estaba buscando dirección, su Dios dijo:

“Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados. Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo multipliqué”.

(Isaías 51:1–2)

I.  Definiciones

La tradición y herencia escrita del pueblo judío revela una asombrosa historia de supervivencia a pesar de haber pasado por acontecimientos catastróficos. Una y otra vez ese pueblo ha superado inmensas adversidades y contra todo pronóstico ha logrado sobrevivir. Así como crece el frágil retoño de una semilla hasta convertirse en un gigantesco árbol, la extraordinaria raza que desciende de su antepasado Abraham ha subsistido por cuatro mil años. De manera simbólica, sus descendientes son la “planta de olivo” que Dios plantó y continúa preservando y prosperando para cumplir sus propósitos divinos, pasados, presentes y futuros. Los judíos cuentan con una herencia sin igual, pues en verdad son el pueblo escogido por Dios.

“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.

(Génesis 12:1–3)

A. ¿Qué es el judaísmo?

El judaísmo es la religión del pueblo judío que consiste en…

     Una creencia en el Dios majestuoso que se reveló a sí mismo a Abraham, Moisés y los profetas

     Enseñanzas bíblicas basadas en las Escrituras judaicas

     Tradiciones rabínicas que hacen énfasis en las enseñanzas morales y esfuerzos humanitarios

“Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra”.

(Deuteronomio 14:2)

B. ¿Qué es el sionismo?

El sionismo es un movimiento político internacional, no una religión. Pone énfasis en el regreso del pueblo judío a su tierra para gozar de los derechos nacionales de Israel sin incluir ninguna enseñanza redentora o moral.

     En un principio, Sion fue un término que se usó para referirse a la franja occidental de la antigua Jerusalén y luego se refirió a toda la ciudad de Jerusalén.

     En ocasiones, Sion se utiliza de manera indistinta para referirse a Jerusalén.

     Los sionistas creen que sus acciones ayudarán a cumplir la siguiente profecía:

“Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país”.

(Ezequiel 36:24)

C. ¿Cuáles son los tres términos que identifican al pueblo escogido de Dios?

Aunque se encuentran esparcidos a lo largo y ancho del mundo, los judíos siguen siendo un pueblo singular y unido. Hermanados por su fe e historia común, los judíos han sido apartados por Dios… escogidos para ser su valiosa posesión.

“Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho”.

(Deuteronomio 26:18–19)

#1  Hebreos

     Los hebreos son descendientes de los semitas de la línea genealógica de Abraham, Isaac y Jacob.

     La palabra de donde se tradujo Hebreo proviene del vocablo hebreo ibri, que significa “uno de más allá” (del río). La primera referencia bíblica a “Abram el hebreo” hace alusión a que él vino de allende el río Eufrates.

“Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo”. (Génesis 14:13)

     En la actualidad, el término hebreo se usa principalmente para referirse al idioma hebreo.

#2  Israelitas

     Los israelitas son miembros de la familia o descendientes del patriarca hebreo Jacob, nieto de Abraham, cuyo nombre se cambió a “Israel” después de que luchó físicamente con el ángel del Señor hasta que recibió la bendición de Dios.

     La palabra israelita proviene del vocablo hebreo yisrael, que significa “pelear o luchar con Dios”.

“No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido”. (Génesis 32:28)

     En la actualidad la palabra israelí es un término usado en la política para referirse a los ciudadanos judíos o no judíos que habitan en el moderno estado de Israel fundado en el año 1948.

#3  Judíos

     El pueblo judío es descendiente original de Judá, bisnieto de Abraham y uno de los doce hijos de Jacob o “Israel”.

     La palabra judío proviene del vocablo hebreo Yehudhah—“Judá”, que significa “Sea Dios alabado”.

“Había en Susa residencia real un varón judío cuyo nombre era Mardoqueo”. (Ester 2:5)

     En la actualidad, la palabra judío se refiere en general a la persona cuya religión y/o cuya identidad cultural es de esa raza ya sea por ascendencia o conversión.

Una genealogía judía importante

     Adán y Eva

 

El primer hombre y primera mujer.

 

     Caín - Set - Abel

 

Set fue el hijo justo de Adán y Eva. Sus hermanos se llamaron Caín y Abel.

 

     Noé

 

El gran diluvio destruyó a todo el mundo excepto a la familia de Noé.

 

     Cam - Sem - Jafet

 

Hijos de Noé, Sem habitó en el Medio Oriente (y de él provienen los semitas); Cam se estableció en África; Jafet se dirigió hacia Europa.

 

     Abraham

 

A través de Abraham, Dios comenzó la raza hebrea.

 

     Isaac

 

Hijo de Abraham engendrado en forma milagrosa.

 

     Jacob - Esaú

 

Dios cambió en nombre de Jacob a Israel, de quien provienen los israelitas.

 

     Judá

 

Judá fue uno de los 12 hijos de Israel. Judá fundó una de las 12 tribus de Israel.

 

     Rey David

 

Descendiente de Judá a través de quien nació el Mesías.

 

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra”.

(Jeremías 23:5)

   “¿Por qué se le llama a los judíos el pueblo escogido?”

El pueblo judío se llama el escogido por su singular relación con Dios. El Señor decidió llamar a un hombre, Abraham, y a través de él dio origen a la nación escogida de Israel.

“No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres… Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones”. (Deuteronomio 7:7–9)

   “¿Qué esperaba Dios de su pueblo escogido?”

La nación judía debía obedecer la ley de Dios con todo su corazón.

“Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”. (Éxodo 19:5–6)

   “¿Sigue siendo importante para Dios la nación judía?”

¡Claro que sí! El apóstol Pablo era judío y cuando habló del pueblo de Israel dijo:

“Que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas”. (Romanos 9:4)

D. ¿Quién es un gentil?

     Un gentil es una persona no-judía.

     La palabra gentil proviene del vocablo hebreo goyim, que significa “naciones”, haciendo alusión a las naciones que no son Israel.

   “¿Desea ofrecer Dios la salvación a los gentiles así como a los judíos?”

Sí. A través del profeta Isaías vemos que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob ofrece la salvación tanto a judíos como a gentiles en todo el mundo.

“Dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra”. (Isaías 49:6)

II. Características Del Judaísmo

La emancipación del “pueblo de Dios” y el establecimiento de sus comunidades en casi todo el mundo han tenido efectos culturales y religiosos muy amplios. Poco a poco los judíos se han integrado a la vida de las sociedades modernas y donde mejor lo han hecho, ha empezado a desmoronarse el estricto muro que protegía su tradición. Así como las grandes ramas de un viejo árbol, el judaísmo se ha dividido en tres secciones principales que se originaron en el mismo tronco de la ortodoxia judía.

“Y sabrán que yo soy Jehová, cuando los esparciere entre las naciones, y los dispersare por la tierra”. (Ezequiel 12:15)

A. ¿Cuáles son las tres ramas principales del judaísmo?

#1  El judaísmo ortodoxo

     tiene reputación de ser la rama más tradicional

     se adhiere estrictamente a las leyes, tradiciones y liturgia judías

—sus adherentes guardan todo el sábado como día de reposo. En él, estudian, oran y rinden devoción a Dios, sin hacer ningún tipo de trabajo, viaje, o llevar dinero consigo

—cumplen todas las reglas dietéticas

—los hombres utilizan todo el tiempo un kepí o sombrero en señal de respeto a Dios

—los hombres y mujeres se sientan separados en las sinagogas ortodoxas

     ponen gran énfasis en las enseñanzas de la Tora y del Talmud

—La Tora comprende los primeros cinco libros de Moisés y se llama la Ley o el Pentateuco.

—El Talmud es una compilación de enseñanzas de los rabinos y eruditos acerca de cómo practicar la vida judía. Por lo general el Talmud tiene mayor importancia que la Tora.

—La Tanak contiene todas las escrituras judaicas—la ley, los profetas y los escritos. Pone mayor énfasis en la ley y menciona muy poco a los profetas.

     ponen gran un énfasis en los atributos sobrenaturales de Dios

     recitan casi todas sus oraciones en hebreo

La secta hasidic llamada Lubavitch es ultra-ortodoxa y promueve el separatismo. Hasid significa “el piadoso”. Los hombres se identifican claramente usando barbas y patillas rizadas.

#2  Judaísmo conservador

     es una rama moderada del judaísmo (está entre lo tradicional y lo liberal)

     trata de equilibrar el énfasis en la ley y vivir éticamente

—sus adherentes modificaron algunos rituales ortodoxos que se originaron después del período talmúdico

—observan las leyes alimenticias y cumplen con el sábado y sus fiestas

—puntualizan la unidad de todos los judíos; sostienen que las diferentes interpretaciones de las doctrinas religiosas no deben dividir a los judíos

—permiten que los hombres y mujeres se sienten juntos en sus sinagogas

     ponen menos énfasis en los atributos sobrenaturales de Dios

     es la rama del judaísmo de mayor crecimiento que las otras

     tiene las mayores variantes entre lo tradicional y lo no tradicional dentro de su misma rama

     parte del culto de sus sinagogas se realiza en idioma común

#3  Judaísmo reformado

     tiene la reputación de ser la rama más liberal

     se apega muy poco a la tradición y liturgia

—sus adherentes creen que cada generación tiene el derecho de aceptar, rechazar o modificar sus tradiciones

—celebran un programa anual de observancia del sábado y otras fiestas judías, pero con base en sus convicciones personales, no siempre siguen las leyes alimenticias.

—no usan sombreros o mantas de oración en la mayoría de las sinagogas

—otorgan a las mujeres un papel más importante en sus cultos

     ponen menos énfasis en las enseñanzas de la Tora

     su énfasis principal es vivir de acuerdo a la ética y la realización personal

     casi todos los cultos de la sinagoga se llevan a cabo en el idioma vernáculo común

B. ¿Existen diferencias entre el judaísmo actual y el bíblico?

Muchos judíos no se dan cuenta de que sus creencias no concuerdan o, que de hecho, contradicen a las Escrituras judías. Para ellos lo que se les ha dicho o enseñado es lo correcto. Aunque cada judío es diferente, muchos tienen creencias contemporáneas que contradicen la Tanak (Biblia judía). Si usted es judío, evalúe sus creencias para ver si contradicen o están en línea con las Escrituras Sagradas.

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”.

(Proverbios 14:12)

III.    Causas De Insatisfacción

A. No entender las promesas del pacto

Dios ha prometido un futuro positivo, con paz y satisfacción, a través de cuatro pactos relacionados entre sí. Sin embargo, muchos judíos sinceros no saben cuáles son las promesas especiales presentadas en los pactos judíos. Dios no está jugando a esconderse. Él desea que usted entienda completamente y se apropie de las bendiciones que él ha prometido.

Entienda los cuatro pactos

#1  El pacto Abrahámico: Las promesas de Dios a Abraham

     Dios escogió a Abraham y le hizo las siguientes promesas:

—Abraham y sus descendientes poseerán la tierra de Canaán.

“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré… Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido”. (Génesis 12:1, 7)

—Abraham sería el padre de una gran nación.

“Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. (Génesis 12:2–3)

—La simiente de Abraham sería de bendición para todas las naciones.

“En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra”. (Génesis 22:18)

La palabra simiente se puede traducir literalmente como “semilla”. Las escrituras hebreas que vienen después de esta promesa son el recuento de la obra de Dios a través de los descendientes de Abraham por medio de la cual él cumplió sus promesas.

#2  El pacto mosaico: Las promesas de Dios a Israel a través de Moisés y la ley (Éxodo 19–20; Libro de Deuteronomio)

     La ley proveyó a la nación de Israel todo lo prometido a Abraham.

—En la ley, Dios prometió grandes bendiciones a la nación de Israel (vea Deuteronomio 28:1–14). Las promesas de la ley son básicamente las mismas que le fueron dadas a Abraham. Por ejemplo, en ella se permitió a la nación de Israel entrar a la tierra prometida.

“Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos”. (Deuteronomio 1:8)

     La ley difiere de la promesa hecha a Abraham en un punto.

—Una de las principales diferencias entre la promesa dada a Abraham y la hecha a Moisés es que no había nada que pudiera evitar que Dios cumpliera sus promesas a Abraham, pero esa garantía no existía bajo el pacto con Moisés. El pacto mosaico (la Ley) se parece mucho a los contratos de hoy en día. Si Israel dejara de obedecer la ley, Dios castigaría a esa generación y comenzaría de nuevo con la siguiente generación de israelitas. Note lo que dice la ley acerca de quebrantar el pacto mosaico.

“Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán”.

(Deuteronomio 28:15)

     La ley presenta advertencias para Israel si desobedece. Estas son las maldiciones opuestas a las promesas hechas a Abraham.

—Israel tendría pocos descendientes.

“Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios”. (Deuteronomio 28:62)

—Israel sería expulsado de la tierra prometida.

“Así como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella”. (Deuteronomio 28:63)

#3  El pacto davídico: La promesa de Dios hecha a David

     El reinado de David duraría por siempre.

—Dios prometió a David que él siempre tendría un hijo que reinaría sobre Israel. Salomón construiría el templo y así comenzaría el cumplimiento de la promesa de Dios a David. Sin embargo, ese sólo fue el principio de la promesa. El Señor prometió a David que su reino duraría por siempre y que los reyes de la nación serían descendientes de David.

“Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente”. (2 Samuel 7:12–16)

     El hijo de David reinaría sobre todas las naciones.

—La promesa hecha a David tiene relación con las promesas entregadas a Abraham. El hijo de David reinaría sobre la tierra que Dios le prometió a Abraham (y más allá de ella), y también sobre todas las naciones.

“Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra… Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán… Será su nombre para siempre, se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado”. (Salmos 72:8, 11, 17)

     El reinado de David produciría una “rama de justicia”.

—Aun después del fracaso de los reyes davídicos y la destrucción de Jerusalén en el año 586 a.C., Dios reiteró su promesa a David.

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra”.

(Jeremías 23:5)

#4  El Nuevo pacto: La promesa de Dios a la casa de Israel

     En repetidas ocasiones Israel quebrantó su pacto con Dios. A menos que el Señor hiciera algo, Israel seguiría violando el pacto entregado por medio de Moisés y sufriría un severo castigo.

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová”. (Jeremías 31:31–32)

El nuevo pacto es la manera en que Dios cumple sus promesas hechas a Abraham. Note algunas de las promesas del nuevo pacto:

     Dios nunca rechazará a Israel.

—En contraste con la ley que incluye las maldiciones por quebrantar el pacto, el nuevo pacto afirma que Dios jamás rechazará a Israel.

“Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová”. (Jeremías 31:37)

     Dios prometió a Israel la misma tierra que ofreció a Abraham.

“Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios”. (Ezequiel 36:28)

     Dios ofrece el completo perdón de pecados y la morada del Espíritu Santo.

—El nuevo pacto va más allá de cualquier elemento incluido en la promesa a Abraham o en el pacto mosaico. El nuevo pacto provee el perdón de pecados completo y final.

“Perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. (Jeremías 31:34)

—No solamente habrá completo perdón de pecados, sino que el Espíritu de Dios morará en los creyentes y los impulsará a obedecer la palabra de Dios.

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”. (Ezequiel 36:26–27)

   “¿Qué le falta a la Tanak?”

La Tanak, la escritura judía (que contiene la ley, los profetas y los escritos) parece un libro al que le faltan los últimos capítulos. Hay muchas promesas no cumplidas que necesitan consumarse. ¿Cuál es el resto de la historia? ¿Cómo termina? Estas son algunas de las promesas que no menciona la Tanak:

     Según ella, la promesa de Dios a Abraham en cuanto a su descendiente que bendecirá a “todas las naciones” todavía no encuentra su cumplimiento.

     Tampoco se han cumplido las promesas de Dios a David respecto a un reino eterno y un rey davídico justo.

     Dios prometió un nuevo pacto, pero ese pacto todavía no se cumple en la Tanak.

B. Entender mal la enseñanza del Mesías prometido

¿Qué significa el nombre Mesías? Mesías significa “el ungido”. El ungimiento es una señal de autoridad para reinar.

“Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”.

(Daniel 9:25)

   ¿Quién es el Mesías? ¿Qué se espera de él?

La Tanak y los antiguos escritos judíos mencionan al Mesías. A continuación se presentan algunas creencias antiguas de los judíos acerca de la venida del Mesías.

     El Mesías debía provenir del linaje de David.

“Ve, Señor, y levanta para ellos a su rey, el hijo de David, para reinar sobre Israel, tu siervo, en el tiempo en que tú lo elijas, oh Dios”. (Cantares de Salomón 17:21. Nota: Cantares de Salomón es un antiguo escrito judío fechado aproximadamente en el año 50 a.C.)

     El Mesías debía ser impecable.

“Y el mismo será libre de pecado, para poder reinar a un gran pueblo, para avergonzar a los oficiales y para ganar a los pecadores por el poder de la palabra”.

(Cantares de Salomón 17:36)

     El Mesías debía ser divino.

El profeta Daniel describe a un individuo singular llamado el “Hijo del Hombre”. Este Hijo de Hombre viene con autoridad para juzgar con el poder de Dios. Él es el rey que reina sobre todas las naciones en un reino eterno. Él vive para siempre como prueba de su deidad.

“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”. (Daniel 7:13–14)

     El Mesías perdonará pecados.

Los judíos que escribieron los rollos del Mar Muerto creían en la venida del Mesías y que tendría la capacidad de perdonar pecados. Hasta que él llegara, la gente debía hacer actos de expiación.

“Esta es la declaración exacta de los estatutos en que deben andar hasta la venida del Mesías de Aarón e Israel quien perdonará sus iniquidades: Cualquiera que mienta deliberadamente en un asunto de propiedad… deberá hacer una penitencia por seis días… Cualquiera que insulte a su compañero o guarde rencor injustamente deberá hacer penitencia por un año”. (El Documento Damasco 14:19–20. Nota: El Documento Damasco es un escrito judío antiguo que se encontró entre los rollos del Mar Muerto.)

   ¿Podría Jesús de Nazaret ser el Mesías?

Jesús demostró con su vida y ministerio que él es el Mesías prometido. Él cumplió en su totalidad las promesas hechas a Abraham y David y es quien introdujo el nuevo pacto. ¿Cómo llena Jesús los requisitos para ser el Mesías?

     Jesús proviene del linaje de David.

La genealogía de Jesús quedó registrada en los evangelios de Mateo y Lucas. Jesús fue judío y descendiente de David.

“Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. (Mateo 1:1)

     Jesús no pecó.

“¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios”. (Juan 8:46–47)

     Jesús es divino, él es Dios.

Los judíos no creían que Jesús fuera sólo un buen maestro o un gran profeta. Ellos sabían sin lugar a dudas qué él se presentó a sí mismo como Dios.

“Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios”. (Juan 10:31–33)

     Jesús tiene autoridad para perdonar pecados.

“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa”. (Lucas 5:24)

     Jesús introdujo el nuevo pacto.

Jesús es el mediador del nuevo pacto. Un mediador es aquel que interviene entre dos partes. Así como Moisés lo fue en el pacto mosaico entre Dios e Israel, Jesús es el mediador del nuevo pacto entre Dios y la humanidad. No sólo es el mediador, sino que se ofreció en sacrificio por el nuevo pacto.

“Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”. (Hebreos 9:15)

—Dios comenzó el pacto a través de Moisés, quien hizo un sacrificio de sangre para marcar el inicio del pacto.

“Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová… [Moisés] tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas”. (Éxodo 24:5–8)

—La muerte de Jesús es el sacrificio del nuevo pacto, lo cual permite que todo aquel que cree en él reciba el perdón de pecados prometido en nuevo pacto.

“De igual manera, después que hubo cenado, [Jesús] tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama… A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados”.

(Lucas 22:20; Hechos 5:31)

   “¿Cómo puede un judío creer que Jesús es Dios el Hijo? Solamente existe Dios el Padre”.

En las Escrituras judías, la palabra Padre indica de manera directa una relación de familia. Observe que el segundo salmo presenta la relación afectiva entre Dios el Padre y Dios el Hijo.

“Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra… Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían”. (Salmos 2:6–12)

C. Corazones endurecidos

El pueblo judío se ha enorgullecido por su herencia, creencias y costumbres. Sin embargo, han ocurrido muchos sucesos históricos en los que los gentiles han perseguido a los judíos. Algunas personas están equivocadas al pensar que todos los gentiles son cristianos. Pero los cristianos auténticos que tienen el corazón de Cristo condenan esas atrocidades crueles y malévolas.

Bajo el símbolo de la cruz, los cruzados mataron a muchos judíos durante el período de la Edad Media. El régimen nazi asesinó a millones de judíos durante el Holocausto. Ana Frank fue una niña judía que describió los decretos antisemitas y el maltrato de que fue objeto su pueblo durante la Segunda Guerra Mundial. En su diario registró detalladamente los terribles días que vivió escondida en el “refugio secreto”, su hogar por 25 meses.

Junio 20, 1942—“Los pronunciamientos anti-judíos se sucedían unos a otros rápidamente y nuestra libertad se vio limitada con rapidez. Los judíos debían llevar una estrella amarilla, entregar sus bicicletas, quedamos excluidos de usar autos, se nos prohibió visitar a los cristianos…”

Noviembre 19, 1942—“Incontable número de amigos y conocidos han sido llevados a un terrible destino. Noche tras noche los vehículos militares verde con gris patrullan las calles. Es imposible escapar de sus garras a menos que encuentres un lugar para esconderte”.

El Señor dijo al profeta Ezequiel:

“Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quiere oír a mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón”.

(Ezequiel 3:7)

Muchos corazones judíos están endurecidos contra el cristianismo por causa de:

Persecuciones históricas como el Holocausto

Actitud anti-semita de muchas culturas

Resistencia a cambiar la fe por la ley

Dependencia de las tradiciones y liturgia judías

Consideran una traición al judaísmo aceptar el Nuevo Testamento

Orgullo e independencia nacional de los judíos

Arrogancia espiritual

Niegan al Mesías Yeshua porque las profecías de un futuro mundo de paz todavía no se cumplen

Humillación por ser considerado un gentil si acepta a Jesús como Mesías

Mal uso de las Escrituras de parte de algunos cristianos

Temen el abandono de su familia y amigos

Falta de voluntad para estudiar las Escrituras

Expresiones superficiales de preocupación de otras personas

Amenaza de su identidad como judíos

Lo siguiente fue tomado del Diario de Ana Frank:

Abril 11, 1944—“Un día, esta terrible guerra terminará. Vendrá el tiempo cuando volvamos a ser un pueblo otra vez y ¡no tan solo judíos! Nunca podremos ser sólo holandeses o ingleses, o lo que sea, siempre seremos judíos también. Y sí, queremos seguir siéndolo”.

Las palabras son correctas: un judío nunca deja de ser judío. Desde el siglo primero hasta el veintiuno, cuando un judío acepta a Yeshua (Jesús) como el Mesías, no solamente retiene su raza judía, sino que llega a ser un “judío completo” en quien se cumplen todas las promesas del nuevo pacto.

D. La raíz del problema de la incredulidad judía

Muchos judíos sinceros asumen que ya son salvos a través de sus obras, pero las Escrituras judías demuestran que la justicia está basada en la fe en Dios. La salvación siempre ha sido por medio de la fe.

     Creer significa “confiar en”, “depender de”.

     La fe en Dios requiere que dependamos de él y aceptemos que su palabra es la verdad.

“El justo por su fe vivirá”.

(Habacuc 2:4)

Creencia falsa:

“Mi seguridad proviene de mi herencia por ser parte del pueblo escogido de Dios. Recibo la justicia por obedecer las leyes de Dios”.

Creencia correcta:

La justicia no se puede lograr por guardar los mandamientos de Dios o por las obras. Mi justicia puede recibirse sólo por fe al reconocer al Mesías Yeshua como el Cordero de la expiación que derramó su sangre por mis pecados. Depositar mi fe en el Mesías cumple el plan de Dios para mi vida como judío.

“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”. (Romanos 3:20–26)

IV.    Pasos Para Encontrar La Solución

A. Versículo clave para memorizar

Mucha gente supone que la justicia (estar bien ante los ojos de Dios) proviene de obedecer la ley. Pero Abraham, el padre de la nación judía, fue justo porque creyó en las promesas de Dios.

“Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”.

(Génesis 15:6)

B. Pasaje clave para leer y meditar

Isaías capítulo 53

A través de los siglos, la sección más esclarecedora de las Escrituras judías ha sido la detallada descripción del “siervo sufriente”. Muchos judíos se han convencido de que el siervo sufriente de Isaías capítulo 53 es la descripción del Mesías prometido.

   “¿Se refiere a Jesús el siervo sufriente prometido a Israel en Isaías 53 o se refiere a alguien más?”

Los eruditos sugieren que Isaías 53 podría interpretarse de tres maneras:

#1  Muchos judíos devotos y personas no judías han creído firmemente que Isaías 53 es una profecía que sólo hallaría su cumpliría en la persona de Jesús de Nazaret, el Mesías sufriente.

#2  Algunos dicen que Isaías 53 probablemente habla de un rey judío que sufrió a favor de Israel. En ese caso, Jesús sigue siendo el cumplimiento de esa profecía porque efectuó el mismo patrón de sufrimiento—él sufrió por los pecados de la humanidad.

#3  Otros dicen que el siervo sufriente hace referencia a la nación de Israel. Aún así, como hijo de David y rey israelita, Jesús es representante de la nación. Él cumple el papel profético porque sufrió por los pecados del pueblo.

Sin importar cuál de estas tres interpretaciones se elija, Jesús cumple el papel profético del siervo sufriente que murió por el pecado de la humanidad.

El siervo sufriente de Isaías 52 y 53

Primero lea todos los versículos desde Isaías 52:13 hasta Isaías 53 en la columna izquierda. Luego regrese al principio y lea cada punto del bosquejo de Isaías junto con el paralelismo del nuevo pacto.

Bosquejo de Isaías

 

Paralelismo con el Nuevo Pacto

 

El Mesías es exaltado

 

     “He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto”. (Isaías 52:13)

 

     “Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!’ ” (Mateo 21:9)

 

El Mesías quedó desfigurado por el sufrimiento

 

     “Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres”. (Isaías 52:14)

 

     “[Pilato] habiendo azotado a Jesús… los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio… Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza”. (Mateo 27:26–27, 30)

 

El Mesías asombró a reyes y naciones

 

     “Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído”. (Isaías 52:15)

 

     “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. (Mateo 2:1–2)

 

No creerían al Mesías

 

     “¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”. (Isaías 53:1–2)

 

     “Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?” (Juan 12:37–38)

 

El Mesías sería despreciado

 

     “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos”. (Isaías 53:3)

 

     “Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios”. (Lucas 23:35)

 

El Mesías llevaría nuestras cargas

 

     “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido”. (Isaías 53:4)

 

     “Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”. (Mateo 8:17)

 

El Mesías sería herido

 

     “Mas él herido fue por nuestras rebeliones”. (Isaías 53:5)

 

     “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua”. (Juan 19:34)

 

El Mesías sería un sanador espiritual

 

     “… molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. (Isaías 53:5)

 

     “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. (1 Pedro 2:24)

 

El Mesías llevaría sobre sí los pecados de la humanidad

 

     “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”.

(Isaías 53:6)

 

     “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”. (1 Pedro 3:18)

 

El sufrimiento silencioso del Mesías

 

     “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”. (Isaías 53:7)

 

     “Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho”. (Mateo 27:14)

 

El Mesías sería arrancado

 

     “Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido”. (Isaías 53:8)

 

     “En su humillación no se le hizo justicia; mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús”. (Hechos 8:33–35)

 

El entierro del Mesías en la sepultura de un hombre rico

 

     “Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte”.

(Isaías 53:9)

 

     “Vino un hombre rico de Arimatea, llamado José… Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue”. (Mateo 27:57, 59–60)

 

El comportamiento sin pecado del Mesías

 

     “… aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca”. (Isaías 53:9)

 

     “[Jesús] el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”. (1 Pedro 2:22)

 

El Mesías sería la ofrenda por el pecado de la gente

 

     “Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado”.

(Isaías 53:10)

 

     “Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios”. (Efesios 5:2)

 

La resurrección del Mesías

 

     “… verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho”. (Isaías 53:10–11)

 

     “Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción”. (Hechos 2:31)

 

El Mesías llevaría nuestros pecados

 

     “… por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”. (Isaías 53:11)

 

     “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”. (Hebreos 9:28)

 

El Mesías fue contado con los pecadores

 

     “Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores”. (Isaías 53:12)

 

     [Jesús dijo] “Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento”. (Lucas 22:37)

 

La oración del Mesías a favor de quienes lo crucificaron

 

     “Habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores”. (Isaías 53:12)

 

     “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lucas 23:34)

 

   “Si Jesús era en realidad el Mesías, ¿por qué tuvo que morir?”

Todos los judíos saben por el libro de Levítico y Éxodo que sólo el sacrificio de sangre es el pago adecuado para cubrir la penalidad de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios. El Mesías fue el Cordero sacrificial de Dios que llevó sobre sí mismo el pecado del pueblo de Israel. Dios estableció la expiación por sangre cuando dijo:

“Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona”. (Levítico 17:11)

Los sacrificios de animales proveían una solución temporal para el pecado, pero Jesús fue el Mesías sin pecado que proveyó la expiación definitiva por todos los pecados.

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. (1 Pedro 1:18–19)

C. Ocho símbolos que señalan al Mesías

El pueblo judío actual basa sus creencias espirituales en la Torá y el Talmud (la ley y las tradiciones) más que en los profetas. Quizá usted, como muchos judíos, no sabe lo que sus propios profetas Ezequiel, Isaías y Daniel dijeron. Por tanto, tal vez se sorprenda cuando conozca mejor esas profecías.

Predicción del Antiguo Testamento

 

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

 

El linaje del Mesías desde Abraham

 

     “En tu simiente [semilla] serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”. (Génesis 22:18)

 

     “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo”. (Gálatas 3:16)

 

El linaje del Mesías desde Judá

 

     No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh…” (Génesis 49:10)

 

     “Y uno de los ancianos me dijo: No llores; He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”. (Apocalipsis 5:5)

 

El linaje del Mesías a partir de David

 

     “Hice pacto con mi escogido: Juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, y edificaré tu trono por toda las generaciones”. (Salmos 89:3–4)

 

     “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel”. (Hechos 13:22–23)

 

Lugar de nacimiento del Mesías

 

     “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. (Miqueas 5:2)

 

     “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde està el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. (Mateo 2:1–2)

 

El precursor del Mesías

 

     “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos”. (Malaquías 3:1)

 

[Dicho acerca de Juan el Bautista]

     “Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz; el cual preparará tu camino delante de ti”. (Lucas 7:27)

 

El ministerio del Mesías en Galilea

 

     “Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles”. (Isaías 9:1)

 

     “Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea… para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció”. (Mateo 4:12–16)

 

El papel del Mesías como profeta

 

[Dicho por Moisés]

     “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis”. (Deuteronomio 18:15)

 

[Dicho por el discípulo judío Pedro acerca de Jesús]

     “Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable”. (Hechos 3:22)

 

La entrada a Jerusalén del Mesías montado en un asno

 

     “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”. (Zacarías 9:9)

 

     “Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: no temas, hija de Sion; he aquí tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna”. (Juan 12:14–15)

 

   “¿Cómo pudo ser Jesús el Mesías si no cumplió las predicciones concernientes a la era mesiánica?”

     El tema aquí no es cómo percibe usted a Jesús, sino cómo ve usted la cronología en cuanto a las profecías del Mesías y la era mesiánica. Si todas las predicciones fueran cumplidas en un solo momento, entonces ciertamente Jesús no podría ser el Mesías. El Mesías dirigirá la era mesiánica, que será un tiempo de paz mundial, que todavía está en el futuro.

     Un patrón interesante que encontramos en las Escrituras hebreas revela que existen predicciones específicas con cumplimientos múltiples; cumplimientos separados por grandes lapsos de tiempo.

—Por ejemplo, el Señor prometió la tierra de Canaán a la simiente de Abraham—“A tu descendencia daré esta tierra”. (Génesis 12:7). Es muy natural pensar que su hijo Isaac iba a poseer la tierra. Sin embargo, esa profecía se cumplió totalmente durante la vida de Josué más de 440 años después.

—Un segundo ejemplo es la advertencia de Moisés al pueblo de Israel.

“Cuando hayáis… envejecido en la tierra [prometida], si os corrompiereis… pronto pereceréis totalmente de la tierra… Jehová os esparcirá entre los pueblos”. (Deuteronomio 4:25–27)

Israel se corrompió muchas veces. ¿Predijo Moisés el ataque asirio del año 722 a.C. o la cautividad babilónica del año 586 a.C.? Ambos cumplimientos son verdaderos, aunque están separados por un lapso de tiempo de 136 años. Por lo tanto, hay un precedente bíblico en que una predicción puede tener más de un solo cumplimiento en un largo período de tiempo. Así como esas profecías se cumplieron a lo largo del tiempo, el Mesías vino primero como el Siervo Sufriente y vendrá otra vez como el Rey de reyes.

D. Diez profecías acerca de la muerte del Mesías

El Mesías fue el rey ungido de Dios y murió en una cruz ¡como un peligroso criminal! ¿Cómo pudo ser esto? ¿Cómo podría ese Cristo sin reino visible o terrenal ser Aquel de quien los profetas hablaron en las Escrituras hebreas… su Salvador esperado y prometido… el Príncipe de Paz para todo el mundo? El escritor y apóstol Juan hizo mención de Isaías, que había predicho que muchos corazones israelitas se endurecerían y sus ojos estarían cegados ante la verdad del Mesías prometido de Dios. Con todo, muchos sí creyeron.

“Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?”

(Juan 12:37–38)

Predicción del Antiguo Testamento

 

Cumplimiento del Nuevo Testamento

 

Se burlaron e insultaron al Mesías

 

     “Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía”. (Salmos 22:7–8)

 

     “Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios”. (Lucas 23:35)

 

El Mesías fue vendido por plata

 

     “Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata”. (Zacarías 11:12)

 

     “Y [Judas] les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata”. (Mateo 26:15)

 

El Mesías fue traicionado por un amigo

 

     “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar”. (Salmos 41:9)

 

     “Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar… Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho”. (Mateo 26:21, 25)

 

Ofrecieron al Mesías vinagre y hiel

 

     “Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre”. (Salmos 69:21)

 

     “Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo”. (Mateo 27:34)

 

El Mesías oró por sus perseguidores

 

     “Habiendo él… orado por los transgresores”. (Isaías 53:12)

 

     “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lucas 23:34)

 

El Mesías encomendó su espíritu a Dios

 

     “En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad”. (Salmos 31:5)

 

     “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró”. (Lucas 23:46)

 

Las vestiduras del Mesías se repartieron por suertes

 

     “Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”. (Salmos 22:18)

 

     “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”. (Mateo 27:35)

 

Los huesos del Mesías no fueron quebrados

 

     “El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”. (Salmos 34:20)

 

     “Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas”. (Juan 19:33)

 

Traspasaron el cuerpo del Mesías

 

     “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”. (Zacarías 12:10)

 

     “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua”. (Juan 19:34)

 

El cuerpo resucitado del Mesías no vio corrupción

 

     “Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción”. (Salmos 16:10)

 

     “Viéndolo antes[David], habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción”. (Hechos 2:31)

 

   “Jesús conocía las Escrituras hebreas. ¿No podría simplemente haber conformado sus palabras y hechos para cumplir las profecías mesiánicas?”

Aun eliminando las palabras y acciones de Jesús las cuales en teoría él podía controlar, existen muchas profecías que se cumplieron en él y que él no podía haber controlado. Por ejemplo, siendo hombre, Jesús no pudo haber planeado nacer en Belén (Miqueas 5:2), haber sido traicionado por 30 piezas de plata (Zacarías 11:12) o ser enterrado en la tumba de un hombre rico (Isaías 53:9).

E. ¿Busca usted paz y satisfacción

Siete preguntas clave que debe responder

#1  ¿Cuál fue el propósito especial de Dios para escogerlo a usted?

     El Dios de Abraham, Isaac y Jacob lo creó con el propósito de tener una relación personal con usted y lo ha comisionado

—a hablar del único Dios verdadero

“…mi pueblo, mi escogido. Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará”. (Isaías 43:20–21)

—a ser luz a las naciones

“Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones”. (Isaías 42:6)

—a llevar la salvación de Dios al mundo

“Dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra”.

(Isaías 49:6)

     Por su lado, Dios promete…

—dirigirlo

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5–6)

—satisfacerlo

“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”. (Salmos 16:11)

#2  ¿Qué impide que usted cumpla el propósito de Dios?

     A través de la historia se ha formado un gran abismo que separa a Israel de Dios. En todas las ocasiones ese abismo ha impedido al pueblo judío cumplir el propósito de Dios y el resultado ha sido el castigo divino en lugar de su bendición. El mismo abismo se encuentra entre Dios y la gente el día de hoy. Ese vacío…

—nos separa de Dios

“Pero vuestras iniquidades (pecados) han hecho división entre vosotros y vuestro Dios”. (Isaías 59:2)

—provoca muerte espiritual

“El alma que pecare, esa morirá”. (Ezequiel 18:4)

“Sino que cada cual morirá por su propia maldad”. (Jeremías 31:30)

—todo mundo ha experimenta esa separación

“No hay hombre que no peque”. (1 Reyes 8:46)

“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque”. (Eclesiastés 7:20)

#3  ¿De qué manera trata Dios con aquello que lo separa a usted de él?

     El Dios de sus antepasados instituyó un medio por el cual el pecado personal y nacional podría quitarse para eliminar la separación de Dios.

—Su fe (confiar en Dios y en sus promesas) resulta en verdadera justificación (estar bien delante de Dios).

“Y creyó [Abraham]a Jehová, y le fue contado por justicia”. (Génesis 15:6)

—Su pecado es eliminado (suprimido) por tener fe en el sacrificio por sangre.

“Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona”. (Levítico 17:11)

—Sus obras de justicia (buenas obras) no son suficientes delante de Dios.

“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia”. (Isaías 64:6)

—El fin de su auto-justificación es la muerte.

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. (Proverbios 14:12)

#4  ¿Sabe usted que Dios proveyó la expiación por sangre para usted?

     El sistema sacrificial instituido por Dios a través de Moisés proveyó una solución temporal para cubrir el pecado del pueblo. Pero el sacrificio de sangre del Mesías erradicó personalmente todos sus pecados.

—Dios proveyó el sacrificio perfecto por sus pecados.

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. (Isaías 53:5)

—Dios prometió que el Mesías sería el sacrificio perfecto para todo el mundo.

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. (Isaías 53:6)

—Dios pide que usted ponga su fe en lo que dijeron los profetas.

“Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados”. (2 Crónicas 20:20)

—Dios dio la profecía para que usted pudiera identificar quién era el Mesías. Lea Salmos 2.

a.   El Mesías vendría del linaje de David

 

Jeremías 23:5–6

 

b.   El Mesías nacería en Belén

 

Miqueas 5:2

 

c.   El Mesías traería honra a Galilea

 

Isaías 9:1, 6

 

d.   El Mesías sería rechazado por su propio pueblo

 

Isaías 53:3

 

e.   El Mesías moriría por el pecado de todo el mundo

 

Isaías 53:6

 

f.    Se echarían suertes por la vestidura del Mesías

 

Salmos 22:18

 

g.   El Mesías llegaría antes de la destrucción del segundo templo (año 70 d.C.)

 

Daniel 9:26

 

h.   El Mesías resucitaría de los muertos

 

Salmos 16:10

 

#5  ¿Conoce a alguien que haya cumplido todas estas profecías?

     Los profetas judíos hablaron del Mesías describiéndolo como un rey soberano que gobernaría un reino eterno y como el Siervo sufriente que salvaría a su pueblo de sus pecados. Su venida como Rey todavía está en el futuro, pero su aparición como siervo ya sucedió.

—La historia ha revelado que solamente Jesús (Yeshua) de Nazaret cumplió éstas y muchas otras profecías.

—De acuerdo con la ciencia de las probabilidades, si un solo hombre cumpliera esas ocho profecías, las probabilidades serían de 1 a 1017 cuando menos. Eso significa 1 en 100,000,000,000,000,000 de posibilidades.

—En el tiempo que Jesús estuvo en la Tierra, muchos judíos reconocieron a Yeshua (Jesús) como el Mesías.

a.   Andrés

“Hemos hallado al Mesías”. (Juan 1:41).

b.   Felipe

“Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret”. (Juan 1:45).

c.   Simón Pedro

“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. (Mateo 16:16).

—A través de los siglos, muchos judíos y gentiles han leído esas profecías y creen en que el Mesías Yeshua fue el ungido que vino a salvarlos de sus pecados.

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”. (Isaías 7:14)

“Un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros”. (Mateo 1:20–23)

   “¿Cómo puede un judío inteligente creer en el nacimiento virginal?

El nacimiento virginal no es el orden natural que sigue la concepción. Un nacimiento así tendría que ser sobrenatural. Eso no debería suponer ningún problema para el judío devoto, puesto que el Dios de Abraham hizo una concepción sobrenatural mucho tiempo antes, cuando Sara era estéril y demasiado avanzada en años. Pero a través del poder sobrenatural de Dios y de acuerdo con su perfecta voluntad, Sara y Abraham tuvieron a Isaac, su hijo prometido. Sin duda, ese fue un nacimiento milagroso.

“Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres”. (Génesis 18:11)

#6  ¿Sabe usted que Dios le da libertad para elegir?

     Usted puede elegir tener una relación personal con el Dios de Abraham, Isaac y Jacob a través del Mesías Yeshua.

     Usted puede decidir recibir el perdón total de sus pecados a través del sacrificio de sangre del Mesías Yeshua, quien murió en su lugar.

     Usted puede escoger completar su judaísmo. Al aceptar a Yeshua como su Mesías no está negando su raza judía, sino que llegará a ser un judío completo.

     Usted puede decidir pedir al Mesías Yeshua que entre en su vida para salvarlo y satisfacerlo.

#7  ¿Sabía que lo único que lo separa de cumplir el propósito de Dios para usted está a una oración de distancia?

     Ore, admitiendo que ha pecado contra Dios y que realmente está arrepentido.

     Ore, pidiendo al Mesías Yeshua que lo limpie con su sangre expiatoria.

     Ore, pidiendo al Mesías Yeshua que entre en su vida para ser su fortaleza y la fuente de toda satisfacción.

Si usted cree que Dios le está hablando para que entable una relación genuina con él a través del Mesías Yeshua, usted puede hacer esta oración ahora mismo.

Querido Dios,

Sé que me he desviado de tu verdad muchas veces—He pecado contra ti. Necesito que me perdones de mis pecados. Ahora entiendo que el Mesías Yeshua es el Ungido de las Sagradas Escrituras que murió para expiar mis pecados derramando su sangre a mi favor. Gracias Jesús por haber derramado tu sangre en la cruz por mis pecados. Tú moriste en mi lugar. Te recibo como mi Mesías. Por favor, ven a mi corazón y límpiame de mi pecado. Gracias por perdonarme y gracias por darme una vida plena.

En tu nombre.¡Amén!

   “El judaísmo presenta la salvación como resultado de hacer buenas obras de acuerdo con la Ley. ¿Por qué el cristianismo difiere de éste diciendo que no es necesario hacer buenas obras y pide solamente la fe en Jesús?”

Este es un malentendido común entre lo que es el judaísmo y el cristianismo.

     Primero, Abraham no fue salvo por “guardar la Ley”, puesto que ésta fue dada por medio de Moisés 400 años después.

     Segundo, Abraham es el fundador del judaísmo y fue salvo por su fe, no por sus obras.

“Y creyó [Abraham] a Jehová, y le fue contado por justicia”. (Génesis 15:6)

     Además, la fe y las buenas obras no se oponen entre sí. Cuando una persona se convierte en creyente genuino en Jesús como el Mesías, su fe producirá buenas obras. Si existe la raíz de la fe, habrá el fruto de la misma. El nuevo pacto lo explica así:

“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. (Santiago 2:17)

¿Sabía usted que…

     los primeros cristianos fueron judíos?

     los discípulos eran judíos?

     Jesús fue judío?

¡Sí! Las declaraciones anteriores encuentran su base y apoyo en las Escrituras. Cualquiera y todos los prejuicios en contra del pueblo judío son anti-bíblicos. De hecho, el apóstol Pablo, cuyo linaje era de la tribu de Benjamín escribió categóricamente,

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.

(Romanos 1:16)

F.  Ame a los judíos

     Tienen un gran celo por Dios.

“Porque yo [Pablo] les doy testimonio de que tienen celo de Dios [el pueblo judío], pero no conforme a ciencia”. (Romanos 10:2)

     La herencia judía es su herencia espiritual.

“Que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”. (Romanos 9:4–5)

     Su derecho a poseer la tierra de Israel fue prometida en las Escrituras.

“Entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres”. (Deuteronomio 30:3–5)

     Fue profetizado que rechazarían a Cristo el Mesías.

“Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?” (Romanos 10:16)

     Dios tiene un amor eterno por el pueblo judío.

“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. (Jeremías 31:3)

     Dios volverá sus corazones hacia Cristo.

“Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre”. (Isaías 59:20–21)

     Dios bendecirá a quienes bendicen al pueblo judío.

“Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. (Génesis 12:3)

   “¿Por qué algunas personas sienten una gran necesidad de hablar a los judíos acerca de Jesús?”

Si alguien tiene un salvavidas y ve a alguien ahogarse y no le ayuda, es una persona egoísta. Es una crueldad si alguien tiene la cura para el cáncer y no la comparte. Negarse a compartir con los judíos las buenas nuevas de que Jesús es su Yeshua Mesías personal, su Salvador prometido, denota falta de interés. Los creyentes quieren que sus amigos judíos estudien las Escrituras judías para que descubran a Aquel que los puede librar de la culpabilidad de sus pecados al recibirle como su Salvador y Señor. El apóstol Pablo era de la tribu de Benjamín y describió su propio anhelo.

“Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación”. (Romanos 10:1)

G. Cómo compartir de Jesús con un amigo judío

Al hablar del Mesías con el pueblo judío, muestre familiaridad y entendimiento de las Escrituras judías y cómo se cumplen sus profecías en el Nuevo Testamento. Eso puede abrirle la puerta hacia los que poseen una herencia judía y le pueden invitar a tener más pláticas con ellos.

“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”.

(1 Pedro 3:15–16)

     Ore para que el corazón de su amigo esté abierto al Mesías Yeshua.

“No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto”. (Hebreos 3:8)

     Cuide sus palabras para que sean sensibles, pero reconozca que el evangelio de Dios será ofensa para algunos. (No todas las ofensas se pueden evitar.)

“El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” (Proverbios 15:23)

     Prepárese para hablar o preguntar acerca de la situación actual del Medio Oriente.

“El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios”. (Proverbios 16:23)

     Mencione las Escrituras judías. Su amigo se sorprenderá de la naturaleza mesiánica del Antiguo Testamento. Éste dice mucho acerca de Jesús. El Nuevo habla mucho acerca del judaísmo.

“La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia”. (Salmos 119:160)

     Planifique compartir las profecías cumplidas del Mesías. (Lea Isaías 53.)

     Propóngale leer el evangelio de Mateo para ver cómo el escritor utiliza pasajes del Antiguo Testamento para demostrar que Jesús es el Mesías profetizado. De las cuatro biografías acerca de Jesús, Mateo está escrito desde la perspectiva judaica. Además, el evangelio de Juan incluye discusiones con los líderes religiosos judíos en los capítulos 9 y 10.

     Plantee pensamientos que provoquen preguntas.

—“¿Alguna vez has recibido una respuesta a tu oración?”

—“¿Te has salvado de un accidente? [Si así es…] “¿Piensas que fue una coincidencia?”

—“¿Qué es lo que más quieres en la vida?”

—“¿Tienes en tu vida satisfacción o frustración?”

—“¿Puedo contarte acerca de la paz y la satisfacción que recibí cuando conocí al Dios de Israel?”

“El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber”. (Proverbios 16:21)

     Presente al Mesías Yeshua como el único camino para encontrar una vida plena.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)

H. Hable con palabras claras

“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina”.

(Proverbios 12:18)

No diga

 

Diga

 

     Cristo (griego, “el Ungido”)

 

Mesías (hebreo, “el Ungido”)

 

     Cristiano

 

Creyente o creyente mesiánico

 

     Iglesia

 

Congregación, asamblea, comunión, una reunión de creyentes en la Biblia

 

     Judío convertido

 

Judío completo o satisfecho

 

     Cruz, la

 

Árbol, el

 

     Evangelio de salvación

 

Plan de expiación

 

     Espíritu Santo

 

Espíritu de Dios

 

     Jesús (griego, “salvación”)

 

Yeshua (hebreo, “salvación”)

 

     Judío

 

Persona judía

 

     Judíos cristianos

 

Judíos mesiánicos

 

     Sinagoga mesiánica

 

Congregación mesiánica

 

     Misionero

 

Alcance

 

     Nuevo Testamento

 

Nuevo pacto

 

     Antiguo Testamento o “mi Reina Valera”

 

Tanak, escrituras judías o escrituras hebreas

 

     Relación con Cristo

 

Relación con el Dios de Abraham, Isaac y Jacob

 

     Religión

 

Relación

 

     Testimonio

 

Historia

 

I.    Las siete fiestas anuales de Israel

Rituales y promesas

El ciclo de Levítico 23

 

 


 

 

Pascua

pesach

 

Panes sin levadura

matzoth

 

Primicias

bikkurim

 

Pentecostés (o de las semanas) shabaoth

 

Cita bíblica

 

Levítico 23:5

Éxodo 12

 

Levítico 23:6–8

Números 28:17–25

 

Levítico 23:9–14

 

Levítico 23:15–22

Números 28:26–31

Deuteronomio 16:9–12

 

Duración

 

Un día

 

Siete días

 

Un día

 

Un día

 

Época del año

 

Día 14 del primer mes, Nisan (Marzo/Abril)

 

Días 15 al 21 del primer mes, Nisan (Marzo/Abril)

 

El domingo después de la pascua en el primer mes, Nisan (Marzo/Abril)

 

Día 50 después de las primicias de la cosecha de cebada, en el mes tercero, Sivan (Mayo/Junio)

 

Ofrenda principal

 

Cordero sin mancha ni defecto

 

Quitar toda la levadura de la casa

 

Ofrenda mecida del grano de la primera cosecha

 

Ofrenda mecida de dos panes sin levadura

 

Recordatorio del pasado

 

Liberación de los judíos de la esclavitud egipcia (Éxodo 12:27)

 

Quitar la levadura de los hogares judíos les recuerda su huida de Egipto (Éxodo 12:39)

 

La dedicación de la primera cosecha de cebada les recuerda cómo Dios los llevó a una tierra prometida fértil

 

La dedicación de las primicias de la cosecha de trigo después del éxodo

 

Anticipación del futuro

 

La sangre de Jesús (el Cordero de Dios), liberando a todos los creyentes de la esclavitud del pecado (Juan 1:29; 1 Corintios 5:7)

 

La vida limpia de los creyentes en Jesús y la necesidad de ser santos (1 Corintios 5:7–8)

 

La resurrección de Jesús como el primero de muchos que serán levantados de los muertos

(1 Corintios 15:20–23)

 

Inicialmente, la llegada del Espíritu Santo en los creyentes de la iglesia. Ahora, la morada del Espíritu en todo creyente, que escribe la ley de Dios en el corazón. (Hechos 2; Hebreos 10:15–16)

 

Tipos/Señales

 

Cordero pascual = el Cordero de Dios

Egipto = el mundo

Israel = pecadores

Faraón = Satanás

Moisés = Cristo

 

Levadura = pecado

Pan sin levadura = el Cristo sin pecado, la iglesia verdadera

Nada de levadura = dedicación de la vida a Dios

 

Primicias = resurrección corporal de Cristo, y la garantía de la resurrección corporal de todos los creyentes

 

50 días = el tiempo entre la crucifixión y la venida del Espíritu Santo sobre su iglesia

Panes = la iglesia

2 panes juntos = judíos y gentiles en uno

Levadura = el pecado dentro de la iglesia

 

Retrato de Cristo

 

Crucifixión de Cristo

 

Comunión con Cristo

 

Resurrección de Cristo

 

Venida del Espíritu de Cristo

 

 

 

Trompetas

rosh hashanah

 

Día de la expiación

yom kippur

 

Tabernáculos (Tiendas)

suckoth

 

Cita bíblica

 

Levítico 23:23–25

Números 29:1–6

 

Levítico 23:26–32

Números 29:7–11;

 

Levítico 23:33–43

Números.29:12–40;

 

Duración

 

Un día

 

Un día

 

Siete días

 

Época del año

 

1er día del mes séptimo, Tishri (Sept./Oct.)

 

Día 10 del mes séptimo, Tishri (Sept./Oct.)

 

Entre el 15 y 21 del mes séptimo, Tishri, (Sept./Oct.)

 

Ofrenda principal

 

Se tocan las trompetas en preparación del día de expiación

 

Toros y corderos

 

Ofrenda de cosecha

 

Recordatorio del pasado

 

La trompeta (shofar) que anuncia el período de los días santos del mes séptimo, le recuerda al pueblo su pacto y relación con Dios y un llamamiento a un profundo arrepentimiento

 

Los sacrificios anuales y el sumo sacerdote realiza la expiación temporal para el perdón de pecados…

 

La provisión y protección de Dios durante las peregrinaciones de Israel en el desierto

 

Anticipación del futuro

 

El sonido de la trompeta que anuncia el regreso de Jesús a recoger a todos los creyentes en él. (Mateo 24:31; 1 Corintios 15:52)

 

La expiación realizada por Jesús una vez y para siempre por los pecados del mundo al derramar su sangre por nosotros. (Hebreos 9–10)

 

La provisión de Dios de paz y prosperidad durante el reino milenial. (Zacarías 14:16)

 

Tipos/Señales

 

No se identifica ninguno

 

Sacrificios de sangre = el sacrificio de sangre de Cristo en la cruz para el perdón de los pecados

 

Tienda = el cuerpo humano mortal que espera un cuerpo glorificado. (2 Corintios 5:1–4)

 

Retrato de Cristo

 

Rapto y segunda venida de Cristo

 

Crucifixión de Cristo

 

Reinado milenial de Cristo

 

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