CÓMO SER UN MENTOR | ¿Está pastoreando a las ovejas?

 


Cómo ser un mentor

¿Está pastoreando a las ovejas?

por June Hunt

Cuando alguien se convierte al cristianismo, empieza a ser una nueva persona. Deja atrás su antigua manera de hacer las cosas y es transformado por el Espíritu de Dios que le ayuda a vivir ¡de una nueva manera! Sin embargo, la mayoría de nosotros tenemos que ayudar a los demás a entender cómo vivir la nueva vida que Dios ofrece.

El Señor reconoce que necesitamos ayuda para crecer. Un método que él utiliza es el discipulado o enseñarnos unos de otros. Un mentor entra en función como cristiano maduro que entrena e instruye a los menos maduros.

¿Tiene usted una relación de mentor con alguien a quien está ayudando a crecer en su vida espiritual? ¿Le está usted ayudando a crecer en su nueva vida en Cristo? Cuando decidimos relacionarnos con los demás para ayudarles a crecer, estamos siguiendo el consejo de Pablo a Timoteo cuando dijo:

“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. (2 Timoteo 2:2)

I.   Definiciones

A. ¿Qué son el discípulo y el mentor?

•     Un discípulo es el que sigue las enseñanzas y entrenamiento de otro.

•     La palabra griega que se traduce como mentor es didaskalos, que significa “maestro”.

•     La palabra griega para discípulo es mathetes, que significa “aprendiz”.

—El derivado math originalmente significaba “enseñar, aprender o discipular”.

—El discípulo entabla una relación con una persona de mayor conocimiento o madurez para crecer en el conocimiento y discernimiento práctico y teórico.

—El mathetes (aprendiz) de un carpintero aprende el oficio por el ejemplo y experiencia del maestro y siguiendo sus pasos.

—La meta del mathetes (alumno) es ser como su maestro.

“El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro”. (Lucas 6:40)

B.  ¿Qué es discipulado?

•     El discipulado es el compromiso que contrae una persona para entrenar a otra en su crecimiento espiritual y ministerio por medio de la enseñanza personal, el entrenamiento y el ejemplo.

•     Ser mentor es… entrenar, no sólo enseñar

… transmitir una filosofía, no sólo datos

… tener comunión con su alumno, no mero formalismo

… dar inspiración, no sólo información

vivir, no sólo aprender

perpetuar, no sólo repetir (lo que el maestro dice)

C. ¿Cuáles son algunas metas del discipulado cristiano?

•     Una vida de constante oración

•     Estudio bíblico efectivo

•     Memorización y aplicación de las Escrituras

•     Una perspectiva bíblica del mundo

•     Mayordomía bíblica

•     Fe inquebrantable en Dios

•     Obediencia absoluta a Dios

•     Amar y adorar a Dios

•     Testificar a otros

•     Servir a otros

•     Trabajo misionero para los demás

•     Liderazgo

•     Comunión con los demás

•     Discipular a otros

II. Características De Un Mentor

“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”

(1 Corintios 11:1)

2 Timoteo capítulo 2

Un obrero aprobado por Dios

•     Es fuerte en la gracia de Jesucristo

v. 1

 

•     Discierne quiénes son los discípulos confiables

v. 2

 

•     Elige a los que son aptos para discipular a otros

v. 2

 

•     Sufre penalidades como buen soldado

v. 3

 

•     Desea agradar al Señor

v. 4

 

•     Obedece las reglas

v. 5

 

•     Trabaja con diligencia

v. 6

 

•   Hace sacrificios por el bien del reino de Dios

v. 10

 

•   Muere a sí mismo, vive para Cristo

v. 11

 

•     No entra en polémicas

v. 14

 

•     Busca la aprobación de Dios

 

v. 15

 

•   No se avergüenza de sus creencias

v. 15

 

• Maneja las Escrituras correctamente

v. 15

 

•     Evita conversaciones vanas

v. 16

 

•     Se aleja del mal

v. 19

 

•     Se prepara para los propósitos de Dios

v. 21

 

•     Busca la justicia, fe, amor y paz

v. 22

 

•    Clama al Señor con motivaciones puras

 

v. 22

 

•   No busca pleitos, sino que es amable con todos

v. 24

 

•     Es enseñable

v. 24

 

•     No es resentido

v. 24

 

•     Es amable con los que se oponen

 

v. 25

 

•     Confía en la soberana y salvífica mano de Dios

 

v. 25

 

III.    Razones Para No Discipular A Otros

A. Causas externas

Excusas

Vergüenza  temor al fracaso o rechazo

Comprometer tiempo extra  no tiene voluntad para dar su tiempo y energía

Cobardía  temor al rechazo social

Incredulidad  no está seguro de sus creencias personales

Sensiblería  temor a imponer sus convicciones sobre los demás

Amargura  no perdona las heridas del pasado

Satisfacción  contento con la vida como está

“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos”. (Mateo 9:37)

B.  La raíz del problema

Creencia falsa:

“No estoy seguro de poseer las habilidades, conocimientos y respuestas para discipular a otros. Además, mi vida no es buen ejemplo para los demás”

Creencia correcta:

Aunque no posea la habilidad, las respuestas o una vida ejemplar, por el amor de Dios hacia mí, quiero responder a su mandato de “Ir y hacer discípulos

(Mateo 28:19). Estoy dispuesto a que él me dé un corazón listo para discipular a otros, y confiaré en que él me capacitará para hacerlo.

“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.

(1 Tesalonicenses 5:24)

IV.     Pasos Para Encontrar La Solución

A. Versículo clave para memorizar

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”, (Mateo 28:19)

B.  Pasaje clave para leer y meditar

Lea la carta de 2 Timoteo

Esta es la última carta que Pablo escribió antes de morir. En ella estaba entregando a su joven discípulo Timoteo la estafeta del discipulado.

•     Sé un protector de la sana doctrina

 

capítulo 1

 

•     Sé aprobado por Dios

 

capítulo 2

 

•     Obtén tu equipo por medio de las Escrituras

 

capítulo 3

 

•     Está preparado, predica y haz discípulos

 

capítulo 4

 

C. Pasos para encontrar un mentor espiritual

•     Escriba las áreas en las que el Señor le ha enseñado y entrenado.

“Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el

Camino de tus testimonios más que de toda riqueza”. (Salmos 119:13–14)

•     Escriba sus fuerzas y las áreas en que necesita crecer (debilidades).

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”. (Salmos 139:23–24)

•     Pida a Dios que le conceda un mentor que esté dispuesto a crecer espiritualmente y a alimentar a otros.

“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. (2 Timoteo 2:2)

•     Pida al mentor un compromiso de doce semanas, ¡sea definido!

“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar”. (Lucas 14:28–30)

•     Defina el día y el lugar para reunirse semanalmente, ¡sea constante!

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. (Eclesiastés 3:1)

•     Establezca metas en las que ambos pueden trabajar, identifique sus necesidades y deseos.

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”. (Efesios 5:15–16)

•     Determine que al final de los tres meses evaluarán si hay interés de seguir adelante y decidan terminar las reuniones. Debe verse el progreso en ese período de tiempo.

“Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”. (Hebreos 10:36)

D. Lo que un mentor NO debe hacer

•     No asuma el papel de Dios; usted es un ayudador, no el Espíritu Santo.

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.

(Juan 15:5)

•     No se ciña a una estructura rígida; cada discípulo tiene diferentes necesidades.

“Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo”.

(1 Corintios 12:5)

•     No tenga demasiadas personas en un solo grupo; dos o cuatro son a las que puede proveer oportunidad de compartir significativamente.

“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”. (Lucas 6:12–13)

•     No sacrifique su tiempo devocional personal; usted necesita estar empapado del Señor antes de compartirlo.

“Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas”. (Salmos 63:1)

•     No se haga emocionalmente dependiente de su discípulo; establezca un límite de tiempo y luego cíñase a él.

“Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre”. (Juan 2:24–25)

•     No piense que es usted un fracaso si su discípulo falla; Jesús tuvo once discípulos que luchaban con su vida espiritual y uno se perdió por completo. Cada persona es responsable ante Dios.

“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”.

(Romanos 14:12)

•     No olvide ser mentor de sus propios hijos, después de Dios, su familia debe ser su prioridad.

“Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad”. (1 Timoteo 3:4)

E.  Descubra el gozo de discipular a otros

•     Demuestre con el ejemplo cómo se vive la vida cristiana.

—Disciplina

—Buscando la voluntad de Dios

—Un corazón de siervo

—Amor por la gente

—Estudio sistemático de las Escrituras

—Comunión con otros cristianos

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza 1”.

(1 Timoteo 4:12)

•     Escriba en detalle un plan razonable para lograr sus metas

—Escriba detalladamente lo que debe hacer un discípulo.

—Demuestre cómo hacerlo.

—Pida a su discípulo que lo haga frente a usted.

—Más tarde, repase lo que él ha hecho durante la semana para que dé cuenta de lo que ha logrado.

“[El hombre] recto ordena sus caminos”. (Proverbios 21:29)

•     Diseñe actividades desafiantes para incrementar la fe y confianza del discípulo.

—Memorizar las Escrituras

—Asistir a estudios bíblicos y seminarios

—Asistir a los cultos de la iglesia

—Leer biografías cristianas

—Ayudar a otros

“Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.

Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia”. (Salmos 119:35–36)

•     Demuestre amor incondicional.

—Descubra el potencial de su discípulo.

—Permita que tenga demoras en su crecimiento.

—Muestre interés en su vida.

—Exprese su aprecio.

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. (Juan 13:14–15)

•     Desarrolle una amistad íntima.

—Sea vulnerable.

—Sea honesto.

—Esté dispuesto a aceptar sus luchas personales.

—Sea cálido y afectivo.

“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano”. (Proverbios 18:24)

•     Tenga discernimiento para detectar las necesidades de su discípulo y súplalas en lo posible.

—Anímelo con llamadas telefónicas y notas de alabanza.

—Provea ayuda física y económica.

—Incluya actividades sociales.

“Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado”. (Proverbios 14:21)

•     Decida orar diariamente por su discípulo.

“Orad sin cesar”. (1 Tesalonicenses 5:17)

•     Disfrute del gozo y crecimiento que usted experimentará invirtiendo en la vida de otra persona.

“No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.”. (3 Juan 4)

El discipulado de éxito no es solamente enseñar o entrenar, sino transferir un estilo de vida.

Si su prioridad es la oración, su discípulo le dará prioridad a la oración.

Si usted tiene un corazón de siervo, su discípulo buscará tener un corazón de siervo.

El deleite de ser mentor es que sus prioridades transformarán el patrón de vida de su discípulo.

—June Hunt

Los “Diez mandamientos” del mentor

No…

… pondrás a tu discípulo por encima de tu relación con Dios.

… “tomarás el lugar de Dios” en la vida de tu discípulo.

… enseñarás a tu discípulo nada distinto a las Escrituras

… falles en reunirte regularmente con tu discípulo.

… tomarás el lugar de “mamá” o “papá” en la vida de tu discípulo.

… matarás o desanimarás el espíritu de tu discípulo.

… descuidarás a tu familia o trabajo.

… robarás el afecto de tu discípulo.

… dejarás de ser sincero con tu discípulo en todo tiempo.

… envidiarás el progreso de tu discípulo.

(Adaptación de Éxodo 20:3–17)


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