El meollo del asunto
por June Hunt
¿Se ha puesto a
considerar el gran impacto que tienen sus palabras?
Un comentario
descuidado, una ofensa o una mueca sarcástica.
¿Qué comunica a
los demás? Sus palabras tienen el poder de traer al corazón de su prójimo la
vida o la muerte. Lo que dice y hace puede edificar o destruir a los demás.
“La
muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus
frutos”.
(Proverbios
18:21)
I. Definición
“¡Por más que trato de comunicarme, no puedo!”
Esto lo decimos con frecuencia, pero no tiene fundamento en la verdad. Cuando
hablamos, enviamos mensajes que revelan los verdaderos deseos de nuestro
corazón. La comunicación no sólo es lo que dice; incluye también cómo lo dice,
cómo escucha y cómo mira a los demás. El problema no es comunicar o no, sino
qué es lo que queremos decir. Lo que hace que usted anime o desanime a alguien
o que ayude o lastime, es lo que hay en su corazón. Su comunicación se origina
en su corazón, no en su mente.
“Porque
de la abundancia del corazón habla la boca”.
(Mateo
12:34)
A. ¿Qué es la comunicación?
Infortunadamente, muchas conversaciones se pueden
comparar a un juego de tenis, en el que dos jugadores se colocan en los lados
opuestos de la cancha y se preparan para lanzar la pelota por encima de la red
de tal manera que el otro tiene pocas probabilidades de regresarla con éxito.
La meta no es dejar que la pelota vaya de un lado al otro, sino lanzarla para
evitar que pueda ser contestada.
La buena conversación entre personas se puede
caracterizar como un juego de “atrapar”. Ambas personas tratan de enviar la
pelota hacia el otro de modo que pueda recibirla y después regresarla
exitosamente. La meta no es ganar, sino hacer que la pelota vaya de uno al
otro.
• La comunicación es el proceso interactivo
verbal o no verbal mediante el cual se intercambian pensamientos y sentimientos
—el receptor entiende el mensaje que el emisor envía.
—La comunicación verbal es aquella
que emite pensamientos y sentimientos con palabras — esto incluye las palabras
que se utilizan y la forma en que se dicen.
—La comunicación no verbal
expresa pensamientos y sentimientos sin palabras. (Gestos, postura, ademanes,
contacto visual directo o indirecto, actitud paciente o impaciente al escuchar,
contacto físico brusco o suave, apariencia en el vestir, forma de responder
apática o amablemente, forma de besar platónica o romántica, estilo de
disciplinar, forma de usar el dinero o de dar regalos.)
• El Antiguo Testamento utiliza el término
hebreo dabar, que significa “palabra”
para expresar el concepto de la comunicación. Implica hablar acerca de un
asunto. La Biblia es conocida como la “palabra de Dios” porque es el medio por
el cual Dios nos comunica las verdades acerca de él mismo. El idioma del
Antiguo Testamento también confirma el poder vivificante de la palabra de Dios.
“Envió
su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”. (Salmo
107:20)
• En el idioma griego del Nuevo Testamento,
el término logos (verbo) no es sólo
una “expresión de pensamientos, conceptos o ideas”, sino que también se refiere
a una persona. En el primer capítulo del evangelio de Juan, “el Verbo” (logos) se refiere a la expresión divina,
Jesucristo.
“Y
aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad”. (Juan 1:14)
Pregunta: “¿Cómo puedo comunicarme de tal forma que
agrade más a Dios?”
Respuesta: La forma de comunicación que más le agrada a Dios
es la que refleja al Señor Jesucristo en todo lo que dice y hace.
Permita que Jesucristo sea el Señor de su vida y
que él hable sus palabras y realice sus acciones a través de usted.
“La
palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos
unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al
Señor con Salmo e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de
palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a
Dios Padre por medio de él”. (Colosenses 3:16–17)
B. Directrices para comunicarse eficazmente
La Biblia provee un gran número de directrices
para escoger las palabras que utilizamos durante una conversación.
La buena comunicación entre personas tiene estas
tres características básicas.
#1 Calor—transmite aceptación y
cortesía.
Equivale a decir: “Eres importante y valioso para
mí. Me gusta estar contigo y te respeto. No trataré de hacerte una copia exacta
de mi persona. Más bien, deseo que tú alcances tu potencial completo”.
#2 Autenticidad—no tener motivos
escondidos.
La autenticidad dice: “No estoy tratando de
manipularte, ni de obligarte a hacer mi voluntad. Quiero que te sientas seguro
para comunicarte conmigo y permitir que tengas confianza en que seré veraz
contigo”.
#3 Empatía—es ponerse en las
circunstancias del otro—“andar en sus zapatos”.
La empatía dice: “Aunque no puedo saber
exactamente lo que te está pasando, estoy tratando de entender las emociones
que sientes así como el reto que enfrentas. Trataré de entenderte en lugar de
pretender que tú me entiendas a mí”.
Los siguientes son diez mandamientos que reflejan
los principios fundamentales para lograr una comunicación eficaz.
Los Diez
Mandamientos de la Comunicación
I. Hablarás siempre con la verdad.
“Los
labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su
contentamiento”. (Proverbios 12:22)
II. Siempre utilizarás tus
palabras para agradar a Dios.
“Sean
gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh
Jehová, roca mía, y redentor mío”. (Salmo 19:14)
III. Cuidarás que tus palabras
siempre den vida al oyente.
“La
muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus
frutos”. (Proverbios 18:21)
IV. Procurarás que tus palabras den ánimo al prójimo.
“Por
lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis”.
(1 Tesalonicenses 5:11)
V. Harás que tus palabras
siempre sean transmitidas con gracia.
“Las
palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio
causan su propia ruina”. (Eclesiastés 10:12)
VI. Estudiarás para que tus
palabras sean dichas con sabiduría.
“En
los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para las espaldas
del falto de cordura”. (Proverbios 10:13)
VII. Escogerás tus palabras sabiamente.
“En
las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es
prudente”.
(Proverbios 10:19)
VIII. Dirás tus palabras en el mejor momento.
“El
hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán
buena es!” (Proverbios 15:23)
IX. Considerarás tus palabras como una inversión.
“El
hombre será saciado de bien del fruto de su boca; y le será pagado según la
obra de sus manos”. (Proverbios 12:14)
X. Harás lo posible para que tus
palabras sean dichas en amor.
“Si
yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal
que resuena, o címbalo que retiñe”. (1 Corintios
13:1)
“No
hablarás contra tu prójimo falso testimonio”.
(Éxodo
20:16)
C. ¿Cuáles son los cinco Niveles de la
comunicación?
Aunque a veces nos jactamos de ser demasiado
sinceros y abiertos, la verdad es que todos protegemos nuestros sentimientos y
pensamientos poniendo “armadura de hierro” a nuestras palabras. Lo primero que
hicieron Adán y Eva después caer en pecado, fue protegerse y esconderse. Ya no
querían ser abiertos y sinceros con Dios. De una forma u otra, todos hacemos lo
mismo. Nos confeccionamos máscaras que esconden nuestras necesidades más
íntimas. Los cinco niveles de la comunicación nos ayudan a sincerarnos confiadamente
con Dios, y como resultado, podemos encarar la realidad sin temor a ser
vulnerables ante el prójimo.
“Entonces
fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos;
entonces cosieron hojas de
higuera, y se hicieron delantales.
… y el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto”.
(Génesis
3:7–8)
Nivel #1 |
Comunicación común
(Superficial) Son comentarios generales y preguntas que se intercambian en forma
rutinaria entre extraños. Mientras que por lo general se utiliza para
reconocer la presencia de alguien, también puede abrir la puerta para lograr
niveles más profundos de conversación. |
|
Ejemplos: “Gusto en
conocerle” o, “¿Dónde están los elevadores?” |
|
Lea Juan 4:7–9. |
Nivel #2 |
Comunicación casual Intercambio de palabras e información, pero sin interacción genuina. Esta
etapa de la comunicación se enfoca en personas, eventos o lugares. |
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Ejemplos: “¿Tiene algún
tiempo de conocer a María García? o, “¿Alguna vez ha ido al mar? |
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Lea Juan 4:10–11. |
Nivel #3 |
Comunicación confortable En este nivel es posible comunicar ideas y puntos de vista personales,
dando así el primer paso hacia el “riesgo” de ser descubiertos
emocionalmente. Se expresan con facilidad las objeciones, juicios y
decisiones. La interacción genuina se produce aunque existen todavía algunas
precauciones ya que las “antenas emocionales” buscan ávidamente alguna señal
de rechazo o reprobación. |
|
Ejemplos: “Creo que el
gobierno quiere tener demasiada autoridad sobre nuestros hijos en las
escuelas”. O, “Ha de ser muy incómodo vivir en un lugar tan extremadamente
frío durante el invierno” |
|
Lea Juan 4:12–14. |
Nivel #4 |
Comunicación que se
preocupa En este nivel se comparten sentimientos y emociones yendo más allá de las
palabras para revelar a la persona verdadera. En este nivel no sólo se
transmiten ideas personales, sino también se comparte lo que realmente se siente hacia esas ideas. La persona se expresa
con el deseo sincero de ser conocida y comprendida. |
|
Ejemplos: “Dios te ha dado
muchos talentos… y a veces me siento inferior”. O, “Creo que eres muy
inteligente… me siento muy orgulloso de ser tu amigo”. |
|
Lea Juan 4:16–26. |
Nivel #5 |
Comunicación comprometida Se hace con plena libertad. La persona no tiene temor al rechazo o a ser
juzgada. Sostiene conversaciones que revelan una relación completamente
emocional con los demás. Este nivel de comunicación esta reservado para la
comunión con Dios, con el cónyuge, y con amistades verdaderas donde se
requiere transparencia total y sinceridad
completa. Aunque estas experiencias no sean permanentes, son encuentros
íntimos donde los sentimientos se comparten con sinceridad. Las dos personas
comparten y sienten lo mismo, alcanzando una comprensión mutua. El resultado
en esta etapa es… |
|
¡Una comunicación
perfecta! |
|
Ejemplos: “Quizá pienses
que soy demasiado sensible, pero me sentí herido cuando diste a tu amiga
Karen tantos detalles de mi enfermedad”. O, “No sé por que, pero me molesta
bastante que te rías de mis errores”. |
|
Lea Juan 11:32–35. |
La deshonestidad tiene formas muy sutiles de
emerger en todas nuestras relaciones. El resultado es la desintegración de la
comunicación sincera. Cualquiera que piense que para “guardar la paz” tiene que
mentir y cubrir sus verdaderos sentimientos, esta desarrollando patrones
destructivos de la comunicación profunda y completa.
“El
que odia disimula con sus labios; mas en su interior maquina engaño”.
(Proverbios
26:24)
II. Características de la comunicación negativa
Todos debemos reconocer que hemos fallado en
cumplir el ideal divino de la comunicación. Sin pensarlo, tratamos de
satisfacer nuestras necesidades internas hablando y respondiendo en forma
amenazadora o destructiva. Veamos algunas palabras y formas de comunicación
verbal y no verbal que demuestran un hábito de comunicación negativa, ofensiva
al oyente.
“Para
librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades”.
(Proverbios
2:12)
A. Las palabras que hieren son:
“El
corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios”.
(Proverbios
16:23)
• Degradantes
Son expresiones desconsideradas, insensibles, que
molestan y critican. Son burlonas, ásperas, sin tacto, poco delicadas, en suma,
palabras inapropiadas—
Ejemplos:
—“Por supuesto que tú no crees en eso”.
—“Tu amigo es muy deseable
y sensual”.
“Hay
hombres cuyas palabras son como golpes de espada”. (Proverbios
12:18)
• Exigentes
Palabras mandonas, amenazantes, que provocan pleitos.
Son maldicientes, acusadoras, provocadoras, palabras iracundas—
Ejemplos:
—“Mas te vale que lo hagas, o verás cómo
te va”.
—“¿Por qué llegaste tan
tarde? ¿Dónde estabas?”
“Cruel
es la ira, e impetuoso el furor”. (Proverbios 27:4)
• Reprobatorias
Palabras moralistas, sermoneadoras, criticonas,
juzgonas, palabras condenatorias—
Ejemplos:
—“Nunca tomas en cuenta mis sentimientos”.
—“Podrías haberlo hecho
mejor”.
“La
muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus
frutos”. (Proverbios 18:21)
• Destructivas
Palabras chismosas, que siembran discordia y
defraudan la confianza, que desacreditan, subestiman, y culpan a los demás, palabras difamantes—
Ejemplos:
—“Nunca llegas a tiempo al trabajo”.
—“Más te vale que no vuelva
a suceder”.
“El
hipócrita con la boca daña a su prójimo”. (Proverbios
11:9)
• Engañosas
Palabras mentirosas, exageradas, presuntuosas,
vanagloriosas, halagadoras, no sinceras, palabras
engañosas—
Ejemplos:
—“Yo nunca me enojo con nadie”.
—“Mi meta siempre ha sido
beneficiar a todos”.
“La
lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es quebrantamiento
de espíritu”. (Proverbios 15:4)
B. Actitudes hirientes
• Acciones
Desagradables
Veamos cómo la comunicación irresponsable e
insensible crea hábitos negativos que desagradan a Dios aunque la persona no se
dé cuenta.
“Porque
los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y él considera todas sus
veredas”.
(Proverbios
5:21)
—¿Trato de sobresalir? |
¿monopolizo o controlo la conversación? |
—¿Estoy interrumpiendo? |
movido por un espíritu de competencia. |
—¿Estoy renegando? |
busco fallas de continuo en los demás. |
—¿Estoy quejándome? |
¿inundo la conversación de conflictos y
controversias? |
—¿Estoy criticando? |
¿me enfoco sólo en lo negativo? |
—¿Estoy ofendiendo? |
¿hago comentarios sarcásticos y burlones? |
—¿Estoy ridiculizando? |
¿utilizo a los demás como objeto de burla? |
—¿Estoy discutiendo? |
¿me enzarzo en desacuerdo y en disputas
continuas? |
—¿Estoy sermoneando? |
¿doy consejos que nadie pidió? |
—¿Estoy generalizando? |
minimizando o subestimando los temas importantes |
“El
hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los
hermanos son como cerrojos de alcázar”.
(Proverbios
18:19)
• Acciones
Defensivas
Estas diez formas de defensa personal que
generalmente no son intencionales, sirven para ocultar la realidad de los
defectos e imperfecciones personales.
“El
que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta
alcanzará misericordia”
(Proverbios
28:13)
—¿Soy de los que se oponen y niegan todo
al que me enfrenta?
—¿Soy de los que evitan la
auto evaluación enfocándome más en los defectos de los demás?
—¿Soy de los que justifican
sus malas acciones culpando a otros?
—¿Soy de los que recuerdan
a los demás sus errores del pasado?
—¿Soy de los que dan
excusas y culpan a las circunstancias por su mala conducta?
—¿Soy de los que discuten
un punto insignificante para evitar el punto central?
—¿Soy de los que cambian el
tema sin responder a lo que se me dijo?
—¿Soy de los que no hablan
o contestan —utilizando la ley del silencio?
—¿Soy de los que se
esconden en sus ocupaciones para evitar la intimidad?
—¿Soy de los que ignoran su
dolor y esconden sus sentimientos?
“El
oído que escucha las amonestaciones de la vida, entre los sabios morará”.
(Proverbios
15:31)
• Conducta
Engañosa
Diez formas intencionales
de engañar (mentiras y artimañas) que revelan la rebeldía abierta y la negación
contumaz contra el señorío de Dios sobre nuestra vida.
“La
ciencia del prudente está en entender su camino; mas la indiscreción de los
necios es engaño”.
(Proverbios
14:8)
—¿Miento? |
al dar información o
impresiones falsas. |
—¿Culpo? |
echando la culpa a otros. |
—¿Halago? |
alabando con intenciones
ocultas. |
—¿Digo chismes? |
esparciendo rumores
falsos. |
—¿Hago alarde? |
presumiendo y
vanagloriándome. |
—¿Me desvío? |
cambiando el tema. |
—¿Hago berrinches? |
me niego a comunicarme
verbalmente. |
—¿Finjo atención? |
finjo que apoyo y estoy de
acuerdo. |
—¿Discrimino? |
sólo escucho lo que me
conviene. |
—¿Confundo? |
comunico sólo verdades a
medias. |
“No
mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se
va renovando hasta el conocimiento pleno”.
(Colosenses
3:9–10)
III. Causas de la comunicación negativa
Fuimos creados para relacionarnos con otros. El
deseo de Dios no sólo es que disfrutemos una relación con él, sino también que
desarrollemos y experimentemos vínculos genuinos con otras personas. ¿Recuerda
la reacción de Adán cuando Dios lo buscó en el jardín? Podríamos parafrasearlo
de la siguiente forma: “Escuché que querías comunicarte conmigo, pero sabiendo
que había pecado tenía mucho miedo de que hubieras dejado de amarme. Pensé que
sería mejor esconderme para que no me vieras. En realidad, ¡yo no tuve la
culpa! La compañera que me diste fue la causante de todo el problema”. Adán
comenzó a reflejar su pecado cuando trató de satisfacer sus propias necesidades
de amor, significancia y seguridad de la mejor forma que él sabía.
“Mas
Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu
voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
Y Dios le dijo: ¿Quién te
enseñó que estabas desnudo?
¿Has comido del árbol de que
yo te mandé no comieses?
Y el hombre respondió: La
mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí”.
(Génesis
3:9–12)
Pregunta: “¿Por qué es tan difícil tener una buena
comunicación con quienes están más cerca de mí?”
Respuesta: Para mantener una comunicación madura debemos ser
sinceros y comportarnos como somos frente a las personas que nos aman. El temor
al rechazo nos lleva a inventar técnicas diversas para esconder nuestra
inseguridad y temor. Quizá no estemos conscientes de ello, pero puede ser un
hábito destructivo que adquirimos en la infancia y seguimos usándolo en la edad
adulta. Por eso se nos dificulta tener una comunicación sincera y correcta.
“Cuando
yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas
cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”. (1
Corintios 13:11)
A. Motivos ocultos
¿Estoy permitiendo que Dios satisfaga mis
necesidades de significancia, amor y seguridad? ¿Confío completamente en el
valor que Dios me ha dado? Cuando sé que tengo todo lo que necesito en la persona
de Jesucristo, mi corazón queda libre para enfocarse en las necesidades de los
demás. Así es como Cristo comunica su amor a través de mí. Examine su corazón.
¿Está libre para amar a los demás, o sigue en esclavitud procurando satisfacer
primero sus necesidades egoístas siguiendo sus planes secretos?
“Engañoso
es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
(Jeremías
17:9)
• La gente me amará si escondo mis
errores, si oculto mis sentimientos, si me veo bien, si soy popular, si doy
regalos, si halago a los que me rodean, y si siempre estoy dispuesto a ayudar.
• Me sentiré importante si niego mis
fracasos, si aparento superioridad, si domino, si juzgo y critico a los demás,
si condeno los errores de los demás, si me conduzco bien, si llamo la atención
o impresiono a mis semejantes.
• Estaré seguro si acallo mis temores,
si niego mi enojo, si huyo de los conflictos, si opaco la verdad, si limito mi
confianza, si ahuyento la vulnerabilidad, si pongo condiciones y sobre todo, si
mantengo el control de todo.
“Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo
propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros
este sentir que hubo también en Cristo Jesús”.
(Filipenses
2:3–5)
B. Aparentar lo que no somos
“Ya que mi meta es aparentar ser perfecto sabiendo
que no lo soy, será mejor evitar la comunicación. No quiero que la gente se
entere de mis ansiedades, temores, dolor, ira, luchas y fracasos”. Aunque las
siguientes actitudes son mecanismos de defensa que sirven para evitar que nos
vean “tal como somos”, nunca podremos escondernos de Dios.
“¿Se
ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo,
dice Jehová, el cielo y la tierra?”
(Jeremías
23:24)
• “No tiene caso hablar del tema”.
• “¿Para qué empezamos una discusión?”
• “Yo puedo arreglar esto solo”.
• “No quiero preocuparla”.
• “No me gusta hablar de mis problemas”.
• “Nuestra familia nunca habló de estos
temas”.
• “Quizá soy demasiado sensible”.
• “El sentido del humor es la mejor forma de
evadir los temas delicados”.
• “A fin de cuentas no soy una persona
extrovertida”.
• “Se supone que las mujeres son más
expresivas que los hombres”.
C. El meollo del asunto
Para ser una persona que comunica con más amor,
tiene que cambiar su sistema de creencias básicas. Si desea desarrollar
relaciones más cercanas y sinceras, pero sus emociones aún necesitan ser
afirmadas por los demás, el tipo de comunicación que usted va a tener será
egocéntrica e insincera.
Creencia errónea: “Creo que no valgo nada y me siento inútil. Tengo
miedo de que otros me conozcan como realmente soy porque me rechazarán y me
harán a un lado”.
Las consecuencias de este razonamiento:
• Baja
auto estima
• Apatía
• Amargura
• Egoísmo
• Inseguridad
• Ira
• Resentimiento
• Orgullo
Creencia correcta: “Mi corazón
rebosa de amor, significancia y seguridad porque descansa en el Señor
Jesucristo. No necesito la aprobación o aceptación de los demás para tener un
sentido divino de valor personal. Por eso, soy libre de comunicarme
abiertamente y con sinceridad”.
Las consecuencias de este razonamiento:
• Un
corazón sincero delante de Dios
• Un
corazón sincero delante de los demás
• Un
corazón interesado en el bienestar de
los demás
• Un
corazón que comunica el amor de Dios a
otras personas
“Por
tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para
gloria de Dios”
(Romanos
15:7)
Con Cristo,
He cambiado lo que me hacía aislarme,
viviendo amargado y culpando a otros, usando el silencio o la vergüenza o
interrumpiendo y quejándome.
Todo lo he cambiado por…
El deseo de extenderme a los demás, escucharlos e
interesarme en ellos; de amarlos, ser justo y servirles, y mis bendiciones
compartirles.
-June Hunt
IV. Pasos para encontrar la solución
A. Versículo clave para memorizar
“Ninguna palabra corrompida salga de
vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar
gracia a los oyentes”.
(Efesios 4:29)
B. Pasaje Clave para estudiar y meditar
Efesios 4
¿Quién tiene el
Control?
Sin duda, alguna vez todos nos hemos arrepentido
de haber dicho algo que lamentamos inmediatamente después. Efesios capítulo
cuatro tiene la respuesta a este dilema. Entregue el control de su vida a Dios.
Él le dará el poder de reprimir sus palabras si aplica las siguientes lecciones
prácticas:
¿Cómo puede dar a Cristo el control de su
vida?…
• Llevando una vida que agrada a Dios |
v. 1 |
• Practicando la humildad, bondad,
paciencia y perdón |
v. 2 |
• Guardando la paz y unidad espiritual con
su prójimo. |
v. 3 |
• Teniendo unidad con el Espíritu de Dios. |
vv. 4–6 |
• Confiando en el poder controlador de
Cristo. |
vv. 7–13 |
Cuando Cristo tenga el control de su vida,
usted…
• Eliminará la inseguridad infantil. |
v. 14 |
• Hablará la verdad en amor. |
v. 15 |
• Será más como Cristo. |
v. 15 |
• Edificará en amor a los demás. |
v. 16 |
• Vivirá como un hijo de Dios… no del
mundo. |
vv. 17–18 |
• Será sensible a la dirección del Espíritu
Santo. |
v. 19 |
• Cambiará su antigua naturaleza por la
nueva. |
v. 20–24 |
• Será sincero con usted mismo y con los
demás. |
v. 25 |
• No permitirá que el enojo lo controle. |
v. 26 |
• Mantendrá alejado a Satanás de su vida. |
v. 27 |
• Trabajará honradamente y compartirá sus
recursos. |
v. 28 |
• Utilizará sus palabras para edificar y
animar. |
v. 29 |
• No contristará al Espíritu Santo. |
v. 30 |
• No hablará mal de los demás. |
v. 31 |
• Será amable, compasivo y perdonador. |
v. 32 |
C. Un corazón que escucha
Ya sea que se trate de las quejas de una anciana,
la discusión de un joven agresivo, o la incesante palabrería de un pequeño de 4
años, nosotros decidimos si aguantamos o bien, si aceptamos las palabras de los
demás. Es fácil fingir que escuchamos o ponemos atención, pero escuchar
en verdad requiere esfuerzo. Nuestra tendencia egoísta es hacer a un
lado a los demás y concentrarnos en nuestros pensamientos. Nos perdemos en
nuestra mente meditando, recordando, o pensando en lo que vamos a decir
enseguida. Pero cuando entendemos que con frecuencia Dios se comunica con
nosotros a través de las palabras de los demás y con los demás a través de las
nuestras, el corazón desea escuchar con atención. La mejor manera de ser un
escucha genuino es aprendiendo a escuchar a Dios.
“Oirá
el sabio, y aumentará el saber. Y el entendido adquirirá consejo”.
(Proverbios
1:5)
Escuche la Voz
de Dios
• Para
ESCUCHAR la voz de Dios tenemos que creer que Dios nos ama y desea
comunicarse con nosotros.
“Jehová
se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado;
por tanto, te prolongué mi misericordia”. (Jeremías
31:3)
• Para
ESCUCHAR la voz de Dios debemos leer, estudiar y meditar constantemente en
la palabra viva que es la Biblia.
“Así
será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo
que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. (Isaías 55:11)
• Para
ESCUCHAR la voz de Dios debemos pasar tiempo a solas con él en forma
regular y prestarle atención completa.
“Despedida
la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo”. (Mateo 14:23)
• Para
ESCUCHAR la voz de Dios debemos abrir nuestro corazón y permitir que él nos
muestre la realidad de quiénes somos.
“Examíname,
oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay
en mi camino de perversidad”. (Salmo 139:23–24)
• Para
ESCUCHAR la voz de Dios debemos escuchar con atención a otras personas, ya
que Dios puede utilizarlas para comunicarnos su mensaje.
“Ciertamente
la soberbia concebirá contienda; mas con los avisados está la sabiduría”. (Proverbios 13:10)
• Para
ESCUCHAR la voz de Dios debemos reconocer la presencia del Espíritu Santo
dentro de nosotros y aceptar su dirección para comunicarnos con los demás.
“Mas
el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”. (Juan 14:26)
Escuche a Otros
• ESCUCHE
con mucha atención.
— No: Interrumpa.
— No: Permita que sus
emociones de ira controlen su mente.
— No: Comience a pensar
cómo va a responder cuando la persona deje de hablar.
— No: Se apresure a
responder.
“Por
esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,
tardo para airarse”.
(Santiago
1:19)
— Si: Escuche los sentimientos
compartidos.
— Si: Identifíquese con los
sentimientos de la persona.
— Si: Reflexione (si es
apropiado) acerca de lo que se ha compartido.
— Sí: Establezca contacto
visual.
“Al
que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio”.
(Proverbios
18:13)
• ESCUCHE
sin condenar.
— No: Critique.
— No: Muestre desprecio o
disgusto.
— No: Comunique sus
opiniones.
— No: Provoque que la otra
persona se ponga a la defensiva.
“Por
esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,
tardo para airarse”. (Santiago 1:19)
— Si: Permita que la persona se queje
o comparta su frustración.
— Sí: Permítale expresar
sus sentimientos negativos.
— Sí: Comparta sus ideas
acerca de lo que es correcto.
— Sí: Reconozca que usted
también puede ser negativo y estar inconforme.
“Por
lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues
en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo
mismo”. (Romanos 2:1)
• ESCUCHE
sin apresurarse a dar consejos
— No: Dé respuestas
apresuradas.
— No: Emplee refranes o
frases de cliché.
— No: Cite la Biblia.
— No: No se ría o burle de
los sentimientos ajenos.
“En
las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es
prudente”.
(Proverbios 10:19)
— Si: Tome en serio las palabras del
otro.
— Sí: Pida la opinión de
otros.
— Sí: Recuerde que escuchar
atentamente es más importante que hablar.
— Sí: Reconozca que la
mayoría de la gente no desea más consejos.
“Aun
el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es
entendido”. (Proverbios 17:28)
• ESCUCHE
sin ponerse a la defensiva.
— No: Espere que todos
piensen igual que usted.
— No: Discuta cuando
difiera de lo que le están diciendo.
— No: Responda los insultos
con insultos.
— No: Se niegue escuchar la
retroalimentación negativa de los demás.
“La
cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa”. (Proverbios 19:11)
— Sí: Muestre aceptación aun cuando no
esté de acuerdo con lo que le dicen.
— Sí: Busque la verdad
cuando alguien lo confronte.
— Sí: Busque los puntos de
acuerdo en lugar de las diferencias.
— Sí: Analice la forma en
que sus sentimientos afectan su comunicación.
“Finalmente,
sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por
maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados
para que heredaseis bendición”.
(1 Pedro 3:8–9)
• ESCUCHE
con humildad
— No: Piense que la
humildad es una debilidad.
— No: Busque ser reconocido
o alabado.
— No: Se deje provocar con
facilidad.
— No: Tenga una actitud de
“sabelotodo”.
“La
soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra”.
(Proverbios 29:23)
— Si: Busque la aprobación de Dios.
— Sí: Busque la forma de
servir a los demás.
— Sí: Valore el consejo de
los demás.
— Sí: Sea pronto para
perdonar cualquier ofensa.
“El
que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo”. (Proverbios 17:9)
• ESCUCHE
con amor.
“Nunca
se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en
la tabla de tu corazón”. (Proverbios 3:3)
— No: Cierre su corazón a
nadie.
— No: Ignore las
conversaciones aunque sean negativas.
— No: Rehuya a entablar
conversaciones.
— No: Comunique impaciencia
o aburrimiento.
— Si: ESCUCHE con corazón
compasivo.
— Sí: ESCUCHE con
aceptación incondicional.
— Sí: ESCUCHE con respeto.
— Sí: ESCUCHE e interprete
las intenciones emocionales.
“El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. (1 Corintios 13:4–7)
D. “Bellas palabras de Vida”
“Oh
cantádmelas otra vez, Bellas palabra de vida, Hallo en ellas mi gozo y luz,
Bellas palabra de vida”.
Muchos himnos tradicionales que han sido
reemplazados por coros modernos, siguen vigentes debido a su profunda
aplicación de la verdad. Uno de los himnos antiguos favoritos es este que
escribió Philip Bliss en 1874. “Bellas palabras de Vida” nos recuerda el valor
e importancia que tienen las palabras. La forma en que las usamos tiene más
consecuencias que la forma en que nos comunicamos. Las palabras escogidas
correcta y cuidadosamente tienen el poder de establecer un ¡diálogo de amor!
“La
muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus
frutos”.
(Proverbios
18:21)
Mejore su
comunicación
Comunique interés
Incorrecto:“¿Qué
te pasa?”
Correcto: “En verdad me interesan tus
sentimientos. ¿Te sientes bien?”
Obedezca a la verdad, no hable del pasado.
Incorrecto: “Eres igual que tu padre”.
Correcto: “Me gustaría saber qué sientes con
respecto a tu padre”.
Muestre que entendió el mensaje.
Incorrecto: “No puedo creer que dijeras tal cosa”.
Correcto: “Escuché que piensas que te ignoro, ¿es
cierto?”.
Use mensajes en primera persona “yo” en vez de acusar “tú”.
Incorrecto: “Me haces sentir que no valgo nada”.
Correcto: “Es triste, pero siento que para ti
valgo muy poco”.
Nunca diga “nunca”.
Incorrecto: “Nunca me dejas hablar”.
Correcto: “Siento que a veces no respetas mis
opiniones”.
Invierta de su persona y entienda el lenguaje de amor del otro.
Incorrecto: “Me frustra cuando no me quieres
contestar”.
Correcto: “Como es tu postre favorito, te serví
doble porción”.
Quite toda manipulación de sus conversaciones.
Incorrecto: “Si no me hablas en este momento, no
volveré a hablarte”.
Correcto: “¿Cuándo podemos platicar más
detenidamente?”
Únicamente confíe en que Dios tiene el control de todo y que a su tiempo
responderá.
Incorrecto: “¡Tenemos que hablar de inmediato!”
Correcto: “Hablaremos cuando sea conveniente para
ti”.
Explíquese cuando haya confusión.
Incorrecto: “Es obvio que no quieres que esté cerca
de ti”.
Correcto: “¿Te gustaría que te dejara solo(a) en
este momento?”
Siempre evite las discusiones.
Incorrecto: “Difiero totalmente con tu forma de
pensar”.
Correcto: “Ayúdame a entender la razón por la que
tomaste esa decisión”.
Elimine las expectativas irreales.
Incorrecto: “Tengo derecho a exigir que cambies”.
Correcto: “Te amo y estoy comprometido totalmente
contigo”.
E. Entendiendo las diferencias de género en la
comunicación
Cada persona es una creación singular de Dios,
pero existen algunas características que son comunes a la mayoría de los
hombres y que son muy diferentes a las características de la mayoría de las
mujeres.
Por ejemplo…
Los hombres son… |
Las mujeres son… |
• orientados
hacia los logros |
• orientadas
a las relaciones |
Un marido y su esposa se encuentran al final de un
día muy ocupado. Ella empieza a compartir cuán furstrada se siente tratando de
equilibrar las demandas de su trabajo de medio tiempo, la disciplina de los
hijos y la atención del hogar. Él quiere ayudarla a resolver su problema y
empieza a desarrollar una estrategia y horarios para hacer que ella trabaje con
mayor eficiencia haciendo uso de sus conocimientos de administración del
tiempo. Pero por su parte, ella sólo quiere que él la abrace y entienda su frustración,
no que le resuelva sus problemas. Por eso, ella lo considera insensible y él,
indisciplinada. Así se pierde una magnífica oportunidad de comunicarse.
Los hombres usan la comunicación para |
Las mujeres usan la conversación para |
• resolver
problemas. |
• edificar las relaciones |
• Dos hombres salen hacia sus autos
después de un duro día de trabajo, pero uno de los autos no arranca. Ellos
discuten si es el carburador tapado, la batería muerta o la manguera rota.
Toda su plática se centra en cómo encontrar la falla y hacer que arranque el
auto. |
• Dos mujeres en similares circunstancias hablarán de cómo se sienten
acerca de la situación y cómo pueden edificar mejor su relación. |
• Para ellos, la comunicación significa compartir
alguna información |
• Para ellas, la comunicación es compartir sus emociones |
• Un hombre dice: “Así son las cosas” |
• Una mujer dice: “Me siento así en relación con esta cosa” |
• Los hombres quieren los titulares |
• Ellas quieren la letra menuda |
• Ellos dicen: “Al grano, señora”. |
• Ellas dicen: “¿Explíquese!” |
• Ellos hablan para reportar |
• Ellas hablan para entender a los demás |
• Ellos quieren saber más para encontrar
la solución. |
• Ellas quieren una conexión para mejorar sus relaciones. |
F. Un corazón que habla con amor
Los lenguajes
del amor
Tomados del Evangelio de San
Lucas
Una vez que nos damos cuenta de que las relaciones
tienen propósitos más profundos en la vida que los mismos logros, nuestra meta
debe ser encontrar la forma de satisfacer las necesidades de nuestros
semejantes. Utilice palabras que satisfagan las necesidades emocionales de
quienes lo rodean y conozca las expresiones afectuosas que lo hacen sentir bien
a usted mismo. Una conducta diáfana y libre de egoísmo es como el azúcar y la
crema; los dos ingredientes que complementan el sabor de una comunicación más
profunda e íntima. Todos necesitamos una o más de las siguientes expresiones de
amor sincero para que nuestra vida tenga ese “buen sabor”.
“No
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros”.
(Filipenses
2:4)
• El
lenguaje del tiempo
Dar una dosis generosa de atención íntima (tanto
calidad como cantidad)
—Atención concentrada |
(Deje el periódico a un lado.) |
—Contacto visual |
(Que sus ojos digan “te amo”, desde el otro lado
de la habitación.) |
—Escuchar sin dar consejos |
(No se sienta obligado a dar fórmulas para
todo.) |
—Interactúe con los demás en algunas
actividades |
(“Vamos a dar un paseo”.) |
—Presencia física |
(“Me gusta estar contigo”.) |
María sentada a los pies de Jesucristo (Lucas 10:38–41)
• El
lenguaje de la conversación
Expresar halagos y palabras que inspiran confianza
y edifican
—Palabras de reafirmación |
(“Mi relación contigo es muy importante para
mí”.) |
—Felicitación verbal |
(“La comida te quedó deliciosa”.) |
—Ánimo |
(“Me he dado cuenta que cuando me escribes eres
muy sincera”.) |
—Aprecio |
(“Te agradezco mucho que hayas limpiado el
patio”.) |
—Palabras amables |
(“Te amo, ¿me perdonas?”) |
Parábola del árbol que se conoce por sus frutos (Lucas 6:43–45).
• El
lenguaje de las acciones
Hacer cosas que sabemos le gustan a la otra
persona
—Acciones de servicio |
(Aportar lo necesario cuando falta algo) |
—Trabajando juntos |
(Limpiar, cocinar, hacer mandados, arreglar el
jardín) |
—Reconocer las necesidades |
(“Si te sientes mal, descansa mientras yo recojo
la mesa”.) |
—Discernir lo bueno |
(Pensar en el bien del prójimo antes del suyo
propio.) |
—Ayudar a los padres de sus seres
queridos |
(“Si quieres, voy a cuidar a tu abuelita al
hospital”.) |
El buen samaritano (Lucas
10:30–37)
• El
lenguaje de los detalles
Regalar como símbolo de amor
—Transmita su amor y afecto por medio de
regalos.
—Descubra cuáles son las
cosas que más desea la persona.
—No utilice los regalos
como medio para convencer o sobornar.
—Lo importante es el
detalle, no el costo, pero debe ser proporcional.
—Las “notitas” de
admiración y ánimo se consideran dentro de los detalles.
La ofrenda de la viuda (Lucas 21:1–4)
• El
lenguaje del contacto físico
Es el contacto tierno y amoroso
—Besar, acariciar y abrazar
—Hacer contacto “debajo de
la mesa”
—Tomarse de las manos
—Masaje en la espalda y
pies
—Poner la mano sobre el
hombro
Jesús es ungido por una mujer pecadora (Lucas 7:36–38)
Pregunta: ¿Cómo descubro el lenguaje
del amor de una persona?
Respuesta: Hágase las siguientes preguntas:
• ¿Qué comentarios negativos expresa más
seguido respecto a lo que no hago?
• ¿Qué cosas me pide hacer con más
frecuencia?
• ¿Cómo demuestra su amor a los demás?
• ¿He preguntado amablemente qué le importa
más?
• ¿Puedo contestar a otro en su lenguaje de
amor… a pesar de que no tengo deseos de hacerlo?
“Manzana
de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”.
(Proverbios
25:11)
¿Está
escuchando de verdad?
Siete errores que debemos evitar al escuchar
No crea que usted debe hablar
siempre.
“Tiempo
de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar”. (Eclesiastés 3:7)
No aconseje antes de pensar.
“Al
que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio”. Proverbios 18:13
No se ponga a la defensiva.
“La
cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa”.
(Proverbios 19:11)
No estalle con demasiada
facilidad.
“El
hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la
rencilla”. (Proverbios 15:18)
Nunca se burle de los demás.
“El
que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente
calla”. (Proverbios 11:12)
No albergue el rencor.
“El
odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas”. (Proverbios 10:12)
No destruya la confianza que
han puesto en usted.
“El
que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda
todo”.
(Proverbios 11:13)
Receta para la
Reconciliación
Cuando la vida le da limones, ¡aprenda a hacer
limonada! Si mezcla los ingredientes correctos, la misma transformación puede
suceder en su relación de comunicación con su ser amado. Practique la mezcla de
los siguientes ingredientes y descubra la dulzura de reconciliar las
diferencias dolorosas.
“Panal
de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos”.
(Proverbios
16:24)
Confronte
(Efesios 4:15, 26)
Cuando alguno de ustedes sienta amargura (o esté
ofendido, frustrado, o sea víctima de un maltrato), no lo guarde dentro de su
corazón. comunique esos sentimientos
(ira, o una necesidad no cubierta) y exprima la verdad en una forma amorosa y
sin culpar a nadie.
• Comparta su problema con enunciados en
primera persona “yo”.
“¿Me
siento traicionado, podrías escucharme un momento?”
• Explique sólo las palabras o conductas que
le afectaron sin criticar el carácter de la otra persona.
• No acuse, minimice, ofenda o critique.
Concuerde
(Efesios 5:21)
La persona que esta siendo confrontada demuestra disposición a escuchar (está dispuesta
a recibir la corrección sin enojarse o defenderse) y sinceramente hace el
esfuerzo de saber qué hirió a la otra persona.
• Conteste con una actitud dispuesta a
escuchar atentamente.
“Si,
estoy dispuesto a escuchar”.
• No interrumpa. Escuche el problema primero
hasta que termine.
• Sobre todo, no trate de justificarse o
defenderse.
Confirme
(Proverbios 15:31)
El que escucha trata de hacer una paráfrasis del problema en voz alta
(repitiendo lo que entendió) sin mostrar una reacción negativa.
• Ratifique positivamente lo que se dijo.
“¿Lo
que estas diciendo es que anoche te sentiste traicionado porque no te defendí?
• No es necesario estar de acuerdo con el
hecho.
• Pregunte si su comprensión es correcta.
Cambie
(Proverbios 13:19)
Después que se han transmitido y recibido los
sentimientos, el ofendido puede pedir un
cambio de conducta. La disposición de escuchar y cambiar la conducta se
convierte en el ingrediente dulce necesario para seguir construyendo una
relación intima.
• El ofendido hace una petición.
“Cuando
alguien me critica frente a ti, ¿podrías apoyarme emocionalmente y defenderme
para evitar que siga?
• El oyente identifica los cambios que hará
en la siguiente oportunidad.
• El que escucha tiene la disposición de
agradar al otro haciendo un compromiso de cambio.