por June Hunt
Había una vez un sapo que vivía en un
bosque encantado, pero él se sentía miserable porque su destino era permanecer
en el estanque lodoso. Finalmente, un día logró que una bella princesa se
acercara y lo besara. En un abrir y cerrar de ojos, el infeliz sapo se
convirtió en un apuesto príncipe. Después, se casaron y vivieron felices para
siempre.
Los niños piensan que el matrimonio es
como un cuento de hadas. Sin embargo, si usted lleva un noviazgo serio o está
considerando casarse, es tiempo de hacer una distinción entre la fantasía y la
realidad. Si usted piensa que el matrimonio suplirá todas sus necesidades o
transformará a su cónyuge en un príncipe o princesa, ¡está viviendo una
fantasía! La palabra de Dios nos exhorta a ser sabios respecto a las
expectativas que tenemos del matrimonio y sabios en cuanto a quién le entregamos
nuestro corazón.
“Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”. (Proverbios 4:23)
I. Definiciones
¡Quejas, quejas, quejas! ¡Cuántas parejas escogen
a sus compañeros demasiado pronto y luego viven el resto de su vida
lamentándose! Si desea edificar un fundamento firme para su matrimonio, aprenda
lo más que pueda acerca de sí mismo, de su futuro cónyuge y del propósito de
Dios para el matrimonio… pero ¡hágalo antes de casarse!
“¿Has
visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él”.
(Proverbios
29:20)
A. ¿Qué es la consejería prematrimonial?
La consejería prematrimonial es la orientación y
guía práctica que se da a una pareja que se está preparando para el matrimonio.
• Los pastores y consejeros proveen guía
emocional, financiera y espiritual para preparar a una pareja para el
matrimonio.
• Los médicos practican exámenes físicos y
pruebas de laboratorio. También dan consejos e información acerca de asuntos
genéticos, la relación sexual, el embarazo, y las opciones de control de
natalidad.
• Los asesores de boda principalmente
orientan en lo que se refiere a la ceremonia y recepción de boda.
“Los
pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de
consejeros se afirman”.
(Proverbios
15:22)
Pregunta: “En vez de organizar una ceremonia
nupcial, ¿porqué no mejor me voy con mi novio?
Respuesta: Sin duda, esto nos
ahorraría mucho dinero y esfuerzo”.
Una ceremonia de boda, por definición, es un
evento sagrado que se lleva a cabo en presencia de aquéllos que nos aman y se
preocupan por nosotros. Cuando la pareja repite los votos matrimoniales, se
compromete delante de las personas para que la apoyen para guardar ese pacto
que se realiza ¡para toda la vida! La ceremonia no tiene que ser grande,
complicada o cara.
“Ven,
pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos”.
(Génesis 31:44)
La consejería prematrimonial es enseñar a una
pareja a desarrollar una comunicación abierta y honesta en preparación para el
matrimonio.
• Comunicación es compartir y comprenderse
mutuamente, tanto verbal como no verbalmente.
• Comunicación es escuchar y responder
respetuosamente.
• La comunicación es la disposición de ser
honesto y vulnerable.
“La
lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es quebrantamiento
de espíritu”.
(Proverbios
15:4)
Pregunta: “¿Cómo puedo estar 100 por ciento segura
de que la persona con quien me casaré cumplirá su compromiso conmigo?”
Respuesta: Usted no puede
estar 100 por ciento seguro acerca del compromiso de otra persona, pero sí
puede comprometerse al 100 por ciento a su matrimonio y permanecer 100 por
ciento comprometido con su cónyuge. El deseo divino de acuerdo a su palabra
revelada es:
“…siendo
ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él
abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para
Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la
mujer [esposo] de vuestra juventud”. (Malaquías
2:14–15)
B. Preparación para el matrimonio
Una pareja necesita comprenderse el uno al otro
así como las expectativas y deseos que cada uno tiene del otro. La
preparación para el matrimonio es un ejercicio excelente para abrir la
puerta a una comunicación significativa. Ambos deben completar cada una de las
siguientes oraciones por escrito y luego platicar acerca de cada punto.
• Mi definición personal de amor es…
• Mi razón para casarme es…
• Mi forma de manejar el conflicto es…
• Mi forma de manejar la ira es…
• Mi preferencia para pasar el tiempo es…
• Mi concepto del rol y responsabilidades del
esposo es…
• Mi concepto del rol y responsabilidades de
la esposa es…
• Mis opiniones acerca del sexo en el
matrimonio son…
• Mis compromisos con mi familia extendida
son…
• Mis compromisos con mi futura familia
política son…
• Mi expectativa en cuanto a pasar tiempo con
los amigos (después de casados) es…
• Mi posición en cuanto al consumo del
alcohol es…
• Mi experiencia con las drogas ilegales es…
• Mis prioridades en cuanto a gastar el
dinero son…
• Mis prioridades en cuanto a ahorrar son…
• Mi experiencia con las deudas y el pago de
ellas es…
• Mis metas para el matrimonio son…
• Mis deseos en cuanto a tener hijos son…
• Mi compromiso en cuanto a involucrarme
activamente en una iglesia es…
• Mis metas y deseos espirituales son…
“Mejor
es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la
plata”.
(Proverbios
16:16)
C. ¿Qué es un matrimonio cristiano?
Un matrimonio cristiano es un pacto que se lleva a cabo
entre un hombre y una mujer, ambos comprometidos con Jesucristo. En este pacto,
unen sus vidas legalmente, física y espiritualmente como marido y mujer.
• Un pacto es un voto, un juramento, una
promesa.
“Cuando
alguno hiciere voto a Jehová, o
hiciere juramento ligando su alma con obligación,
no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca”. (Números 30:2)
• Un pacto es un acuerdo formal y solemne
que une a una pareja.
“Dijo
de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones” (Génesis 17:9)
• Un pacto que si se quebranta no agrada
al Señor.
“Y
esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de
clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra
mano. Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de
tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto”. (Malaquías 2:13–14)
Pregunta: “¿Existe un problema si decido casarme
con un no creyente a quien amo? Yo creo que nuestro amor vencerá cualquier
problema que enfrentemos”.
Respuesta: Es posible que su
prometido tenga muchas cualidades positivas, pero usted debe ser realista en
cuanto a las consecuencias que vendrán a largo plazo después de casarse con un
no creyente. Después de unirse en matrimonio…
• Si él va a la perdición, ¿hacia dónde la
lleva a usted?
• Si él va hacia la muerte, ¿hacia dónde la
lleva a usted?
• Si él va hacia la destrucción, ¿hacia dónde
la lleva a usted?
La Biblia dice: “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos”.
“No
os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la
justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué
concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? … Por
lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo
inmundo; y yo os recibiré”. (2 Corintios 6:14–15,
17)
D. ¿Cuáles son los requisitos bíblicos para el
matrimonio?
Dios diseñó el matrimonio para que fuera una
relación comprometida y seria entre un hombre y una mujer, una relación sagrada
y santificada de amor mutuo que permanezca para toda la vida, según estos
requisitos:
• Buscar exclusivamente una persona
del sexo opuesto para casarse.
“Y
dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea
para él… Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la
trajo al hombre”. (Génesis 2:18, 22)
• Abandonar la dependencia de los
padres.
“Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre…” (Génesis
2:24)
• Unirse con la persona legalmente.
“…
y se unirá a su mujer…” (Génesis 2:24)
• Vivir juntos y llegar a ser uno en
el aspecto sexual.
“…
y serán una sola carne”. (Génesis 2:24)
• Amar al cónyuge durante toda la
vida.
“Por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”. (Marcos
10:9)
Pregunta: “No tengo dinero para casarme con mi
prometido. ¿Está bien si vivimos juntos sin casarnos?”
Respuesta: No. Dios estableció
en su palabra el orden correcto en cuanto a la unión de una pareja para
disfrutar de la relación sexual. En el segundo capítulo de la Biblia, Dios dice
que un hombre debe dejar a sus padres, entrar en una relación matrimonial y
luego disfrutar de la unión sexual. Si se invierte el orden, los resultados
serán negativos. Antes de entablar una relación matrimonial necesita tener
sabiduría y disciplina acerca del manejo del dinero y de sus ingresos y gastos.
Dios sabe cuál es nuestra situación económica y también sabe cómo suplir
nuestras necesidades. Solamente Dios puede ser la fuente de sabiduría y provisión
para usted.
“Mi
Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
E. ¿Qué es el amor?
Si somos realistas, cada matrimonio atraviesa por
temporadas de sequía en las que se desvanecen el afecto y el romance. Pero
gracias a Dios, existe el amor ágape, la clase de amor que sostiene
la relación durante esos tiempos y la lleva a niveles cada vez más profundos.
“El
amor nunca deja de ser”.
(1
Corintios 13:8)
• Cuatro clases de amor (que se encuentran en
el idioma griego)
—Storge
Afinidad natural por el otro… afecto
—Eros
Pasión emocional por el otro… romance
—Phileo
Caerse bien y disfrutar del otro… amistad
—Ágape
Buscar el mayor bien del otro… altruismo
• ¿Qué características tiene del amor ágape?
—Renunciar a nuestros derechos.
“En
esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también
nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”. (1 Juan 3:16)
—Concentrarse en dar y no en recibir.
“Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)
—Perdonar las ofensas personales.
“[El
amor] no guarda rencor”. (1 Corintios 13:5)
¡Si tu pareja te
ha dejado de gustar, y la pasión se ha terminado, el AMOR ÁGAPE es lo que hace
perdurar al
matrimonio!
Pregunta: “Consentí casarme con alguien a quien no
quiero. He orado que si Dios no quiere que me case, que intervenga. ¿No va a
impedir Dios este matrimonio si él no está de acuerdo?”
Respuesta: No. Dios no le
impide ejercer su libre albedrío cuando usted ya sabe que esa decisión va en
contra de su voluntad. Dios comunica su voluntad a través de su paz o de la
ausencia de ella. Si Dios no le ha dado paz en esta situación, depende de usted
obedecer o no cancelando ese matrimonio. No debe casarse con nadie a menos que
en su corazón halle completa paz.
“Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses
4:7)
II. Razones comunes para considerar el matrimonio
Desde el principio, cuando Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18), los hombres y las mujeres se han
dedicado a buscar a la persona idónea para compartir su vida. Es por eso que si
una persona soltera busca a cualquier pareja, podrá ocasionarse
muchos problemas ¡desde el inicio del matrimonio!
A. ¿Cuáles son algunas razones equivocadas para
casarse?
• “Quiero casarme porque todos mis amigos se
están casando”.
• “Quiero casarme porque en este mundo todo
gira alrededor de las parejas”.
• “Quiero casarme o me sentiré fracasado(a)”.
• “Quiero cumplir mis sueños románticos”.
• “Quiero escapar de mi situación actual”.
• “Quiero vengarme de alguien que me
rechazó”.
• “Quiero tener una vida familiar mejor que
la que tuve de niño”.
• “Quiero probarle al mundo que soy estable y
que puedo comprometerme”.
• “Quiero probarle al mundo que no soy
homosexual”.
• “Quiero tener la familia ideal”.
• “Quiero complacer a mi familia”.
• “Quiero complacer a mis amigos”.
• “Quiero complacer a la persona con la que
estoy saliendo”.
• “Quiero complacer a Dios quien dijo: “No es
bueno que el hombre esté solo”.
• “Quiero tener relaciones sexuales cuando yo
quiera”.
• “Quiero tener hijos”.
• “Quiero otro padre (madre) para mi(s)
hijo(s)”.
• “Quiero tener a alguien para no estar
solo”.
• “Quiero alguien que me beneficie en mi
carrera/ministerio”.
• “Quiero que alguien me necesite”.
• “Quiero que alguien me haga feliz”.
• “Quiero que alguien me mantenga
económicamente”.
• “Quiero que alguien cuide de mí en lo
emocional”.
• “Quiero alguien para envejecer con
él/ella”.
“Todo
camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los
corazones”.
(Proverbios
21:2)
Pregunta: “He estado saliendo con un hombre con el
que estoy considerando casarme. Sin embargo, no estoy segura si debo continuar
mi relación con él; tiene hábitos negativos, incluyendo la ira que lleva al
extremo de caer en el abuso y no parece tener intenciones de querer cambiar su
conducta. Es muy posesivo y dice que yo soy la razón de su frustración. Lo amo
mucho, pero ¿debo continuar con esta relación?”
Respuesta: Necesita ser franca
con él acerca de sus preocupaciones y preguntarle si estaría de acuerdo en
recibir consejería para que abandone sus hábitos negativos. Usted debe empezar
a poner límites personales acerca de su conducta, especialmente con el abuso
verbal. Considerar casarse en este momento es poco sabio. Él está demasiado
ocupado culpándola por su conducta inapropiada.
“El
de grande ira llevará la pena; y si usa de violencias, añadirá nuevos males”. (Proverbios 19:19)
Pregunta: Sé que he cometido un grave error,
¡estoy embarazada, pero no casada! ¿Debería casarme por causa del bebé?
Respuesta: Si está
considerando casarse con el padre del bebé, o con alguien más, su embarazo no
debe ser la razón principal para hacerlo. Necesita tener metas, valores y
compromisos similares a su pareja. La Biblia dice:
“¿Andarán
dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3)
Hágase las siguientes preguntas:
• ¿Podría este matrimonio apresurado durar a
largo plazo?
• ¿Estoy apta para considerar el matrimonio?
• ¿Mi esposo amará a mi hijo y será un buen
ejemplo para él?
• ¿Puede él mantenernos a mi bebé y a mí?
• ¿Le gustan y quiere a los niños?
• ¿Es alguien con quien yo quisiera vivir el
resto de mi vida?
• ¿Siento que el Señor me dirige a casarme
con él?
• ¿Tenemos los mismos valores espirituales?
Si usted está considerando casarse, primero
asista a una consejería prematrimonial. (Y esté consciente de que el 75 por
ciento de los matrimonios entre adolescentes terminan en divorcio). Para
considerar el matrimonio, ambos necesitan tener el mismo fundamento espiritual
o su matrimonio va a fracasar.
“No
os unáis en yugo desigual con los incrédulos… qué comunión tiene la luz con las
tinieblas? … ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?” (2 Corintios 6:14–15)
B. ¿Cuál es la razón correcta para casarse?
Permitir que
nos guíe el espíritu de dios
La decisión más importante que una persona toma
después de aceptar al Señor Jesús como su Señor y Salvador, es la de encontrar
un compañero matrimonial para toda la vida. Y puesto que sólo Dios conoce el
futuro, la decisión más sabia que podemos tomar es confiar nuestro futuro en las
manos de Dios y de manera literal recibir la dirección de su Espíritu Santo.
“Pero
cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad”.
(Juan
16:13)
La guía del Espíritu Santo puede determinarse a través de:
• La lectura de la palabra de Dios
Hágase la pregunta:
“¿Va de acuerdo este matrimonio con los principios
bíblicos del matrimonio cristiano?”
“Los
mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de
Jehová es puro, que alumbra los ojos”. (Salmos 19:8)
• Buscar
la voluntad de Dios
Hágase la pregunta:
“¿Se encuentra este matrimonio dentro del camino
que Dios me ha señalado?”
“Fíate
de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo
en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5–6)
• Aprender del pueblo de Dios
Hágase la pregunta:
“¿Me apoyan en mi decisión de casarme mis padres y
amigos de la iglesia?”
“Los
pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de
consejeros se afirman”. (Proverbios 15:22)
• Escuchar al Espíritu de Dios
Hágase la pregunta:
“¿Será esta persona la pareja que Dios ha elegido
para mí?”
“Mas
el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas”. (Juan 14:26)
Pregunta: “Alguien con quien he estado saliendo me
dijo hace poco que Dios le dijo que teníamos que casarnos. Yo quiero agradar a
Dios, pero no siento atracción por esa persona como para casarme con ella. ¿Qué
debo hacer?”
Respuesta: Con comprensión
usted puede decirle: “Gracias por querer casarte conmigo. Y puesto que ambos
queremos agradar a Dios, necesitamos reconocer que si él quiere que nos
casemos, él también me lo debe hacer saber a mí, pero no lo ha hecho todavía.
Quizá él está preparando tu corazón para el matrimonio. Si ese es el propósito
de Dios, tengo la seguridad de que él te mostrará a la persona adecuada para tu
vida y ambos tendrán esa seguridad”.
“Muchos
pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová
permanecerá”. (Proverbios 19:21)
III. Causas de problemas en el matrimonio
La realidad ruge como un león después de la luna
de miel. Cuando cada participante en la relación trae sus propias expectativas
al matrimonio, la desilusión, la decepción, y aun la desesperanza pueden
empezar a carcomer el contentamiento y la felicidad. Las ideas preconcebidas
acerca de cómo debiera ser una relación normalmente tienen su origen en las
actitudes y conducta de los padres. Antes de que comiencen su jornada
matrimonial, es saludable que los prometidos compartan sus expectativas y
suposiciones. Esto les ayudará a prever algunas de las áreas principales en las
que necesitan realizar ajustes antes de comenzar a fundir sus vidas en una.
“Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán
una sola carne”.
(Génesis
2:24)
A. Expectativas irreales en el matrimonio
• Pensar que la pasión sexual es amor
auténtico
• Pensar que no habrá consecuencias
por haber tenido relaciones sexuales antes del matrimonio
• Pensar que el romance será el motor
del matrimonio
• Pensar que su pareja no puede vivir
sin usted
• Pensar que el matrimonio resolverá
sus problemas personales
• Pensar que se puede salir con la
suya
• Pensar que su pareja puede leer su
mente
• Pensar que desaparecerán las
diferencias religiosas
• Pensar que su pareja se someterá a
usted o que ejercerá un liderazgo espiritual fuerte
• Pensar que seguirá pasando las
vacaciones con su familia
• Pensar que los hijos no añadirán
tensión al matrimonio
• Pensar que su pareja va a ahorrar o
gastar el dinero igual que usted
• Pensar que están totalmente de
acuerdo en cómo cuidar y administrar su hogar
• Pensar que la comunicación sucede
natural y automáticamente
• Pensar que su pareja siempre lo va a
comprender
• Pensar que su pareja siempre lo va a
defender
• Pensar que siempre será la prioridad
número uno de su pareja
• Pensar que podrá cambiar el
comportamiento negativo de su pareja después de casarse
• Pensar que el matrimonio va a hacer
que su cónyuge madure
• Pensar que su familia política lo va
a aceptar en lo individual y los aprobará como pareja
“Buscáis
mucho, y halláis poco”.
(Hageo
1:9)
Pregunta: Mi prometido y yo estamos preocupados
porque su familia es muy controladora y podría causarnos algunos problemas después
de casados. ¿Cómo podemos resolver algunos de estos problemas antes de la
boda?”
Respuesta: Es usted muy sabia
al darse cuenta antes de casarse de
que es necesario resolver cualquier duda o temor acerca de posibles problemas
familiares que puedan surgir en el futuro. Hay algunos principios que pueden
comentar como pareja para ponerse de acuerdo antes del matrimonio que les
ayudarán a evitar problemas potenciales con sus suegros:
• Acepten el principio: “dejará y se unirá”,
que establece que ustedes estarán unidos en la medida en la que sepan manejar
la interferencia de los suegros.
“Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán
una sola carne”. (Génesis 2:24)
• Busquen la paz en cada situación.
“Si
es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”.
(Romanos 12:18)
• Sean humildes, pacientes y respetuosos
cuando estén frente a la familia de su pareja.
“Con
toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en
amor”. (Efesios 4:2)
• Mantengan una actitud positiva hacia la
familia de su cónyuge. No critiquen, sino vean lo mejor de ellos. (Aun si su
pareja critica, usted controle su lengua).
“Sea
vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo
debéis responder a cada uno”. (Colosenses 4:6)
B. ¿Cuáles son las relaciones de “alto riesgo”?
En muchas culturas, una “bandera roja” significa: “¡Advertencia! ¡Peligro! ¡Cuidado!” La
Biblia ofrece varios indicios en cuanto a las relaciones de alto riesgo y los
que son sabios tomarán en cuenta esas advertencias.
“La
ciencia del prudente está en entender su camino; mas la indiscreción de los
necios es engaño”.
(Proverbios
14:8)
• Objeción
de parte de los padres
Esaú
El rey de los filisteos le dijo a Isaac, padre de
Esaú: “Hemos visto que Jehová está
contigo”. Pero años más tarde, cuando Esaú tenía cuarenta años, se casó con
dos mujeres heteas, extranjeras y con prácticas paganas cuyas creencias eran
contrarias a la palabra de Dios. La Biblia simplemente declara que esas
mujeres: “fueron amargura de espíritu
para Isaac y para Rebeca”. Gracias a su vasta experiencia, los padres
pueden percibir problemas potenciales que sus hijos no pueden discernir
todavía. (Génesis capítulos 25 y 26).
La Biblia dice: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la
dirección de tu madre… El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura a la
que lo dio a luz” (Proverbios 1:8; 17:25).
• Irresponsabilidad
económica
Ananías y Safira
Ananías y Safira eran codiciosos y deshonestos,
por lo que no eran buenos administradores de sus bienes. Ananías se guardó
parte del dinero que había prometido dar para la obra de Dios y su esposa apoyó
su mentira. Evidenciaron su irresponsabilidad con lo que Dios les había dado y
como resultado de ello, Dios les arrebató la vida (Hechos capítulo 5).
La Biblia dice: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en
lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (Lucas 16:10).
• Ira
excesiva
Sansón
Sansón tenía un carácter explosivo aunado a un
espíritu impulsivo y vengativo. Cuando la familia de su esposa lo trató mal, él
declaró tener el “derecho de vengarse”. El altercado empeoró, y su ira excesiva
lo llevó a matar a más de mil personas del pueblo de su mujer. Aunque Sansón
era un juez israelita, no solamente perdió su vista, sino su visión espiritual
(Jueces capítulos 14 y 15).
La Biblia dice: “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de
enojos” (Proverbios 22:24).
• Prioridades
equivocadas
Nabal y Abigail
El nombre Nabal significa “necio” y éste era un
hombre rico pero egoísta. Su actitud tan arrogante lo llevó a tomar decisiones
equivocadas. Mostró ingratitud hacia David por la protección que le había
brindado y lo insultó junto con sus hombres, devolviéndoles mal por bien.
Afortunadamente, la esposa prudente de Nabal percibió las consecuencias
desastrosas que traerían las acciones de su esposo. Si ella no hubiera apelado
personalmente y con gracia a la misericordia de David, las palabras necias de
Nabal y sus tonto orgullo hubieran terminado en masacre, desastre y ruina (1 Samuel
capítulo 25).
La Biblia dice: “Vete de delante del hombre necio, porque en él no hallarás labios de
ciencia” (Proverbios 14:7).
• Relaciones
en yugo desigual
Salomón
Se le llamó el hombre más sabio de toda la tierra,
pero Salomón también hizo algo muy insensato. Se casó con 700 esposas de las
cuales la mayoría eran extranjeras. Él sabía que Dios había prohibido el
matrimonio con mujeres fuera de su misma fe, pero él pensó que sería lo
suficientemente fuerte como para resistir su influencia perniciosa. Sin
embargo, al pasar el tiempo comenzó a alejarse de su devoción al único Dios
verdadero y se volvió a los ídolos paganos de sus mujeres. Puesto que Salomón
decidió unirse en yugo desigual con las incrédulas, perdió la luz de Dios y
comenzó un descenso hacia la oscuridad espiritual (1 Reyes capítulo 11).
La Biblia dice: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos.… ¿qué comunión [tiene]
la luz con las tinieblas? … ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?” (2 Corintios 6:14–15).
• Falta
de integridad
Sansón y Dalila
Sansón fue uno de los jueces de Israel, pero se
sintió atraído a tener una relación ilícita con Dalila, una mujer engañadora y
filistea. Desde el principio ella traicionó su confianza y en respuesta, él le
mintió. Aunque Dalila no era una mujer digna de confianza, Sansón no dejó la
relación. Finalmente la falta de integridad de Sansón y su debilidad moral
provocaron su degradación, derrota y humillación (Jueces capítulo 16).
La Biblia dice: “La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los
pecadores la perversidad de ellos” (Proverbios
11:3).
• Matrimonio
por conveniencia
David y Mical
El rey Saúl consideraba que David era una amenaza
latente para su reinado. Un día, después de que descubriera que su hija Mical
estaba enamorada de David, tentó al joven a realizar una misión militar heroica
a cambio de su hija, pero en lo profundo de su corazón esperaba que fuera el
fin de la vida de David. No obstante, su misión fue un rotundo éxito. Ahora
David se había ganado el derecho de entrar a la familia real por medio de su
matrimonio. Sin embargo, ese “matrimonio por conveniencia” fue una alianza
superficial que jamás logró la armonía entre Saúl y David, porque éste muy
pronto tuvo que huir lejos de su hogar (1 Samuel
18:17–29).
El Señor dice: “¡Ay
de los hijos que se apartan… para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con
cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!” (Isaías 30:1).
• Sin
atracción romántica
Jacob y Lea
Cuando Jacob conoció a Raquel, inmediatamente se
sintió atraído por ella. Pero para casarse con ella, primero tuvo que hacerlo
con Lea, su hermana mayor. Lea sabía que no era amada, pero esperaba que con el
tiempo Jacob llegara a amarla al darle varios hijos. Sin embargo, nunca llegó a
darse la atracción romántica que Lea tanto anhelaba y jamás se sintió amada o
apreciada como esposa (Génesis capítulos 29
y 30).
La Biblia dice: “Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como
cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en
su amor recréate siempre” (Proverbios 5:18–19).
Pregunta: “¿Qué tan importante es sentir atracción
física por la persona con la que me voy a casar? Después de todo, en los
tiempos bíblicos, el esposo o esposa eran elegidos por los padres o por alguien
más”.
Respuesta: En los tiempos
bíblicos, los padres arreglaban los matrimonios de sus hijos. Sin embargo, ese
ya no es el caso. En la mayoría de las situaciones, las personas deciden por sí
mismas con quién quieren casarse, aunque todavía desean recibir la bendición de
sus padres. Cualquiera que sea la costumbre, nuestro soberano Dios puede
cumplir su voluntad, la cual puede mostrarse a través del corazón de un padre o
bien, directamente en el corazón de la pareja. El matrimonio de Jacob y Lea es
un ejemplo de un esposo que nunca se sintió atraído por su esposa. Le dio su
cuerpo, pero no podía entregarle su corazón, porque ya se lo había dado a
Raquel. Dios quiere que el matrimonio sea satisfactorio en todos los aspectos
de la vida (espiritual, emocional y físico), así que podemos concluir que él no
dirigiría a dos personas a casarse si no se gustaran el uno al otro. La
atracción física no es lo que mantiene unido al matrimonio, pero
definitivamente sí lo fortalece.
“La
mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco
tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer”. (1 Corintios 7:4)
C. ¿Cuándo es problema la diferencia de edades?
Por lo general, la gente que piensa en casarse cuenta
más o menos con la misma edad. Cuando dos personas tienen una diferencia grande
de edad y se atraen entre sí, por lo general la razón es que ambos están
buscando de manera inconciente satisfacer las necesidades de su infancia que no
fueron satisfechas. Los compañeros que tienen la misma edad se ven el uno al
otro como iguales y forman relaciones con un poder equilibrado. Por el
contrario, las parejas que tienen una gran diferencia de edades se perciben
como diferentes y forman relaciones con un poder desequilibrado, es decir, uno
de ellos posee más poder que el otro. En los siguientes ejemplos considere las
necesidades que cada uno de los involucrados está tratando de suplir.
• Una mujer mucho mayor atraída por un
hombre mucho menor
—¿Qué necesidad está tratando ella de
suplir?
Esta mujer desea ser una mujer que cuida y nutre,
e incluso en ocasiones ser una figura materna. Para sentirse con
propósito ella necesita de alguien más joven a quien ella pueda
controlar para sentirse bien consigo misma. Sin embargo, en ocasiones eligen a
un hombre menor para recuperar su sentido de juventud.
• Un hombre mucho menor atraído por una
mujer mucho mayor
—¿Qué necesidad está tratando él de
suplir?
Ese hombre desea que se le regañe, se le empuje e
incluso alguien que sea maternal para sentirse seguro. Se quiere sentir
libre y quiere que se le permita seguir siendo indisciplinado e irresponsable
en su estilo de vida.
• Un hombre mucho mayor atraído por una
mujer mucho menor
—¿Qué necesidad está tratando él de
suplir?
Ese hombre quiere ser el que manda, controla, y en
ocasiones, quiere jugar la figura de padre para sentir propósito en la vida. Es
posesivo y dominante y necesita una mujer para presumir como un trofeo, para
sentirse bien consigo mismo. A veces también escoge a una mujer mucho menor
tratando de sentirse joven otra vez.
• Una mujer mucho menor atraída por un
hombre mucho mayor
—¿Qué necesidad está tratando ella de
suplir?
Esa mujer está buscando un proveedor y protector
que sea para ella como un padre para poderse sentir segura. Ella quiere
seguridad y no tener preocupaciones. Ella será excesivamente dependiente de ese
hombre mayor para sentirse segura. Algunas veces ha tenido un trasfondo de
abuso, así que vive sin límites emocionales y le es difícil que le presten
atención.
Cuando Dios creó la primera relación de pareja, no
hizo a la mujer del pie del hombre para que no fuera su sirvienta o de su
cabeza para que no reinara sobre él, sino que la hizo de su costado para que
fuera igual a él.
“Y
de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre”.
(Génesis
2:22)
No siempre es un problema la diferencia grande de
edades, pero se vuelve un problema cuando tal diferencia destruye el diseño de
Dios en cuanto a la igualdad dentro del matrimonio. No debe haber una
combinación entre posición y poder, sino que la piedra angular debe estar
formada por el amor y el respeto y sobre ellos se edifica un
matrimonio piadoso.
“Por
lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la
mujer respete a su marido”.
(Efesios
5:33)
D. La raíz de los problemas en el matrimonio
Creencia equivocada:
“Sólo en el matrimonio encontraré todo el amor, la
realización personal y la seguridad que necesito para sentirme completo(a)”.
Creencia correcta:
Como hijo(a) de Dios, estoy completo(a) en Cristo.
Su amor perdurable me permite amar a la persona con la que deseo pasar el resto
de mi vida con un amor fiel y sin egoísmo.
“Porque
en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis
completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. (Colosenses 2:9–10)
IV. Pasos para encontrar la solución
Las parejas que quieren agradar a Dios, ya tienen
el marco de referencia que él diseñó para la relación matrimonial. En la
Biblia, el matrimonio se presenta como reflejo del amor sacrificial que Cristo
mostró por su novia, la iglesia. A pesar de que en un matrimonio el trasfondo
de la esposa y el esposo es muy diferente y que las expectativas de ambos
pueden entrar en conflicto, pueden buscar la unidad de corazón por medio de la
sumisión mutua y un profundo respeto.
“Someteos
unos a otros en el temor de Dios… Por lo demás, cada uno de vosotros ame
también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”.
(Efesios
5:21, 33)
A. Versículo clave para memorizar
“Y esto pido en oración, que vuestro amor
abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo
mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo”.
(Filipenses 1:9–10)
B. Pasaje clave para leer y meditar
“El amor es sufrido, es benigno; el amor
no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada
indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la
injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta”.
(1 Corintios 13:4–7)
La verdadera
prueba del amor
Puede aprender mucho acerca de la madurez de su
prometido(a), de su relación con él (ella) y acerca de sí mismo cuando toman la
verdadera prueba del amor basada en 1 Corintios capítulo 13. Esta le ayudará a evaluar qué tan listos
están para la intimidad en el matrimonio. Cada uno deberá llenar ambas listas y
luego compartir sus respuestas, encierre en un círculo “S” para las respuestas
positivas y “N” si es No.
Usted mismo(a) |
Su prometido(a) |
||||
Evalúe su amor por su prometido … con sinceridad. |
Evalúe el amor de su prometido por usted … con sinceridad. |
||||
S |
N |
Soy paciente conmigo mismo y con otros. |
S |
N |
Eres paciente conmigo y con otros. |
S |
N |
Soy amable contigo y otros. |
S |
N |
Eres amable conmigo y otros. |
S |
N |
Siento envidia de ti y de los demás. |
S |
N |
Tienes envidia de mí y de los demás. |
S |
N |
Me gusta presumir contigo y con los demás. |
S |
N |
Te gusta presumir conmigo y con los demás. |
S |
N |
Tengo un espíritu orgulloso contigo y con los demás. |
S |
N |
Tienes un espíritu orgulloso conmigo y con los demás. |
S |
N |
Soy brusco contigo y con los demás. |
S |
N |
Eres brusco conmigo y con los demás. |
S |
N |
Soy egoísta y busco satisfacer sólo mis necesidades. |
S |
N |
Eres egoísta y buscas satisfacer sólo tus necesidades. |
S |
N |
Me enojo con facilidad. |
S |
N |
Te enojas con facilidad |
S |
N |
Guardo una lista de ofensas. |
S |
N |
Guardas una lista de ofensas. |
S |
N |
Me deleito cuando tú o alguien más se equivocan. |
S |
N |
Te deleitas cuando yo o alguien más nos equivocamos. |
S |
N |
Te digo la verdad a ti y a los demás. |
S |
N |
Me dices la verdad a mí y a los demás. |
S |
N |
Busco protegerte. |
S |
N |
Te gusta protegerme. |
S |
N |
Confío en ti. |
S |
N |
Confías en mí. |
S |
N |
Tengo esperanzas en ti. |
S |
N |
Tienes muchas esperanzas en mí. |
S |
N |
Persevero cuando las cosas se ponen difíciles contigo y los demás. |
S |
N |
Perseveras cuando las cosas se ponen difíciles conmigo y los demás. |
Pregunta: “Mi prometido tiene dificultades para
hablar de sus sentimientos. ¿Cómo puedo lograr que sea abierto y comparta sus
esperanzas, sueños y expectativas acerca del matrimonio?”
Respuesta: Si no se establece
la comunicación antes del matrimonio, es posible que después, cuando sea
demasiado tarde, se den cuenta de que no tenían muchas cosas en común. Por lo
tanto, busquen consejo de una pareja mayor y madura. Busquen una iglesia donde
ofrezcan consejería prematrimonial. Haga una lista de los temas que ambos
quisieran tratar. Pregunte a las parejas casadas qué temas habrían deseado
discutir antes de casarse.
“El
corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la
ciencia”.
(Proverbios 18:15)
C. Escogiendo una Pareja
Nadie es perfecto, por lo tanto es imposible
escoger al “compañero de vida perfecto”. Pero hay algunas preguntas que le
pueden ayudar a determinar si una persona podría ser un gran compañero o no. Por
ejemplo, un indicador excelente de cómo será la persona en el futuro es: “¿Cómo
trata él a su madre? o ¿cómo trata ella a su padre? La
siguiente lista contiene otras preguntas que le ayudarán a seleccionar un gran
cónyuge.
Indique Sí con una marca (√)
□ “¿Es una persona con la que siento paz de
Dios para casarme con ella?”
□ “¿Es una persona que desea crecer
espiritualmente?”
□ “¿Es una persona a la que respeto mucho?”
□ “¿Es una persona con la que me comunico
honestamente?”
□ “¿Es una persona que no se amarga?”
□ “¿Es una persona responsable?”
□ “¿Es una persona que desea mantener la
pureza sexual?”
□ “¿Es una persona con un corazón alegre y no
con un espíritu de crítica?”
□ “¿Es una persona capaz de hacer un
compromiso para toda la vida?”
□ “¿Es una persona que ama primero a Dios y
después a mí?”
□ “¿Es una persona que no depende
exclusivamente de mí para ser feliz?”
□ “¿Es una persona alegre que valora la vida
que Dios le ha dado?”
□ “¿Es una persona que honra y muestra respeto
hacia nuestros padres?”
□ “¿Es una persona flexible y adaptable?”
□ “¿Es una persona que pelea con justicia?”
□ “¿Es una persona con la que puedo reír y
llorar?”
□ “¿Es una persona que lee la palabra de Dios
y ora conmigo?
□ “¿Es una persona con la que de verdad quiero
compartir el resto de mi vida?”
“Por
tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si
alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna
misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor,
unánimes, sintiendo una misma cosa”.
(Filipenses
2:1–2)
D. Síes y noes cuando esté pensando casarse
No viva en el pasado.
Sí … Busque lo positivo del presente.
“No
os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He
aquí que yo hago cosa nueva”. (Isaías 43:18–19)
No se concentre en el pasado de su pareja.
Sí… Concéntrese en que su pareja lo
eligió a usted para casarse.
“El
odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas”. (Proverbios 10:12)
No espere cambiar a su pareja.
Sí… Acepte a su futuro(a) compañero(a) tal y como es.
“Por
tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para
gloria de Dios”. (Romanos 15:7)
No espere que su pareja llene todas sus necesidades.
Sí… Espere que Dios sea su principal fuente de satisfacción.
“Mi
Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
No espere que la unidad sea lo mismo que pensar
igual en todo.
Sí… Busque la unidad al mismo tiempo que acepta que no hay
dos personas que siempre piensen igual.
“Pero
el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo
sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo”. (Romanos 15:5–6)
No critique a los padres de su pareja.
Sí… Hable de ellos con amabilidad y comprensión.
“Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. (Efesios 4:29)
No sermonee a su pareja.
Sí… Mencione sus preferencias una sola vez, después ore.
“Dolor
es para su padre el hijo necio, y gotera continua las contiendas de la mujer”.
(Proverbios 19:13)
No bromee acerca de la promiscuidad sexual.
Sí… Considere la intimidad sexual como la ilustración de la
unión santa entre Cristo y su esposa, la iglesia.
“Pero
fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros,
como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías,
que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”. (Efesios 5:3–4)
No bromee acerca del divorcio como una opción.
Sí… Elimine la palabra divorcio de su vocabulario. ¡Dios
aborrece el divorcio!
“Porque
Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio.… Guardaos, pues, en
vuestro espíritu, y no seáis desleales”. (Malaquías
2:16)
No razone que puesto que pronto se casarán, está
bien tener relaciones sexuales ahora.
Sí… Reconozca que si es responsable sexualmente antes del
matrimonio demuestra que lo será después de casado. Y las estadísticas dicen
que la impureza sexual antes del matrimonio incrementa la posibilidad del
divorcio.
“Pues
no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación”. (1 Tesalonicenses 4:7)
No ignore el estado de su espíritu.
Sí… Hable con alguien que conozca a su pareja bien antes de
discernir la causa de su inquietud. Luego espere la confirmación de parte de
Dios.
“Te
haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis
ojos”. (Salmos 32:8)
Pregunta: “¿Está bien que rompa el compromiso
aunque ya haya enviado las invitaciones, se hayan hecho todos los preparativos
y haya recibido algunos regalos? ¿Qué podría decir?”
Respuesta: “Te has enlazado con las palabras de tu boca,
y has quedado preso en los dichos de tus labios. Haz esto ahora, hijo mío, y
líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y asegúrate
de tu amigo”. (Proverbios 6:2–3)
Nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto.
Sin importar lo que se haya dicho o hecho, no haga lo incorrecto. No está
casado hasta que esté casado, así que todo lo que precede al compromiso
matrimonial no es ni obligatorio ni irreparable. Si ya está en el pasillo de la
iglesia y sabe en su corazón que lo que está haciendo es un error, ¡deténgase!
Si los otros lo entienden o no, no importa. Si
está mal para usted, está mal para todos los demás, incluyendo a su pareja.
Simplemente diga: “Dios no me ha dado paz acerca de esta unión. Le pido al
Señor que me puedas perdonar por haber llegado tan lejos en los planes para la
boda. Pensaba que mi corazón iba a cambiar, pero no fue así. Sé que ahora no lo
puedes entender, pero si detengo todo esto y es lo mejor para mí, también lo es
para ti. Si nos casamos ahora ambos lo vamos a lamentar y yo sé que ninguno de
los dos queremos eso. Si hacemos lo correcto, a la larga tendremos paz”.
“Y
el efecto de la justicia [hacer lo correcto] será paz; y la labor de la
justicia, reposo y seguridad para siempre”. (Isaías
32:17)
E. Contrato de emociones negativas
Estamos de acuerdo en fijar un tiempo para hablar cuando alguno
de los dos esté enojado.
“Como
aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido
lo alcanzará”. (Proverbios 20:5)
Estamos de acuerdo en orar individualmente antes de juntarnos
para platicar.
“¿Está
alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante
alabanzas… Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para
que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. (Santiago 5:13, 16)
Estamos de acuerdo en no actuar mientras estamos enojados.
“El
necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega”. (Proverbios 29:11)
Estamos de acuerdo en tratar de entender las razones de los
pensamientos y acciones del otro.
“El
que posee entendimiento ama su alma; el que guarda la inteligencia hallará el
bien”. (Proverbios 19:8)
Estamos de acuerdo en aceptar sugerencias para cambiar la
manera en qué reaccionamos.
“El
avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño”. (Proverbios 22:3)
Estamos de acuerdo en perdonarnos el uno al otro totalmente.
• Decidimos no quedarnos en la ofensa |
repaso mental. |
• Decidimos no volverla a traer a discusión |
manipulación. |
• Decidimos no contarla a los demás |
perjurio. |
“Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. (Efesios
4:32)
Estamos de acuerdo en buscar un mediador sabio y
piadoso que sea objetivo si no podemos llegar a un acuerdo.
“Los
pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de
consejeros se afirman”. (Proverbios 15:22)
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F. Contrato de negociación
“¿Andarán
dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
(Amós
3:3)
Estamos de acuerdo en acudir a Dios en primer lugar con nuestro
problema.
• Buscar la guía de la palabra de Dios
preguntándonos: “¿Ha dicho algo Dios acerca de esto en su palabra?”
• Buscar discernimiento de Dios para llegar a
un acuerdo mutuo acerca del verdadero problema.
• Buscar la voluntad de Dios a través de la
oración, pidiendo que nos llene de su paz si la decisión es la correcta.
“Por
nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6–7)
Estamos de acuerdo en negociar una solución.
• Hacer una lista de todas las opciones.
• Marcar cada opción de manera individual si
es…
(P) Posible (I) Imposible
• Evaluar todas las posibilidades y escoger
juntos la mejor opción.
Estamos de acuerdo en que si todas las opciones fallan…
• Esperaremos a tomar una decisión hasta que
estemos de acuerdo o hasta que sea realmente urgente.
“Pacientemente
esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”. (Salmos 40:1)
• Buscaremos consejo piadoso de otros.
“Los
pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de
consejeros se afirman”. (Proverbios 15:22)
• Confiaremos en la soberanía de Dios.
“Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados”. (Romanos
8:28)
Firma:
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Testigo:
Fecha:
Pregunta: “¿Qué hacer si ambos son cristianos,
pero sus padres no son creyentes y desaprueban que se casen?”
Respuesta: Dios puede
hablarnos muy fuerte a través del consejo de personas no cristianas, aunque
seamos adultos. Considere esto:
• Pídales que compartan con usted sus
preocupaciones de manera franca.
• No se ponga a la defensiva, sino parafrasee
lo que le están diciendo: “¿Lo que me quieres decir es que…?”
• Después pregunte “¿Qué sugerencias me
darías a mí, mi pareja y esta situación?”
La mejor manera de demostrar su compromiso
cristiano a los padres no creyentes es presentarles su situación y aceptar
respetuosamente su punto de vista y estar dispuestos a tomar en serio su
consejo. La mayoría de los padres conocen a sus hijos íntimamente y pueden
percibir por qué el matrimonio podría ser devastador.
“Oye,
hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu
madre”. (Proverbios 1:8)
G. Compromiso de crecer juntos espiritualmente
• Entregamos nuestras vidas a
Jesucristo y nos sometemos a su control.
“Y
decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome
su cruz cada día, y sígame”. (Lucas 9:23)
• Comprometemos nuestro hogar a Dios y
prometemos hacerlo Cristocéntrico.
“Y
si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis.… pero yo y mi
casa serviremos a Jehová”. (Josué 24:15)
• Comprometemos nuestros cuerpos el
uno al otro y prometemos ser fieles en lo sexual.
“Honroso
sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a
los adúlteros los juzgará Dios”. (Hebreos 13:4)
• Comprometemos nuestra economía a
Dios y lo honraremos con nuestro diezmo.
“Traed
todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en
esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos,
y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10)
• Nos comprometemos a leer la Biblia y
orar juntos todos los días.
“Lámpara
es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Juré y ratifiqué que guardaré
tus justos juicios”. (Salmos 119:105–106)
• Nos comprometemos a no acostarnos en
la noche si todavía estamos enojados el uno con el otro.
“Airaos,
pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”. (Efesios 4:26)
• Nos comprometemos a nutrir nuestra
relación animándonos con amor.
“Y
considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24)
• Nos comprometemos a admitir nuestras
debilidades y pedir apoyo en oración para poder cambiar.
“Confesaos
vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho”. (Santiago
5:16)
• Nos comprometemos a crecer y
profundizar nuestra relación con el Señor.
“Acerquémonos
con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin
fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”. (Hebreos 10:22–23)
El mejor vínculo matrimonial es:
Dos personas
comprometidas personalmente con Jesucristo, y comprometidas uno con otro.
—June Hunt