por June Hunt
“La media vida puede convertirse en la
etapa más productiva o destructiva de su vida”.
La mitad de la vida puede ser un tiempo
marcado por dudas acerca de uno mismo o desilusiones que pueden llevarnos a
tener ideas irracionales, a hacer compras compulsivas o a tener relaciones
irresponsables.
Pero esa crisis también puede
convertirse en un tiempo inmensamente productivo, en que usted puede reenfocar
sus prioridades y sustituir los viejos anhelos por nuevos sueños. Durante el
tiempo de crisis usted puede profundizar su conocimiento de quién es realmente
y pensar en cómo puede mejorar su relación con Dios.
De hecho, la crisis de la media vida
puede ser un acontecimiento provocado por Dios con el propósito de sacarlo de
su zona de comodidad y permitirle lograr el propósito más elevado para el cual
él lo creó.
“No
nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos”.
(Gálatas
6:9)
I. Definiciones
A. ¿Qué es la media vida?
La media vida es la etapa comprendida entre los
treinta y cinco y los sesenta años de edad (aproximadamente).
B. ¿Qué es una crisis?
• Una crisis es cualquier evento inestable y
crucial en que ocurre algún tipo de cambio (crisis económica, crisis de energía,
crisis personal).
• La palabra griega que se traduce crisis es
krisis, que significa “decisión o cribar”.
C. ¿En qué consiste la crisis de la media vida?
• La crisis de la media vida es un tiempo
inestable y crucial en la vida de una persona que sucede a mitad de su vida
cuando siente la necesidad inmediata de revalorar su identidad personal, sus
valores y sus metas.
• Esta crisis puede requerir que la persona
haga cambios y transiciones en su vida.
• El cambio que resulte de ello puede ser
tanto negativo como positivo, dependiendo de las decisiones que se tomen.
“El
hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”.
(Santiago
1:8)
II. Características de la crisis de la media vida
A. Emocionales
• sentido de pérdida
• auto conmiseración
• ira
• depresión
• ansiedad
• temor a envejecer
• duda de sí mismo
• agotamiento
• se siente atrapado
• mentalidad de “ahora o nunca”, sentido de
urgencia
“Jehová,
escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro en el
día de mi angustia; inclina a mí tu oído; apresúrate a responderme el día que
te invocare”.
(Salmos
102:1–2)
(También lea Salmos 102:1–11)
B. De comportamiento
• fuerte deseo de cambiar (matrimonio,
trabajo, apariencia personal)
• intento de escapar (en la televisión,
drogas, viajes, dormir)
• vestirse juvenilmente
• preocupación del cuerpo físico (apariencia,
salud)
• vulnerabilidad a la atracción sexual fuera
del matrimonio
• cambios de personalidad
• desinterés por las cosas de la religión y
falta de crecimiento espiritual
• retraimiento de sus relaciones personales
cercanas
• punto de vista negativo de la vida
• deseo de alcanzar las metas no cumplidas
(educación, hijos, profesión)
“Y
dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del
viento borrascoso, de la tempestad”.
(Salmos
55:6–8)
III. Causas
A. Causas externas
Transiciones
Principales transiciones de una época de la vida a otra
• Pensamientos de mortalidad
• Reafirmación de metas y valores de la vida
• Buscar las metas no alcanzadas descuidando
la realización personal
• Cambios biológicos y sicológicos normales
• Deseo sexual (disminuye en el hombre, e
incrementa en la mujer)
• Insuficientes recursos económicos
• Enfermedad traumática o muerte de los
padres, familiares o amigos cercanos
• Pérdida de identidad (se pone en una
persona, el trabajo o posición)
• Hijos en edad difícil y/o dejando el hogar
• Menos oportunidades de trabajo
• Énfasis de la sociedad en la juventud
“Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.
(Eclesiastés
3:1)
B. La raíz del problema
Creencia falsa: “Estoy atrapado en una vida insatisfactoria.
Merezco la oportunidad de cambiar antes de que sea demasiado tarde, para
descubrir mi propia identidad y encontrar la felicidad personal”.
Creencia correcta: Mi identidad se encuentra en el Señor Jesucristo.
No voy a exigir egoístamente la realización de mis deseos y sueños. Yo sé que
la verdadera realización proviene de encontrar el propósito de Dios para mi
situación presente y entregar mi futuro en sus manos.
“Porque
yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos
de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11)
IV. Pasos para encontrar la solución
A. Versículo clave para memorizar
“Bendito el varón que confía en Jehová, y
cuya confianza es Jehová”.
(Jeremías 17:7)
B. Pasaje clave para leer y meditar
2 Samuel 11:1–26
La caída de
David
• David evadió su
responsabilidad y evitó hacer su trabajo. |
v. 1 |
• David estaba inquieto y descontento. |
v. 2 |
• David cayó en la tentación y no se apartó
de ella. |
vv. 2–3 |
• David actuó por codicia, no por lealtad. |
v. 4 |
• David trató de cubrir no de confesar
su pecado. |
vv. 8–13 |
• David decidió complacer su deseo. |
vv. 14–15 |
• El engaño de David provocó muerte. |
v. 24 |
• Las decisiones de David y el rumbo
que tomó desagradaron a Dios. |
vv. 25–26 |
2 Samuel 12:1–23
La restauración
de David
David se arrepintió de su pecado. |
v. 13 |
David lloró su pérdida |
v. 16 |
David aceptó las consecuencias de su
pecado |
vv. 22–23 |
C. La perspectiva del matrimonio
“¿Cómo puede un esposo ayudar a su esposa a pasar a por la crisis de la
media vida?”
• Sea un líder fuerte, pero gentil, obedezca
a Dios.
• Trate de entender lo que ella siente.
• Anímela a comunicar su enojo.
• Déle espacio y lugar para crecer.
• Construya su auto imagen verbalmente.
• Anímela en sus proyectos y actividades.
• Centre su atención en darle seguridad
emocional.
• Devuelva el romanticismo a su matrimonio.
“Así
también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que
ama a su mujer, a sí mismo se ama”. (Efesios 5:28)
“¿Cómo puede ayudar la esposa a su marido a pasar la difícil crisis de la
media vida?”
• Ore y estudie la palabra de Dios
diariamente.
• Trate de entender la batalla emocional que
él está librando.
• Esté preparada por si él dirige su ira
hacia usted.
• Deje de tener expectativas en cuanto al
aprecio que él debería tener por usted.
• Busque maneras de animarlo a compartir sus
sentimientos.
• Sea lo más atractiva física, verbal y
moralmente posible.
• Centre su atención en construir su auto
imagen.
• Devuelva el romanticismo a su matrimonio.
“Asimismo
vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que
no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas”
(1
Pedro 3:1)
D. Pase de la crisis a Cristo
• ¿Quién
soy?
“Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios por esto
el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. (1 Juan 3:1)
• ¿Cuál
es el propósito de mi vida?
“Porque
a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos
hermanos”. (Romanos 8:29)
• ¿A
quién quiero entregarme de verdad?
“Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas”. (Mateo
22:37–39)
• ¿Qué
quiero hacer el resto de mi vida?
“El
hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi
corazón”. (Salmos 40:8)
• ¿Tiene
cabida Dios en mi vida?
“Jehová
es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará
descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará
por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de
muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me
infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis
angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente
el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa
de Jehová moraré por largos días”. (Salmos 23:1–6)
• ¿Qué
hace Dios con mis malas decisiones?
“Misericordioso
y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No
contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con
nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros
pecados”. (Salmos 103:8–10)
• ¿En
dónde se encuentra realmente mi esperanza?
“Alma
mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza. El solamente es mi
roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y
mi gloria; en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en él en todo
tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro
refugio”. (Salmos 62:5–8)
E. Sea un modelo positivo durante su media edad
Por el poder de
Cristo que vive dentro de usted
“Como
todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por
su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria
y excelencia”. (2 Pedro 1:3)
• Consideraré
la media vida como una etapa diferente, no inferior.
“Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1)
• Voy a
reconocer las ventajas de la edad.
—Las experiencias nos ayudan a adquirir
sabiduría y conocimiento.
—La persistencia se
fortalece a través de los cambios y las dificultades.
—Las relaciones
interpersonales se aprecian y confirman por medio de las pruebas.
—La visión espiritual se
agudiza al ver lo invisible y lo eterno.
“En
los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia”. (Job 12:12)
• Aceptaré
los cambios físicos que me están ocurriendo.
“Pero
los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. (Isaías 40:31)
• Haré
una evaluación de mi propósito en la vida.
—Piense en lo que le produce gozo.
—Descubra sus dones
espirituales.
—Determine cuáles son sus
responsabilidades.
—Desarrolle por escrito una
meta (visión).
“Para
que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda
buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”. (Colosenses 1:10)
• Me
pondré metas para nuevos desafíos.
—Piense en algo que siempre quiso hacer.
—Escriba un plan para
lograrlo.
“Para
que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda
buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”. (Isaías 32:8)
• Mi meta
será demostrar amor sincero en mis relaciones interpersonales.
—Sustituya su nombre por la palabra “amor”
en 1 Corintios 13:4–7.
—Ore así: “Señor, permíteme
pensar más en dar amor y no tanto en recibirlo”.
“El
amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno”. (Romanos 12:9)
“El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. (1 Corintios 13:4–7)
• Me
concentraré en demostrar amor a los demás de manera creativa.
—Afirme de manera verbal las cualidades
positivas de cada persona que vive con usted.
—Pida a su esposo que
escriba las cualidades positivas que ve en usted.
“Un
mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros”.
(Juan
13:34)
• Tomaré
la decisión de aprovechar lo mejor posible el tiempo que Dios me da.
—Determine sus prioridades.
—Viva un día a la vez.
“Enséñanos
de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría”. (Salmos 90:12).
• Escucharé
la dirección de Dios en mi vida.
—Estudie las Escrituras, ore, medite.
—Escuche al consejo sabio.
—Busque puertas abiertas.
“El
corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos”. (Proverbios 16:9)
• Reconoceré
la presencia de Dios en mi vida.
—Sea consciente de la presencia constante
de Cristo con usted a cada paso de su camino.
“A
quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio
entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. (Colosenses 1:27)
—Responda con la actitud de Cristo ante
las dificultades.
“Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. (Filipenses 2:5)
“Cuando
pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.
(Isaías 43:2)
La crisis de la media vida, aunque es
muy difícil, puede ser un regalo de Dios. Es la situación que usted necesita
para cambiar. Al revalorar sus propósitos, escoja prioridades positivas y metas
piadosas y encuentre la razón de vivir en el Señor.
—June Hunt
Lista de
comprobación para saber si se encuentra en la crisis de la media vida
“Nuestras almas están inquietas hasta
que encuentran su reposo en Dios”.
San Agustín
• Me siento atrapado(a) a en mis
circunstancias.
• Desearía poder desaparecer.
• Siento que estoy envejeciendo demasiado
rápido.
• Siento que nunca he tenido la oportunidad
de hacer lo que realmente quiero.
• Me arrepiento de decisiones que tomé en el
pasado.
• Me siento un fracasado(a).
• No me siento realmente necesitado(a).
• Siento que no me aprecian.
• No tengo un propósito real para vivir.
• Me he vuelto espiritualmente insensible al
Señor y a la iglesia.
• Sueño despierto y tengo fantasías.
• A veces evito cumplir mis
responsabilidades.
• Tengo muy poco interés en las relaciones
sexuales con mi cónyuge.
• Me enojo con mucha facilidad.
• No confío en las intenciones de quienes
viven cerca de mí.
• Siento que hoy es mi última oportunidad
para ser feliz.
Aunque usted se encuentre en la crisis de
la media vida, sométase al Señor, que ha prometido ser su Sustentador.
“Y
hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo
llevaré, yo soportaré y guardaré”. (Isaías 46:4)