por June Hunt
“Los hijos son muy parecidos a los
cometas de juguete —quieren volar, pero necesitan la estabilidad de la cuerda.
Un cometa no está diseñado para permanecer en el hogar protegido posesivamente.
Aunque la separación es dolorosa, Dios diseñó el papel de los padres para
preparar su cometa para volar. No nos dejemos afectar emocionalmente por los
vientos cambiantes que hacen que nuestro frágil cometa caiga una y otra vez.
Sigamos corriendo con él, dándole más y más cuerda hasta soltarlo en las manos
soberanas de Dios”.
—June Hunt
I. Definiciones
Con todos los cambios que ocurren desde la
infancia hasta que se independizan, los padres son de las pocas cosas que
permanecen constantes en la vida de los hijos. Aunque no hay labor más difícil,
tampoco hay un premio más satisfactorio que ver a un hijo crecer… en sabiduría y en estatura, y en gracia para
con Dios y los hombres (Lucas 2:52).
A. ¿Qué es un padre?
• Un padre (sustantivo) es un hombre o mujer
que desempeña las responsabilidades de proveedor, protector, y defensor de su
hijo.
• La palabra hebrea que lo define es horim, y viene de la misma raíz que moreh, que significa “maestro”.
• Criar (verbo) significa criar físicamente,
y nutrir emocional y espiritualmente a un hijo o hija.
• El padre es el maestro más importante en la
vida del hijo.
Oye,
hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu
madre”.
(Proverbios
1:8)
Responsabilidades
Bíblicas de los Padres
Para determinar cómo están cumpliendo con sus
responsabilidades bíblicas, respondan las siguientes preguntas:
• ¿Consideran
que su hijo es una bendición?
“He
aquí, herencia de JEHOVÁ son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”. (Salmos 127:3)
• ¿Están
de acuerdo como pareja, tienen las mismas metas y son consistentes al criar a
sus hijos?
“¿Andarán
dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3)
• ¿Aprovechan
todas las oportunidades posibles para enseñar a sus hijos las verdades
espirituales?
“Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a
tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y
al acostarte, y cuando te levantes”. (Deuteronomio
6:6–7)
• ¿Instruyen
a sus hijos haciendo lo que es moralmente correcto y justo?
“Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor”. (Efesios 6:4)
• ¿Hacen
planes anticipados para evitar que sus hijos caigan en peligros?
“Por
la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque
le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey”. (Hebreos 11:23)
• ¿Proveen
para las necesidades materiales de sus hijos?
“pues
no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos”. (2 Corintios 12:14)
• ¿Disciplinan
a sus hijos correctamente?
“Corrige
a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma”. (Proverbios 29:17)
• ¿Se han
ganado la honra y respeto de sus hijos?
“Corona
de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres”. (Proverbios 17:6)
B. ¿Quién es el padre?
• Es el hombre que engendra un hijo.
• La palabra griega que lo define es “pater”, y se deriva de una raíz que
significa “el que nutre, protege y eleva”.
• Ser padre significa aceptar que es
responsable de su hijo, y que debe darle dirección, guía, y protección.
• La idea que el hijo tiene de su padre
terrenal influye grandemente en el concepto que tiene de Dios.
“Pues
si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
(Mateo
7:11)
Responsabilidades
Bíblicas de los Padres
Para determinar cómo están cumpliendo con sus
responsabilidades bíblicas, respondan las siguientes preguntas:
• ¿Muestra
reverencia a Dios delante de sus hijos?
“Bienaventurado
el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será
bendita”. (Salmos 112:1–2)
• ¿Ama a
su esposa sacrificialmente?
Esa clase de amor hacia la esposa es una de las
mejores formas de dar seguridad a los hijos.
“Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella”. (Efesios 5:25)
• ¿Acepta
ser el líder responsable de su hogar?
“Porque
yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino
de Jehová, haciendo justicia y juicio”. (Génesis
18:19)
• ¿Provee
sostén económico para su familia?
“porque
si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado
la fe, y es peor que un incrédulo”. (1 Timoteo 5:8)
• ¿Está
dispuesto a sacrificarse por sus hijos?
“Y
acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los
santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número
de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán
blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días”.
(Job 1:5)
• ¿Se
responsabiliza de la capacitación bíblica de sus hijos?
“Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor”. (Efesios 6:4)
• ¿Disciplina
a sus hijos en amor?
“Porque
Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere”. (Proverbios 3:12)
• ¿Enseña
a sus hijos a ser obedientes y respetuosos?
Un requisito de los líderes de la iglesia es:
“que
gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad”.
(1 Timoteo 3:4)
• ¿Consuela
a sus hijos y les insta a que vivan en santidad?
“así
como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y
consolábamos a cada uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es
digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria”. (1
Tesalonicenses 2:11–12)
• ¿Ora
por sus hijos?
“Entonces
oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios
que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de
hacer con el niño que ha de nacer”. (Jueces 13:8)
Pregunta: “Mi hijo es rebelde y continuamente se
mete en problemas. Puesto que no quiere escucharme, ¿debo callar y no decirle
lo que es correcto?”
Respuesta: No. Aun cuando su
hijo siga tomando malas decisiones, como padre usted tiene la responsabilidad
de indicarle lo que está bien. Usted no es responsable de las malas decisiones
de su hijo, pero sí es responsable de su labor como padre. Si usted no enseña a
su hijo lo que es correcto, ¿quién lo hará?
“La
ley del sabio es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte” (Proverbios 13:14).
C. ¿Qué es una madre?
• Una madre es la que da a luz o cría un
hijo.
• En hebreo, la palabra madre es em, que significa “el vínculo de la
familia”.
• Ser madre requiere nutrir, proteger y
consolar a los hijos.
• Una madre debe ser una fuente de bendición
para sus hijos.
“Se
levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba”.
(Proverbios
31:28)
Responsabilidades
bíblicas de las Madres
Para determinar cómo está ejerciendo su
responsabilidad bíblica como madre, responda las siguientes preguntas:
• ¿Se
somete voluntariamente al liderato de su esposo en el hogar?
“Las
casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es
cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador”. (Efesios 5:22–23)
• ¿Muestra
que respeta a su marido frente a sus hijos?
“Por
lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la
mujer respete a su marido”. (Efesios 5:33)
• ¿Ama
incondicionalmente a su esposo e hijos?
“Las
ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas
del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus
maridos y a sus hijos”. (Tito 2:3–4)
• ¿Muestra
en su hogar dominio propio, amabilidad y pureza de corazón?
“que
enseñen a las mujeres jóvenes a… ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa,
buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.
(Tito 2:4–5)
• ¿Provee
para las necesidades de su familia?
“Se
levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas”. (Proverbios 31:15)
• ¿Expresa
abiertamente compasión materna por sus hijos?
“¿Se
olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de
su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti”. (Isaías 49:15)
• ¿Tiene
un espíritu amable y tierno con sus hijos?
“Antes
fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus
propios hijos”.
(1 Tesalonicenses 2:7)
• ¿Instruye
a sus hijos con palabras sabias y escogidas con cuidado?
“Abre
su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua”. (Proverbios 31:26)
• ¿Es
ejemplo de fuerza y dignidad aunadas al buen sentido del humor?
“Fuerza
y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir”. (Proverbios 31:25)
• ¿Muestra
una fe firme en Jesucristo como su Señor?
“Entonces
respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como
quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora”. (Mateo
15:28)
Pregunta: “¿Qué puedo hacer si mi ex marido enseña
a nuestro hijo Películas eróticas aunque tanto mi hijo como yo lo
desaprobamos?”
Respuesta: Su hijo debe estar
preparado para con todo tacto y respeto decir no a lo que su padre le pida hacer y que va contra la conciencia de
su hijo. Tal vez pueda decirle:
“Papá,
te amo y quiero tener contigo la mejor relación del mundo. Te voy a decir algo
que tal vez afecte nuestra relación. Me refiero a las películas pornográficas
que van contra mi conciencia. No deseo que mi mente siga ese camino. Hay cosas
mejores que debo buscar. Debido a que eres mi padre y por la relación tan
especial que tenemos, te ruego que me ayudes y me animes”.
Su hijo también debe entrenarse en lo que debe
hacer con sus ojos y su mente. Cuando esté expuesto a la pornografía, debe
retirar su mirada de inmediato. Una de las cosas que más le ayudarán es
memorizar y citar versículos bíblicos tales como Filipenses
4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
“Por
lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8)
II. Características
La gente educa a sus hijos de distinta forma. El
método que utilice tendrá gran impacto en el desarrollo y comportamiento de
ellos. Esos estilos poseen características distintivas y constituyen los cinco
estilos básicos de criar a los hijos.
A. El problema: los estilos de crianza
Dominante
Meta: Controlar el comportamiento |
|
Cuando los padres son: |
Los hijos se hacen: |
• Excesivamente controladores |
• Rebeldes |
• Inflexibles |
• Temerosos de fracasar |
• Centrados en el rendimiento (no en las
personas) |
• Indolentes o demasiado motivados |
• Criticones |
• Sensibles a la crítica |
• Ven todo o blanco o negro |
• Amargados |
Ejemplo bíblico
(Lea
Génesis 29:1 a 31:55)
Labán, padre de Raquel ejemplifica al padre
dominante. Utilizaba su autoridad para controlar las decisiones y actividades
de su familia y parientes. Engañó a Jacob para hacer que Lea, su hija mayor, se
casara primero. También lo engañó en cuanto a su salario y después criticaba el
éxito de su yerno. Posteriormente, desheredó a sus hijas, lo cual provocó
desunión y engaño dentro de la familia
“Padres,
no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”.
(Colosenses
3:21)
Permisivo
Meta: Controlar los sentimientos |
|
Cuando los padres son: |
Los hijos se hacen: |
• Sobreprotectores |
• Consentidos |
• Débiles, se rinden a la presión |
• Manipuladores |
• Buscan desesperadamente la armonía |
• Irrespetuosos |
• Rescatadores |
• Irresponsables |
• Demasiado serviciales |
• Incapaces |
Ejemplo bíblico
(Lea
1 Samuel 2 y 4)
Elí era un buen hombre que fungía como líder
espiritual, juez y sacerdote de Israel. Sin embargo, fue un padre consentidor y
permisivo que falló al disciplinar a sus dos hijos. No controlaba el
comportamiento rebelde de ellos ni daba buen ejemplo del carácter de Dios.
Al sacrificar su liderato por conservar la
armonía, Elí crió hijos irresponsables que no respetaban al Señor ni a su ley.
“El
que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano
lo corrige”.
(Proverbios
13:24)
Dependiente
Meta: Controlar el comportamiento y los sentimientos |
|
Cuando los padres son: |
Los hijos se hacen: |
• Posesivos |
• Temerosos |
• Manipuladores |
• Engañadores |
• Mal pensados |
• Celosos |
• Inconsistentes |
• Indecisos |
• Controladores |
• Pasivos |
Ejemplo bíblico
(Lea
Génesis 27:2–17, 41–45)
Rebeca trató de tomar el lugar de Dios en la vida
de Jacob, su hijo preferido. Ella creía que no sólo debía proteger a su hijo
menor, sino también tomar por él las decisiones importantes. Rebeca falló al no
confiar en Dios. Urdió un plan y manipuló a Jacob para que engañara a su padre
con tal de obtener la bendición de Dios. Esa intrincada relación entre una
madre controladora y un hijo pasivo provocaron odio, celos y división dentro de
la familia. Para rescatarlo de la ira de su hermano, Rebeca envió a Jacob con
su tío Labán, donde nuevamente Jacob mostró pasividad e indecisión en sus
relaciones…
“Así
ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su
brazo, y su corazón se aparta de Jehová”.
(Jeremías
17:5)
Indiferente
Meta: Evitar la responsabilidad |
|
Cuando los padres son: |
Los hijos se hacen: |
• Apáticos |
• Autosuficientes |
• Ambivalentes |
• Emocionalmente duros |
• Indiferentes |
• Rebeldes |
• Indolentes |
• Inconsistentes |
• No ponen límites |
• Inseguros |
Ejemplo bíblico
(Lea
2 Samuel 13, 14,
15; 1 Reyes
1:5–6)
El rey David tuvo mucho éxito como soldado, pero
fue exageradamente ineficaz en su hogar. De hecho, se mantenía alejado de las
responsabilidades relacionadas con los hijos de sus muchas esposas. Es evidente
que ponía todo su tiempo y energía en “atender sus negocios”.
No existen evidencias de que haya ejercido una
disciplina eficaz cuando sus hijos lo desafiaron abiertamente y mostraron un
comportamiento pecaminoso. La violación de su hija quedó sin castigo, y dos de
sus propios hijos se rebelaron y conspiraron para usurpar el trono de su padre.
“que
gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad”.
(1 Timoteo 3:4)
B. Estilo positivo de crianza
El Desarrollo
Armonioso
Meta: Desarrollar el Carácter |
|
Cuando los padres son: |
Los hijos se hacen: |
• Amorosos |
• Seguros |
• Animadores |
• Confiados |
• Consoladores |
• Compasivos |
• Sinceros |
• Honestos |
• Buenos maestros |
• Sabios |
Ejemplo bíblico
(Lea
2 Timoteo 1:5–7; 3:14–15)
A Timoteo lo criaron sus piadosas madre y abuela.
Loida y Eunice eran ejemplo de fe no fingida que promovía el amor y
desarrollaba la autodisciplina. Desde la infancia entrenaron a Timoteo en las
Sagradas Escrituras que lo llevaron a la fe salvífica en Cristo Jesús. Desde
joven, Timoteo se convirtió en líder de la iglesia y era muy respetado por el
apóstol Pablo.
“Y
el niño (Jesús) crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia
de Dios era sobre él”.
(Lucas
2:40)
Pregunta: “Mi esposa se niega a que los dos
pasemos tiempo juntos sin nuestra hija y tampoco quiere salir de vacaciones
conmigo. ¿Cuál debe ser mi prioridad, mi esposa o mi hija?”
Respuesta: Cuando uno de los
padres da la mayor parte de su atención a un niño físicamente sano, puede estarlo
usando como pretexto para evitar la intimidad con su cónyuge. Uno de los
problemas de ese comportamiento del adulto es que el hijo se siente responsable
de ese padre confundido. Además, esa clase de vida no ejemplifica delante de su
hija lo que es el vínculo matrimonial. Aunque un padre confundido sienta que lo
más importante es invertir tiempo en el hijo, debe haber equilibrio. La Biblia
lo dice mejor:
“Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo
de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo
plantado”. (Eclesiastés 3:1–2)
III. Causas de la crianza deficiente
A. Causas externas
Ningún padre quiere fracasar en la crianza de sus
hijos. Más bien, quiere lo mejor para esos preciosos regalos que Dios puso a su
cuidado. Aunque usted tome su papel de padre con toda seriedad, esté alerta
para no caer en las trampas escondidas que hacen que aun los padres más
dedicados dejen de alcanzar sus metas.
Trampas
Los obstáculos que impiden realizar una buena
labor en la crianza de los hijos se pueden describir con la palabra molde:
Mensajes de rechazo de los padres
• Evita mirarlos a los ojos
• Evita el contacto físico
• Falta de atención concentrada
• Falta de disciplina
Obstáculos espirituales
• Distintas metas y expectativas que el
cónyuge
• Servir a Dios y descuidar a la familia
• Entender mal el carácter de Dios
• Vivir más allá de sus recursos (no
apropiarse de la vida de Cristo que mora en usted)
Lucha de poder
• Los papeles de los padres están cambiados
(padre pasivo, madre controladora)
• Uno de los padres no acepta sus errores
• Uno de los padres es posesivo con el hijo o
con su cónyuge
• Los padres compiten con otros padres a
través de sus hijos
Dejarlos sin supervisión
• Adicción al trabajo
• Ambos padres son profesionales
• Uso excesivo de las guarderías
• Incapaces de darles calidad de tiempo
Empeñarse en buscar un tesoro
• Poner la prioridad en el dinero y las
posesiones
• Buscar la popularidad
• Esfuerzo por obtener prominencia y éxito
• Preferir el placer y los viajes
“Sácame
de la red que han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio” (Salmos 31:4).
Pregunta: “Mi hijo de 19 años está en segundo año
de Universidad y quiere hacer cosas que yo considero malas para él. ¿Tengo
derecho a prohibírselas?”
Respuesta: Si su hijo se
sostiene a sí mismo, compra su comida, paga su renta, compra la gasolina de su
auto y paga su colegiatura, entonces se ha ganado el derecho a tomar sus
propias decisiones. Sin embargo, si su hijo no es independiente, entonces no
tiene el “derecho” a tomar decisiones por sí mismo. Más bien, debe aceptar que
usted tome las decisiones por él.
Si él dice que no es justo, sencillamente explíquele
que la autoridad corresponde quien tiene la responsabilidad. En cualquier
momento que decida tomar la esponsabilidad de su persona, entonces tendrá
derecho a tomar sus propias decisiones.
Sométase
toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
(Romanos
13:1)
B. La raíz del problema
La causa de que haya tantos problemas en la crianza
de los hijos es porque se ignora que debe haber equilibrio entre el amor y los
límites que deben establecerse. Los padres responsables que proveen una
estructura positiva y límites protectores lo hacen por amor. Amar a los hijos
sin ponerles límites no es una crianza positiva. Tampoco lo es poner límites
sin amor.
Creencia errónea:
Padre permisivo
“Lo único que mi hijo necesita es amor. Si le
impongo límites y una estructura, se amargará y perderé el amor de mi hijo”.
Padre impositivo
“Lo único que mi hijo necesita es una estructura y
límites estrictos. Si le permito ser independiente se hará voluntarioso y
rebelde y perderé el control sobre mi hijo”.
Creencia correcta: “Aun si nuestra relación sufre, seré consistente
y equilibrado al mostrar amor a mis hijos haciendo que se cumplan los límites.
Enseñaré a mis hijos el carácter de Dios a través de mi ejemplo”.
“Instruye
al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).
IV. Pasos para encontrar la solución
A menudo los padres sienten que carecen de
preparación para realizar su cometido. Pero una comprensión básica del
desarrollo del niño junto con el arte de aplicar la disciplina positiva le
ayudarán en su esfuerzo de convertirse en el padre que Dios quiere que sea. El primer
paso importante es consultar la palabra de Dios.
A. Versículo Clave Para Memorizar
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”
(Efesios 6:4).
B. Pasaje Clave Para Leer y Meditar
1 Tesalonicenses 2:7–12
Imite el
ejemplo de Pablo al cuidar de la iglesia
• Sea una bendición, no una carga para sus
hijos |
(vv. 7, 9) |
• Muéstreles cariño en todo lo que usted
hace |
(v. 7) |
• Esté consciente de que usted ha sido
enviado como apóstol de Dios para sus hijos |
(v. 8) |
• Sea un canal del amor de Dios y comparta
con ellos la verdad transformadora de Cristo |
(v. 8) |
• Esté dispuesto a darse a sí mismo a un
nivel más íntimo |
(v. 8) |
• Esté dispuesto a soportar trabajos y
fatigas por el bien de sus hijos |
(v. 9) |
• Sea ejemplo de una vida piadosa e
irreprochable |
(v. 10) |
• Conságrese a dirigir, orientar y proteger
a sus hijos |
(v. 11) |
• Anímelos y consuélelos |
(v. 12) |
• No olvide exhortar a sus hijos para que
vivan en forma responsable y piadosa |
(v. 12) |
C. El Desarrollo de su Hijo
Para los pequeños, los padres son el reflejo
terrenal del Dios invisible, este es el diseño divino. Usted es el instrumento
de Dios para llenar las necesidades de sus hijos de tal forma que se despierte
en ellos la sensibilidad espiritual que los lleve a poner su fe en el Señor.
“El
principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen
todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre” (Salmos 111:10).
Infantes
Etapa de dependencia |
Metas de los padres |
• Las necesidades se llenan estableciendo
un vínculo con sus padres |
• Que el hijo se sienta seguro por medio de
caricias tiernas y arrullos. |
• Los pequeños no pueden entender los
conceptos espirituales, pero sí pueden ser influidos por la atmósfera espiritual
que hay en el hogar. |
• Proveer una atmósfera espiritual orando
por su hijo y llenando su hogar con música cristiana |
Sus primeros
pasos
Etapa de exploración |
Metas de los padres |
• Los pequeños son extremadamente curiosos,
no están conscientes del peligro y desean descubrir su mundo. |
• Alentar la curiosidad del niño en un
ambiente seguro en vez de sentirse molestos o ser ásperos. |
• En esta etapa empiezan a separarse de sus
padres, a ser independientes y a decir no. |
• Apoyar su independencia evitando apagar
su espíritu o reaccionar con violencia. |
Antes de ir a
la escuela
Etapa de prueba |
Metas de los padres |
• En esta etapa desafían las reglas para
probar los límites |
• Deben establecer una estructura, poner
límites y mantenerlos con amor. |
• Descubren que pueden engañar y se dan
cuenta que sus padres no son omniscientes y tampoco pueden leer sus mentes. |
• Reflejar la compasión de Dios al corregir
a su hijo. |
Niños en
escuela primaria
Etapa de búsqueda de aceptación |
Metas de los padres |
• Los niños quieren ser aceptados por
distintos grupos realizando diversas actividades y papeles. |
• Manifestar su aceptación y permitirles
ver que su valor viene de Dios. |
• Los niños quieren complacer a sus padres
y maestros y adquieren la moralidad de sus padres, sea buena o mala. |
• Ayudar a sus hijos a memorizar
importantes pasajes bíblicos que muestren los estándares piadosos de Dios y
su plan de darnos vida eterna. (Por ejemplo: “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17). (También lea Romanos 3:23; 6:23;Proverbios
14:12; 1 Juan 1:9; Romanos 10:9; Juan
1:12 y 14:6; Mateo 16:24; y Salmos
119:11.) |
Adolescentes
Etapa de identidad |
Metas de los padres |
• Los adolescentes buscan definir su propio
sistema de valores en vez de aceptar sin cuestionar el de sus padres. |
• Que observen personas que sean modelos de
piedad (pastores, líderes de jóvenes, consejeros de campamentos juveniles,
biografías de líderes cristianos) |
• Son idealistas y empiezan a buscar el
propósito de la vida. |
• Reflejar el carácter de Dios y explicar
que el propósito divino es que todos lleguemos a ser más como Cristo. |
Pregunta: “Como padre, ¿cómo puedo comunicar a mis
hijos que no es sabio tener relaciones sexuales fuera del matrimonio?”
Respuesta: Existen problemas
prácticos, sociales y espirituales que ellos deben conocer.
• Prácticos:
Cuando un hombre y una mujer se relacionan
sexualmente, a menudo resulta en embarazo. Aun si utilizan productos diseñados
para evitar la concepción, esos productos fallan con frecuencia. Pregunte a su
hijo: “¿Estás preparado para dejar casi todo lo que estás haciendo para
mantener a tu hijo? Y si piensas en el aborto, que equivale a quitar la vida de
un niño que no ha nacido, ¿quieres llevar en tu conciencia ese asesinato por el
resto de tu vida?”
• Sociales:
Es mucho más difícil criar bien a los niños nacidos
fuera del matrimonio. No
reciben los mismos cuidados y educación. Los hijos
que nacen en un hogar con dos padres se sienten más seguros.
• Espirituales:
Los animales se aparean cuando deben, pero para
los seres humanos Dios diseñó el acto sexual como algo “santo”. Puesto que
“santo” significa “apartado”, el sexo debe apartarse para consumarse en el
matrimonio. El pacto de entrega mutua que se hace en él protege la relación
entre esposo y esposa. La Biblia dice:
“pues
la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor… Pues
no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:3–4, 7).
D. Desarrolle una disciplina positiva
La disciplina es un entrenamiento que corrige,
moldea y perfecciona las facultades mentales del carácter.
Principios de
Disciplina
Tomados de Hebreos
12
• La disciplina es indispensable |
(v. 5) |
• La disciplina es positiva y sirve para
animar |
(v. 5) |
• La disciplina es una expresión de amor y
aceptación |
(v. 6) |
• La disciplina es parte normal de la
relación entre padres e hijos |
(v. 7) |
• La disciplina produce seguridad |
(v. 8) |
• La disciplina desarrolla el respeto |
(v. 9) |
• La disciplina produce características
piadosas |
(v. 10) |
• La disciplina es dolorosa |
(v. 11) |
• La disciplina produce un comportamiento
correcto y promueve la paz |
(v. 11) |
• La disciplina debe ser consistente |
(v. 11) |
• Para que la disciplina sea aceptada, se
requiere firmeza |
(v. 12) |
• Cuando se acepta voluntariamente y se
obedece, la disciplina trae bienestar |
(v. 13) |
“La
necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la
alejará de él”
(Proverbios
22:15).
Los Noes de la
Disciplina
NO: Se sienta culpable cuando disciplina a su hijo.
En realidad muestra su amor cuando se mantiene firme en los límites que ha
impuesto.
NO: Tenga miedo de que va a perder el amor de
su hijo. Cuando usted obedece a Dios, se gana el respeto de su hijo.
NO: Considere que una estructura con límites
es un castigo. En realidad, está estableciendo límites que le serán
provechosos.
NO: Trate de manipular a su hijo haciéndole
sentir miedo o culpa. Vea la disciplina como un paso positivo para que su hijo
regrese a la senda correcta.
NO: Avergüence a su hijo frente a otros.
Recuerde alabarlo en público y corregirlo en privado.
NO: Menosprecie a su hijo usando el sarcasmo.
Hable la verdad en amor y discipline con compasión.
NO: Compare a su hijo con otros. Véalo como una
creación de Dios única.
NO: Discipline a su hijo cuando esté
enojado. Espere a que pase el enojo y pida a Dios sabiduría para disciplinarlo
correctamente.
NO: Use su mano para corregirlo. Utilice un
objeto neutral, no el cinturón del padre o el cepillo de la madre, sino un
objeto como una vara.
“El
que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano
lo corrige”
(Proverbios
13:24).
Los Síes de la
disciplina
“La
vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su
madre”
(Proverbios
29:15).
SÍ: Moldee la voluntad sin quebrantar su espíritu
• La voluntad de un hijo se moldea
aplicando la disciplina correcta cuando él trata de ir contra la voluntad de
los padres.
• El espíritu se eleva cuando se nos
valora como una creación única de Dios y se nos trata con amabilidad y respeto.
• El espíritu de un hijo puede
quebrantarse cuando vive en una atmósfera demasiado estricta o con muchas
reglas, cuando se le critica o molesta en exceso, o cuando se le hacen acusaciones
falsas, hay inflexibilidad, impaciencia o castigos exagerados.
Ejemplo:
Un
caballo salvaje es de alta estima. Sin embargo, el caballo más valioso es el
que obedece al menor toque de las riendas de su jinete. La meta del domador es
someter la voluntad del caballo, pero no su espíritu. Como padres, nuestra meta
debe ser moldear la voluntad del hijo sin quebrantar su espíritu.
“Padres,
no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”
(Colosenses
3:21).
SÍ: Comunique sus expectativas con claridad.
• Póngase al nivel de los ojos de su hijo.
• Antes del problema, describa detalladamente
lo que espera de él en cuanto a la estructura y los límites.
• Obtenga su aceptación y pídale que repita
lo que entendió en cuanto a sus expectativas.
• Cuando se presente el momento en que su
hijo debe obedecer, hágale un recordatorio amable.
Ejemplo:
Nunca diga:
“¿No crees que ya es hora de que te vayas a la cama?”
Sí diga:
“Recuerda que acordamos que te irías a dormir a las 8:30. Ya son las 8:20, ¿qué
deberías estar haciendo ahorita?”
“…os
rogamos y exhortamos cómo os conviene conduciros y agradar a Dios”
(1
Tesalonicenses 4:1).
SÍ: Establezca cuáles serán las consecuencias
negativas de su desobediencia.
• Para determinar los castigos, analice qué
le gusta o disgusta a su hijo.
• Si es posible, elija un castigo que se
relacione con su transgresión.
• Comunique claramente cuál será el castigo.
• Antes de que surja un problema, obtenga la
aprobación de su hijo a ese castigo.
• Permita que su hijo experimente las
consecuencias de su desobediencia.
Ejemplo:
Tomás,
de diez años, vive en una calle muy agitada. Le gusta andar en bicicleta con su
amigo que vive cruzando la calle, pero sus padres le dijeron que nunca cruce la
calle sin un adulto presente. Si Tomás desobedece, no se le permitirá andar en
bicicleta al siguiente día.
“Castiga
a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para
destruirlo”
(Proverbios
19:18).
SÍ: Considere la posibilidad de pegarle a su hijo con
la vara cuando desafíe su autoridad.
• El propósito de pegarle es para que el hijo
asocie el mal comportamiento con el dolor.
• Nunca pegue a su hijo cuando esté enojado o
por venganza, sino con dolor.
• Pegue a su hijo en privado, no frente a
otros.
• Explíquele la razón por la que le pega.
• Pida a su hijo que repita la razón por la
que pagará las consecuencias.
• Aplique a su hijo algunos golpes de vara
sólo en las asentaderas.
• Consuele a su hijo verbal y físicamente
inmediatamente después de pegarle.
• Los golpes sólo deben usarse cuando sean
productivos. (Algunos niños no requieren de ellos para arrepentirse, otros no
reaccionan a ellos.)
Ejemplo:
“Susana,
¿qué te dije acerca de no escupir a tu hermana? …Sí, se supone que nunca debes
escupir a nadie, pero ¿qué hiciste? …Si, desobedeciste. ¿Qué sucede cuando
desobedeces a mamá o papá? …Correcto, tenemos que pegarte porque te amamos y
queremos que aprendas a hacer lo que es correcto”. (Después de pegarle abrace a
su hija y permita que llore.) Después diga: “Susana, ¿te arrepientes de haber
desobedecido?… Bueno, me alegra y te perdono. Ahora, ve a pedir perdón a tu
hermana”.
“No
rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. lo
castigarás con vara, y librarás su alma del Seol”
(Proverbios
23:13–14).
SÍ: Anime y desarrolle la responsabilidad.
• Permita que su hijo tome decisiones.
• Permita que su hijo experimente las
consecuencias de sus malas decisiones y se beneficie de las buenas decisiones.
• Si su hijo es responsable, concédale mayor
libertad.
• Si su hijo es irresponsable, restrinja su
libertad
Ejemplo:
A
Karina de siete años, se le dijo: “Puedes jugar en el jardín que está al frente
de la casa, pero no puedes salir de él ni jugar en la calle”. Si Karina
desobedece, dígale: “¿Cuál es la regla en cuanto a salir del jardín? …¿Por qué
pusimos esa regla?… Si, esa regla es para tu seguridad. Por hoy no jugarás más
en el jardín”.
“El
hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura a la que lo dio a luz”
(Proverbios
17:25).
SÍ: Asigne tareas benéficas.
• Los quehaceres deben asignarse a toda la
familia.
• Debe explicarse que los quehaceres
benefician a toda la familia.
• Deben definirse y detallarse con claridad.
• Deben ser compatibles con la capacidad del
hijo.
• Debe darse un tiempo límite para que cumpla
con ellos.
• Los quehaceres deben ser exigidos
consistentemente y asegurarse de que se realizan.
Ejemplo:
No diga:
“Miguel, quiero que cortes el pasto una vez a la semana”.
Sí diga:
“Miguel, puesto que accediste a cortar el pasto antes de salir todos los
sábados, no olvides pasar la cortadora alrededor de la banqueta. Al terminar,
limpia y guarda todo el equipo”
“En
toda labor hay fruto; mas las vanas palabras de los labios empobrecen”
(Proverbios
14:23).
SÍ: Refuerce el comportamiento positivo.
• Alabe
a su hijo cuando muestre virtudes de carácter
“¡Tu
cuarto se ve grandioso! Estoy orgulloso por tu diligencia y porque terminaste
bien el trabajo”.
• Agradezca
a su hijo
“Agradezco
mucho tu disposición de ir a la tienda. Gracias por tu ayuda”.
• Reconozca
a su hijo frente a otros.
“Juan,
ojalá hubieras escuchado las felicitaciones que recibimos después de que Pedro
cortó tan bien el pasto”.
• Dé atención
a su hijo
“Lisa,
escuché que aprendiste a echarte clavados desde la orilla de la alberca. Me
encantaría ver cómo lo haces”
• Respete
a su hijo
“Cristina,
respeto tu deseo de tener privacidad. No entraré a tu cuarto sin tocar la
puerta”.
• Dé a su hijo sonrisas y afecto físico
Los
niños deben ser tocados con amor por sus padres —con abrazos, besos, apretones,
palmadas en la espalda o poniendo la mano en su hombro.
“Por
lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis”
(1
Tesalonicenses 5:11).
SÍ: Sea consistente
• Ambos padres deben coincidir en todo lo
relacionado con los hijos, aun cuando disientan en privado.
• Sólo haga promesas que va a cumplir.
• Piense con cuidado cada petición antes de
decir que no.
• No exija que se hagan demasiados cambios
importantes a la vez.
• Evalúe sus reglas y cámbielas a medida que
crece su hijo.
Ejemplo:
Si
usted y su cónyuge difieren en cuanto al método de disciplina, discutan la
situación en privado. Escuche al otro cuando hable de sus emociones y razones a
favor o en contra de la corrección. Lleguen a un acuerdo o concesión de tal
forma que haya consistencia en la vida de su hijo.
“Con
sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se
llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable”
(Proverbios
24:3–4).
E. Cómo ayudar y sanar a los hijos que viven con
enojo
Los hijos son moldeables. Aunque tienen su propia
voluntad (que de paso es pecaminosa), sí reaccionan a las personas y sus
circunstancias. Cuando los padres estructuran su hogar conforme a la palabra de
Dios, los hijos aprenden a convertir su ira destructiva en formas constructivas
de resolver los problemas. Aprenden a mostrar amor en vez de enojo.
“El
odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas”
(Proverbios
10:12)
Sea un modelo
de amor y escuche atentamente
• Escuche
con los oídos y el corazón
—Si usted tiene un hijo que vive enojado,
pregúntele: “Ayúdame a entender por qué estás enojado. ¿Por favor, puedes
decírmelo?” Escuche con cuidado. Repita lo que le dijo. Después pregunte:
“¿Entendí bien?” Y: “¿Hay algo más??”
—Aprenda a conocer el
corazón de cada uno de sus hijos. Pregúnteles acerca de sus sueños y deseos,
sus sentimientos y temores, sus preferencias y lo que no les gusta. Escúchelos
sin juzgar, sino con la esperanza de entenderlos.
“Por
esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,
tardo para airarse”.
(Santiago 1:19)
• Sea un
modelo de arrepentimiento y perdón
—La mejor forma de enseñar a un hijo a
arrepentirse y pedir perdón es demostrándolo usted con hechos. Cuando usted
cometa una falta contra su cónyuge en presencia de sus hijos, debe pedir perdón
en frente de ellos y después demostrar que quiere cambiar su comportamiento.
—Cuando usted cometa una
falta contra sus hijos, pídales perdón y después cambie su comportamiento hacia
ellos diciendo: “Me doy cuenta de que me equivoqué (mencione sus malas
actitudes). ¿Me perdonas?”
“Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate
primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”
(Mateo
5:23–24)
• Organice
a su familia siguiendo el patrón divino.
—Si su familia está controlada por sus
hijos, ellos tenderán a exigir que se haga su voluntad y se enojarán cuando
ésta no se cumple.
—Cuando el hogar está
controlado por padres piadosos, desaparecen muchas de las dinámicas que hacen
surgir el enojo en los hijos.
“Oye,
hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu
madre”.
(Proverbios
1:8)
• Establezca
límites razonables y apropiados a cada edad que incluyan premios y
Consecuencias.
—Decida qué premios va a darles por mantenerse dentro del límite (por ejemplo,
pueden pasar más tiempo con sus amigos) y
—Las consecuencias que tendrá que pasar por pasarse del límite
(pasar menos tiempo con sus amigos).
—Explíquele las razones:
“Yo quisiera que pasaras más tiempo con tus amigos, pero sólo tú puedes decidir
si quieres sufrir las consecuencias o recibir el premio. Si no te mantienes
dentro del límite, tú eres el que decides cuánto tiempo vas a poder pasar con
ellos”.
“…cómo
os conviene conduciros y agradar a Dios”.
(1
Tesalonicenses 4:1)
• Refuerce
los límites consistentemente.
—Nunca ponga ultimátum que no va a
cumplir. Cumpla su palabra.
—Si no puede disciplinar al
momento de la desobediencia, informe a su hijo las consecuencias que sufrirá
posteriormente.
“Castiga
a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para
destruirlo”. (Proverbios 19:18)
• Aprenda
a manejar su ira apropiadamente.
—Usted es el modelo de buenas relaciones para
sus hijos. Si usted es un padre enojón, ellos aprenderán la forma iracunda de
relacionarse.
—Los hijos que tienen
padres iracundos a menudo piensan que Dios es igual. Si es usted un padre
siempre enojado, sus hijos tal vez rechacen su religión y fe porque la perciben
como una práctica áspera y llena de ira.
“Pero
ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca”.
(Colosenses
3:8)
• Haga
que su disciplina siempre esté motivada por el amor, no por la ira.
—Ejerza la disciplina porque su hijo la
necesita, no porque él le haya herido a usted.
—Cuando aplique la
disciplina, asegúrese de que sus hijos reconocen que usted los ama.
No les dé la impresión de que los odia o los
desaprueba. Dales el valor que tienen como sus hijos y como miembros valiosos
de su familia. Deje en claro que lo que usted rechaza es su comportamiento, no
a ellos.
“Yo
reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete”.
(Apocalipsis
3:19)
• Ame a
su cónyuge abierta e incondicionalmente.
—La forma en que los hijos se relacionan
con los demás es un reflejo de la forma en que lo hacen los padres.
—Cuando los padres
demuestran poco amor hacia el otro, los hijos se sienten inseguros y por lo
tanto, enojados.
—La mejor forma de dar
seguridad a sus hijos es amando a su cónyuge.
“Por
lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la
mujer respete a su marido”.
(Efesios
5:33)
• Valúe a
cada uno de sus hijos de la misma manera y no muestre favoritismo.
—Cuando muestra favoritismo por uno de sus
hijos, usted provoca el enojo en los demás.
—La igualdad no significa
que le dé a todos sus hijos los mismos regalos o la misma cantidad de helado.
Significa que usted no muestra más amor a uno que a otro.
“Hermanos
míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de
personas”
(Santiago
2:1)
• Anime y
afirme a cada uno de sus hijos todos los días.
—Alábelos en forma regular, tanto por las
cosas pequeñas como por las grandes. Los hijos quieren agradar a sus padres.
Hágales saber que no tienen por qué buscar su aprobación, porque usted los ama
incondicionalmente.
—Los hijos son un regalo de
Dios. Recuérdeles cuán agradecido está con Dios porque se los dio a usted.
“He
aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”.
(Salmos
127:3)
F. Déjelo ir
Su hijo es un regalo temporal de Dios. Así como
las flechas son para lanzarse desde un arco, los hijos son para que se eleven
por sí mismos. Cuanto más ore y confíe en el cuidado personal de Dios por su
hijo, menos posesivo y renuente estará para soltarlo en las manos divinas.
• DEJE de ver a su hijo como si fuera
una extensión de usted.
• DEJE el deseo de poseer a su hijo.
• DEJE la inclinación de controlar a
su hijo.
• DEJE a un lado las expectativas que
tenía para su hijo.
• DEJE de entremeterse para evitar que
fracase su hijo.
• DEJE de buscar la armonía perfecta
todo el tiempo.
• DEJE a un lado su propia necesidad
de amor.
• DEJE de pensar que su principal
identidad proviene de la crianza de sus hijos.
“He
aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud”
(Salmos
127:3–4).
La acción más perdurable que puede
realizar como padre es reflejar el carácter de Cristo ante su hijo.
—June Hunt
Esperanza para los padres que
sufren
Padres e hijos
pródigos
La parábola del hijo pródigo es el relato de un
padre que sufrió el dolor de criar a un hijo que rechazó el entrenamiento que
recibió en su infancia y decidió seguir su camino. El padre devoto de Lucas 15:11–32 ¡dejó que su hijo se fuera del
hogar! Con esa acción, respetó la dignidad de su hijo y le permitió tomar sus
propias decisiones. Pero nunca perdió la esperanza de recuperarlo. Sólo cuando
llegamos a un estado de desesperación parecido y decidimos poner a los hijos en
las manos amorosas de Dios, es que el Señor tiene la completa libertad para
empezar a trabajar en las vidas de ellos. Por tanto, proceda de la siguiente
manera:
Procure
edificar una nueva relación con su hijo.
Reciba
la compasión de Dios.
Observe
con cuidado sus emociones.
Cambie
su dolor por la paz de Dios.
Entregue
el futuro a Dios.
Deje
el pasado atrás.
Acepte
que usted también necesita de Dios.
PROCURE edificar una nueva relación
con su hijo.
• Deje de intentar cambiar a su hijo —empiece
a cambiar usted.
• Deje de juzgar —empiece a respetar.
• Deje de criticar —empiece a apreciar y
felicitar.
• Deje de hablar —empiece a escuchar.
“soportándoos
unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Colosenses 3:13).
RECIBA la compasión de Dios.
• Dios entiende su dolor.
• Dios está pendiente de sus necesidades y
debilidades.
• Dios ama a su hijo aún más que usted.
• La compasión divina nunca falla.
“Por
la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias” (Lamentaciones 3:22).
OBSERVE con cuidado sus emociones.
• ¿Me apena lo que otros puedan pensar?
• ¿Me da miedo lo que pueda sucederle a mi
hijo?
• ¿Estoy enojado por lo que me está haciendo
mi hijo?
• ¿Estoy decepcionado de esta vida?
• ¿He permitido que la auto compasión me
lleve a la depresión?
• ¿He perdido la fe en Dios debido a esta
pena?
“Examíname,
oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay
en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”
(Salmos 139:23–24).
CAMBIE su dolor por la paz de Dios.
• Decida confiar en la misericordia divina.
• Decida confiar en la fidelidad de Dios.
• Decida creer que Dios puede intervenir.
• Decida vivir en la presencia de Dios.
“Tú
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en
ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está
la fortaleza de los siglos”
(Isaías 26:3–4).
ENTREGUE el futuro a Dios.
• Dios nos da una segunda oportunidad.
• Dios tiene un concepto diferente del tiempo
que nosotros.
• Dios sigue obrando continuamente.
• Dios tiene todos los recursos que necesita
para cumplir sus propósitos.
“Por
lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”
(2 Timoteo 1:12).
DEJE el pasado atrás.
• No caiga en el juego de culpar a otros.
• No se agobie por los “si hubiera…”
• No trate de encontrar explicación a lo
sucedido.
• No acepte la responsabilidad por las
decisiones de su hijo.
“No
os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He
aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez
abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”
(Isaías 43:18–19).
ACEPTE que usted también necesita de
Dios.
• Acepto que mi corazón está quebrantado por
lo que hizo mi hijo.
• No puedo llevar este dolor yo solo.
• Creo que esta aflicción es un acto del amor
de Dios para enseñarme a depender más de él.
• Dejaré que Cristo que mora en mí sea quien
me sostenga y fortalezca.
“Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).
“Así
ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque
salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo”
(Jeremías
31:16)