La
depresión
Cómo salir del abismo de la desesperación
¿Se han desencadenado dentro de su alma
los furiosos y tormentosos nubarrones de la depresión? ¿Se siente atrapado por
las circunstancias, confuso y controlado por sus emociones? ¿Se siente aislado,
solitario y temeroso porque nadie lo comprende? Si es así, usted no está solo.
Sin importar su estilo de vida o condición social, hay muchas personas que
sufren por las oscuras nubes de la
depresión.
¿Habrá algo que traiga a su vida
nuevamente la claridad del cielo azul del contentamiento? David, el rey de
Israel, expresó la verdadera solución cuando se encontraba presa de la
depresión. Aprendió a cambiar la oscuridad de la desesperanza por la luz de la
esperanza. Una y otra vez, cuando su alma estaba deprimida, cambiaba
deliberadamente su enfoque, a menudo dirigía su mirada a la fidelidad de su
Salvador, su Redentor, su Dios. Tres veces, en tres versículos diferentes,
David se hizo la misma pregunta y tres veces respondió de la misma manera.
“¿Por
qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”. (Salmos 42:5–6, 11;
43:5)
I. Definiciones de la depresión
El 20 de junio del 2001, toda la ciudad, el país y
el mundo se conmocionaron por la noticia de que Andrea Yates había ahogado a
sus cinco hijos, uno por uno, en una tina de baño. Las edades de los niños iban
desde seis meses hasta siete años. La primera reacción de todo el mundo fue
preguntarse: “¿Cómo pudo una madre hacer lo impensable, matar a sus propios
hijos? ¿Qué podría haber orillado a una madre a cometer un crimen tan
aberrante, no una, sino cinco veces? En una palabra, la respuesta fue la depresión. No se trataba de una depresión normal, sino de una depresión sicótica, una depresión mayor,
que provocó que Andrea se evadiera la realidad.
¿Podría alguien haber salvado a esa madre y a sus
cinco inocentes hijos de tal devastación? La respuesta es simplemente: sí. Esa es la razón por la que
necesitamos entender a profundidad lo que significa la depresión. El Señor nos
exhorta a todos:
“Libra
a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte.
Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿acaso no lo entenderá el que
pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre
según sus obras”
(Proverbios
24:11–12)
A. ¿Qué es la depresión?
Si se coloca una plancha pesada sobre una almohada
rellena de esponja en forma de corazón, ésta se deformará, estará deprimida por
el peso de la plancha. Pero si al siguiente día se quita la plancha, volverá a
su forma original. Sin embargo, si deja la plancha sobre la almohada durante
seis meses, la almohada no volverá a su forma original. Más bien quedará plana
y deprimida. Una almohada puede
aguantar la presión por un tiempo, pero no está hecha para mantener su forma
original si está bajo demasiada presión por un tiempo muy prolongado.
Lo mismo sucede con el corazón humano. Cuando “lo
presionan” las circunstancias normales de la vida (depresión situacional), el corazón vuelve a su forma original al
momento en que se quita la presión, esto sucede por diseño divino. No obstante,
si continúa bajo una presión mayor durante largos períodos de tiempo, el
corazón puede entrar en un “estado” de depresión. El Señor Jesús se interesa
por nuestro corazón y sabe que somos vulnerables, específicamente cuando
nuestro corazón está sufriendo bajo presión. Por eso nos da una advertencia al
respecto:
“Mirad
también por vosotros mismos, que vuestros corazones
no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y
venga de repente sobre vosotros aquel día”.
(Lucas 21:34)
• Depresión significa literalmente
sentirse forzado a ocupar una posición inferior (como la huella que queda
después de pisar la arena).
• Depresión es una declinación o
reducción de actividad (“depresión económica”).
• Depresión describe una pesadez
emocional que abate el corazón. El apóstol Pablo utilizó el vocablo griego bareo, para referirse a algo que está
“presionado o pesado” y describe una presión emocional muy grande, como las
tribulaciones que él y Timoteo sufrieron por causa de los opositores de Cristo.
“Porque
hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos
sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados
sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la
vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no
confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”.
(2
Corintios 1:8–9)
B. ¿Según la sicología, qué es la depresión?
En escritos antiguos, la referencia más antigua
que se encuentra a lo que significa depresión
es la palabra melancolía (que
significa literalmente “bilis negra”). Se asumía en aquel entonces que una
persona melancólica tenía exceso de bilis negra, que le producía depresión. En
el segundo siglo d. C., el médico Aretaeus describía a sus pacientes
melancólicos como personas “tristes, desanimadas, sin poder dormir… Adelgazan
por causa de su preocupación y pérdida del sueño… En estado avanzado, se queja
de miles de insignificancias y desea la muerte”.
Aun en la actualidad la melancolía se define como la “condición mental que se caracteriza
por una depresión extrema, quejas físicas y a menudo por alucinaciones y
desilusiones”. Se puede describir a quienes están sufriendo durante la noche
oscura del alma así:
“Porque
la mañana es para todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores
de sombra de muerte los toman”. (Job 24:17)
• Depresión es el término sicológico
que se refiere a las características mentales, emocionales y conductuales de
una persona deprimida. (Esa rama de estudio analiza a la mente en relación con
los pensamientos, sentimientos y comportamientos enfocándose en las razones por
las que la gente piensa, siente y actúa como lo hace). Por ejemplo, las
personas que están atrapadas en las ondas negras de la depresión se sienten
desesperadamente solas y a menudo culpan a Dios por su situación.
“Has
alejado de mí al amigo y al compañero, y a mis conocidos has puesto en
tinieblas”. (Salmos 88:18)
• Depresión es el estado sicológico en
el cual la persona se siente presionada hacia abajo y es incapaz de
experimentar gozo. Los que sufren de depresión se sienten atrapados en un manto
de tristeza oscuro y total, de dolor, culpa y desesperanza.
“De
día tropiezan con tinieblas, y a mediodía andan a tientas como de noche”. (Job 5:14)
• Depresión es una condición que
involucra a la persona total: cuerpo (física), alma (la mente, voluntad y
emociones) y el espíritu (donde residen nuestras necesidades internas más
profundas). Muchas personas deprimidas sienten que este versículo describe su
condición:
“Además
de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor
y miseria”. (Eclesiastés 5:17)
• Depresión es un término que abarca
los sentimientos que van desde un desánimo moderado hasta una intensa
desesperación. Sin importar el grado de oscuridad, el Señor quiere que
confiemos en él pues él proveerá la luz que necesitamos.
“Tú
encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas”. (Salmos 18:28)
C. ¿Cuáles son los cuatro tipos de depresión?
Aunque son independientes entre sí, estas cuatro
categorías demuestran el aumento en intensidad de la depresión. En general, se
puede dividir la depresión en dos tipos: situacional
y química. La depresión situacional toma lugar cuando una circunstancia
dolorosa oprime el corazón de una persona por un período de tiempo. La
depresión química se da cuando hay un desequilibrio químico en el
cuerpo. Una persona puede presentar ambos tipos de depresión al mismo tiempo.
Las emociones están afectadas durante esos tiempos con pesadez emocional,
parece no haber esperanza y además, se siente enferma. El sabio autor del libro
de Proverbios fue Salomón y explica que:
“La
esperanza que se demora es tormento del corazón; pero árbol de vida es el deseo
cumplido”.
(Proverbios
13:12)
(Los cuatro tipos que se describen a continuación
no están en el mismo orden en que los encontraríamos en un manual de
diagnóstico. Se han colocado así para mostrar cómo incrementa en la persona el
impacto negativo de la depresión).
#1 Depresión
normal…
• En ocasiones se le llama depresión situacional o reactiva
• Es una tristeza involuntaria basada en una reacción a las situaciones dolorosas de
la vida
— Problemas normales de la vida que
oprimen el corazón por un período corto de tiempo (por ejemplo, el rechazo, el
fracaso y la enfermedad).
— Etapas de transición de
la vida que afectan el corazón (por ejemplo, la adolescencia, el nido vacío,
las crisis de la media vida, cambios de residencia, la menopausia, la
jubilación).
Cuando los problemas graves llegaron a la vida del
siervo de Dios Job (la muerte de todos sus hijos, la destrucción de todo lo que
poseía), uno de sus amigos notó la depresión comprensible por la que estaba
pasando Job:
“Mas
ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta
ti, te turbas”.
(Job
4:5)
#2 Depresión
encubierta…
• Es la depresión que escondemos (por
ejemplo, los recuerdos reprimidos por abuso físico, sexual, verbal o
emocional).
• Es un estado de tristeza permanente por un
conflicto no resuelto que hemos enterrado
—Los sentimientos verdaderos se cubren o
se niegan de tal modo que la recuperación lleva más tiempo porque no se ha
procesado el dolor.
— Inconcientemente se busca
alivio al dolor emocional por medio de muchas ocupaciones, adicciones, u otras
alternativas.
La Biblia dice que las heridas escondidas
resultarán en dolor en el corazón:
“Aun
en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja”.
(Proverbios
14:13)
#3 Depresión
neurótica…
• Es un desorden
depresivo mental y emocional menor que se conoce como desorden de ajuste en modo depresivo, que quiere decir que la
depresión es el resultado de no ajustarse a una situación estresante
—La persona que padece neurosis tiene un desorden emocional, cuyos síntomas
interfieren con las actividades normales de la vida.
— La persona que presenta
un desorden depresivo tiene una
“depresión clínica” y necesita un diagnóstico y tratamiento con base en la
observación directa y continua.
• Es un estado de depresión prolongada que se extiende por un
período de tiempo fuera de lo normal cuya recuperación es más lenta porque se
basa en efectos “estresantes” (por ejemplo, perder una relación querida, pasar
por una crisis económica, por pérdida del trabajo o la jubilación)
—Los síntomas interfieren con el trabajo
normal y las relaciones sociales.
—La causa generalmente
reside en un acontecimiento precipitante y fácilmente identificable.
Los salmos reflejan el dolor que provoca una
tristeza prolongada:
“¿Hasta
cuándo pondré consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta
cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?”
(Salmos
13:2)
#4 Depresión
sicótica…
• Es el tipo de depresión más grave y se
clasifica bajo el título desorden
depresivo mayor (MDD, por sus siglas en inglés)
• Está basado en una disociación o pérdida
del contacto con la realidad
—Es un estado emocional depresivo muy
severo.
—Una sicosis puede provocar
alucinaciones e imaginaciones que provocan que las víctimas se hagan daño a sí
mismas o a los demás.
Los que padecen una depresión sicótica se
identifican con el temor, terror, desesperanza y falta de perspectiva saludable
que se describe en este salmo:
“Porque
mis días se han consumido como humo… Mi corazón está herido, y seco como la
hierba, por lo cual me olvido de comer mi pan… Velo, y soy como el pájaro
solitario sobre el tejado… Por lo cual yo como ceniza a manera de pan, y mi
bebida mezclo con lágrimas.… Y me he secado como la hierba”.
(Salmos
102:3–4, 7, 9, 11)
D. ¿Cuáles son las tres divisiones de los
desórdenes del carácter?
Cada año aparecen nuevos males así como nuevos
medicamentos. Así que, ¿qué tan “reciente” es la depresión? Desde el siglo
cuarto antes de Cristo, el famoso médico Hipócrates dio su primera descripción
clínica de la “melancolía”, la cual incluía altibajos erráticos de carácter que
en la actualidad se llama desorden
bipolar. Sin embargo, 500 años antes, el salmista y rey David, dio una
vívida descripción de sus emociones durante una de las más terribles tormentas
emocionales de su vida:
“Clamo
en mi oración, y me conmuevo.… Mi corazón está dolorido dentro de mí, y
terrores de muerte sobre mí han caído. Temor y temblor vinieron sobre mí, y
terror me ha cubierto. Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo,
y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría
a escapar del viento borrascoso, de la tempestad”
(Salmos
55:2, 4–8)
#1 Desórdenes
depresivos, también llamada depresión unipolar
• La depresión
unipolar se caracteriza principalmente por un estado emocional de depresión
extrema.
• La depresión
unipolar (uni = uno, polar = polo) se refiere a un
“extremo”.
• La depresión
unipolar es el tipo más común de desórdenes
del carácter.
• La depresión
unipolar en la comunidad sicológica se divide en tres tipos: Desorden depresivo mayor (MDD), desorden
distémico y desorden depresivo no específico.
Cuando alguien está continuamente deprimido, puede
orar así:
“Ten
misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de
tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo”.
(Salmos
31:9)
#2 Desórdenes
bipolares, antes se llamaba depresión maníaca
• Los desórdenes
bipolares se caracterizan por patrones que oscilan entre altos y bajos
emocionales, entre la manía y la depresión.
• Bipolar
(bi
= dos, polar = polo) se refiere a “dos polos opuestos”.
• Los episodios bipolares de manía (un
estado de ánimo excesivamente elevado) puede parecer ante los extraños como
algo positivo y productivo; sin embargo, la verdadera manía es negativa porque
por lo general, lleva a una forma destructiva de tomar decisiones, tal como
compras compulsivas, decisiones impulsivas, conducir el auto con imprudencia,
hacer inversiones insensatas y mostrar un comportamiento inmoral.
• El comportamiento bipolar se subdivide en cuatro tipos: Desorden bipolar I, desorden bipolar II, Ciclotimia, y desorden bipolar
no específico.
Cuando el corazón desfallece por causa de un
trastorno bipolar, es útil clamar a Dios para que nos ayude como lo expresó el
salmista:
“Con
mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y él me escuchará. Al Señor busqué en el día
de mi angustia; alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; mi alma rehusaba
consuelo. Me acordaba de Dios, y me conmovía; me quejaba, y desmayaba mi
espíritu. No me dejabas pegar los ojos; estaba yo quebrantado, y no hablaba”.
(Salmos
77:1–4)
#3 Desórdenes
del carácter basado en la etiología
• La palabra etiología significa “causa” u “origen”.
• El primer tipo de depresión etiológica es:
—Desorden del carácter provocado por una mala
salud Esto significa que hay cambios no saludables en el
cuerpo provocados por una enfermedad que provoca depresión sicológica causal. Por ejemplo, del 20 al 40 por ciento
de las personas que padecen un trastorno neurológico (mal de Parkinson,
enfermedad de Huntington y de Alzheimer, esclerosis múltiple, y/o infarto)
desarrollan una profunda depresión durante su enfermedad.
• El segundo tipo de depresión etiológica es:
—Desorden
del carácter inducido por una sustancia Eso significa que se ha introducido
algo en el cuerpo que provoca la depresión. La sustancia podría ser un
medicamento, drogas o exposición a una toxina (Por ejemplo, al alcohol, los
sedantes, píldoras de control de la natalidad, medicamentos para ciertas
enfermedades, como la de Parkinson).
Sin importar la causa, la persona deprimida se
siente así:
“Estoy
debilitado y molido en gran manera; gimo a causa de la conmoción de mi
corazón”.
(Salmos
38:8)
E. ¿Es la depresión resultado del pecado?
Esta pregunta no puede responderse con un simple sí o no.
Aunque algunas personas creen que la respuesta siempre es sí, la respuesta correcta es que a veces sí y otras no.
• La
depresión no es resultado del pecado cuando…
—Se sufre una pérdida normal. La Biblia
dice que hay:
“Tiempo
de llorar… tiempo de endechar”. (Eclesiastés 3:4)
—Su cuerpo experimenta el deterioro por el
paso de los años. La química de su cuerpo puede cambiar y resentirse. La Biblia
también dice que:
“Nuestro
hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en
día”. (2 Corintios 4:16)
• La
depresión sí puede ser el resultado del pecado cuando…
—Está deprimido por las consecuencias de
su conducta pecaminosa y no hace nada por cambiar.
—No da pasos para curarse
(no busca consejería bíblica, ni memoriza versículos bíblicos, ni lee libros
cristianos, ni acude al médico cuando es necesario).
—Se aferra a la auto-compasión,
la ira y la amargura cuando lo han lastimado, en vez de decidir perdonar.
“Y
al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
—Usa la depresión para manipular a los
demás.
—Una y otra vez decide
culpar a Dios y a los demás por su infelicidad.
—Se deprime porque ha
permitido que otros lo controlen en vez de obedecer a Cristo y dejar que él
tome el control de su vida.
Cuando tomamos la cena del Señor indignamente, la
Biblia sentencia: “Por lo cual hay muchos
enfermos y debilitados entre vosotros” (1 Corintios
11:30).
Descripción de
la depresión de Jonás
Libro de Jonás
El tiempo que Jonás estuvo en depresión
ejemplifica la depresión situacional
que es resultado directo del pecado. Jonás fue un hombre llamado por Dios que
terminó su vida enfurecido, amargado, y en las profundidades de la depresión.
¿Cómo llegó Jonás a estar tan profundamente deprimido?
• Capítulo
1: Desobediencia
El Señor llamó a Jonás para predicar su palabra a
la gente impía de Nínive. Pero Jonás se rebeló y se embarcó para ir en
dirección contraria. Cuando la desobediencia del profeta atrajo repercusiones
negativas sobre la tripulación de la nave en que viajaba, los marineros lo
rechazaron y tiraron literalmente por la borda.
• Capítulo
2: Desasosiego
Jonás reconoció que el juicio de Dios había caído
sobre él y que quizá perdería la vida (porque se encontraba dentro del vientre
de un gran pez), así que imploró la misericordia de Dios: “Y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno
del Seol clamé, y mi voz oíste” (Jonás 2:2).
El Señor le extendió su misericordia y le salvó la vida.
• Capítulo
3: Declaración
Jonás se resignó a obedecer el llamado de Dios. Él
proclamó la verdad divina y los impíos de Nínive se arrepintieron.
• Capítulo
4: Depresión
Jonás se enojó con Dios por haber mostrado
misericordia a quienes él creía indignos de recibirla. En última instancia,
cayó en una depresión severa que lo consumió por la amargura y desesperanza, al
punto de que quería morir. Jonás expresó su queja diciendo: “Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me
quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida” (Jonás 4:3).
Luego, en su ira y auto-conmiseración, hizo esta
declaración triste, pero reveladora: “Mucho
me enojo, hasta la muerte” (Jonás 4:9).
II. Características de la depresión
¿Había alguna pista
en cuanto a la gravedad de la depresión mental de Andrea Yates? Después de
ahogar a sus cinco hijitos, los medios de comunicación supieron que esa familia
tan estrictamente religiosa había estado varios años en tratamiento por la
depresión de Andrea. En dos ocasiones en el año 1999 había tratado de
suicidarse. Y por causa de una grave depresión
posparto luego del nacimiento de su cuarto hijo, se le advirtió a la pareja
que no debían tener más hijos… Sin embargo, nació un quinto hijo.
La tragedia de la familia Yates es una excepción.
Aunque mucha gente se desilusiona gravemente, la mayoría de quienes atraviesan
por una depresión grave jamás cometerán actos que lleven a la muerte. Sin
embargo, Andrea siguió en una espiral descendente hasta el grado de tener
pensamientos frecuentes de auto-destrucción. En ese punto de su depresión
paralizante no pudo aceptar la verdad de que:
“Aún
hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos”.
(Eclesiastés
9:4)
A. ¿Cuál es el diálogo del deprimido?
Los que luchan en las tinieblas de la depresión no
pueden ver las cosas positivas que hay en su vida… especialmente en sí mismos.
Por lo general ven la vida a través de “lentes oscuros”. El fotógrafo que usa
un lente negro para tomar una fotografía durante el día hace que parezca que
fue tomada durante la noche. Cuando una persona deprimida ve la vida a través
de un filtro negro, se siente indefensa en su situación, se odia a sí misma y
está desesperanzada en cuanto al futuro. Si usted anda en la oscuridad de la
depresión, necesita centrar su atención en la luz del Señor y saber que a él
usted le importa personalmente. En los salmos puede leer acerca de un cambio de
perspectiva:
“Mira
a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; no tengo refugio,
ni hay quien cuide de mi vida. Clamé a ti, oh Jehová; dije: Tú eres mi
esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes”.
(Salmos
142:4–5)
• ¿Qué
dice usted acerca de sí mismo?
—“¡No puedo hacer nada bien!”
—“¿Para qué lo intento?”
—“¡No sirvo para nada!”
—“¡Me odio!”
—“Mira a fulano o mengano
(haciendo comparaciones)”.
—“¡Seguro hice algo malo!”
—“¡Nadie me ama!”
¿Cuál es la luz de la verdad?
La palabra de Dios dice: “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se
apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo
Jehová, el que tiene misericordia de ti”. (Isaías
54:10)
• ¿Qué
dice usted acerca de su situación?
—“¡No veo la salida a esta situación!”
—“¡Nada importa!”
—“¡Esto no lo puedo
resistir!”
—“¡No es justo!”
—“¡No puedo hacer nada para
cambiarlo!”
—“¡No puedo hacer nada al
respecto!”
—“¡No lo puedo soportar!”
¿Cuál es la luz de la verdad?
Puedo decir con el apóstol Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
(Filipenses 4:13)
• ¿Qué
dice usted acerca de su futuro?
—“¿Y qué?”
—“Nada cambiará…”
—“¡Nadie me amará!”
—“Seré demasiado viejo…”
—“¡Esa era mi última
oportunidad de ser feliz!”
—“No tengo nada por lo cual
vivir”.
—“¡No servirá de nada!”
¿Cuál es la luz de la verdad?
La palabra de Dios dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice
Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. (Jeremías 29:11)
Si anda en tinieblas, atesore estas palabras del
Señor:
“Y
guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no
habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso
en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé”.
(Isaías
42:16)
B. ¿Cuáles son los síntomas depresivos y
maniáticos?
• Las personas deprimidas muestran
tristeza, desánimo y falta de gozo. Los episodios depresivos mayores involucran
cinco o más de los siguientes síntomas típicos que se manifiestan casi todos
los días por al menos dos semanas:
—Estado de ánimo depresivo permanente
—Poco agrado en las
actividades normales
—Cambio significativo en el
apetito o peso corporal
—Fatiga o pérdida de
energía
—Disminuye la capacidad de
pensar con claridad, de evaluar o concentrarse
—Movimientos más lentos o
más agitados
—Muy poco o demasiado
tiempo de dormir
—Sentimientos de falta de
valor personal o culpa excesiva
—Pensamientos o intentos de
suicidio
• Las personas maniáticas demuestran
emociones eufóricas inexplicables aunadas a varios actos de insensatez anormal.
Los episodios
maniáticos suceden cuando tres o más de los siguientes síntomas típicos
toman lugar, porque no son normales en la persona y que duran por lo menos una
semana:
—Ego elevado
—Pensamientos vertiginosos
—Se distrae fácilmente
—Habla demasiado
—Distracción repentina
—Disminuye su necesidad de
dormir
—Aumenta obsesión por una
meta
—Involucrarse excesivamente
en placeres que pueden provocar consecuencias negativas.
• Las personas bipolares manifiestan episodios
tanto maníacos como depresivos.
Características
del rey saúl
Los altibajos emocionales y de comportamiento
extremosos del rey Saúl son similares a muchos de los síntomas de quienes
padecen el trastorno bipolar. En
ocasiones, Saúl alternaba entre episodios de manía y de depresión.
Él ilustra la tragedia de un hombre con un inmenso
poder y potencial, pero que carecía de sabiduría y auto-control. En el mejor de
sus días, Saúl era un hombre confiado, que mandaba bien y carismático. Pero en
los peores, Saúl era un hombre vano, vil y vengativo. Se ganó el respeto de
toda la nación de Israel por haber vencido a tres naciones enemigas. Pero
también se ganó el rechazo de Dios como su rey escogido porque lo desobedeció. El
profeta Samuel habló de esta gravedad en la vida de Saúl:
“Y
Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en
que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que
los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque
como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la
obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha
desechado para que no seas rey”.
(1
Samuel 15:22–23)
Características
de la manía |
El
comportamiento maníaco del rey saúl |
• Irritabilidad |
• Desobedeció
a Dios por su impaciencia |
Estaba enojado porque el profeta Samuel
no llegó a tiempo para ofrecer el sacrificio necesario antes de la batalla,
así que Saúl se impacientó y ofreció el sacrificio él mismo. Después de que
llegó Samuel, Saúl se justificó diciendo: “Porque
vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo
señalado… Ahora descenderán los filisteos contra mí.… Me esforcé, pues, y
ofrecí holocausto” (1 Samuel 13:11–12).
La decisión de Saúl fue desobedecer un mandato claro de Dios. |
|
• Malas
decisiones |
• Prohibió
a su ejército que comiera durante la batalla |
El ejército de Saúl estaba desmayando
porque él “había juramentado al pueblo,
diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya
tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había
probado pan” (1 Samuel 14:24). Y
todos ellos se debilitaron. |
|
• Demasiados
placeres |
• Retuvo
del botín prohibido |
Dios le dijo a Saúl que destruyera por
completo al enemigo así como todas sus posesiones. Sin embargo, Saúl guardó
parte del botín prohibido: “lo mejor de
las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y
de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir… Y vino palabra de Jehová a
Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de
en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó
a Jehová toda aquella noche”. (1 Samuel 15:7–11) |
|
• Auto
estima elevada |
• Se
mandó erigir una estatua |
Aunque Samuel había llegado a tiempo
para reunirse con Saúl, le dijeron al profeta, “Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento” (1 Samuel 15:12), lo cual era una clara
demostración del alto concepto de sí que tenía. |
|
• Fácilmente
se distraía |
• Se
distrajo por una canción de las mujeres israelitas |
Cuando sus soldados volvían de la
batalla, en vez de centrarse en la victoria, Saúl se distrajo fácilmente por
lo que cantaban las mujeres. Aunque el refrán era una manera de honrar a las
tropas, “se enojó Saúl en gran manera,
y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles;
no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos
a David” (1 Samuel 18:8–9). |
|
• Demasiada
obsesión en su meta |
• Se
volvió obsesivo con la meta de querer matar a David |
Cuando David comenzó a servir al rey
Saúl, éste “le amó mucho [a David]”.
Sin embargo, “Saúl, viendo y
considerando que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo amaba, tuvo
más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días”. Jonatán
apeló a su padre, diciendo: “… sus
obras han sido muy buenas para contigo”. Así que Saúl hizo un juramento: “Vive Jehová, que no morirá”. Sin
embargo, un poco más tarde: “Saúl envió
luego mensajeros a casa de David para que lo vigilasen, y lo matasen”.
Saúl hizo varios intentos de matar a David (1
Samuel 16:21; 18:28–29; 19:4, 6,
11). |
|
• Pensamientos
vertiginosos |
• Pensó
incluso en matar al hijo que tanto amaba |
Para determinar si su padre estaba
planeando matar a David, Jonatán justificó a David por no estar en la
presencia del rey, lo cual enfureció a Saúl. Él demandó: “tráemelo, porque ha de morir” Jonatán preguntó, “¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho? …
Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo [a Jonatán, su hijo amado]”
(1 Samuel 20:31–33). |
|
• Estado
de ánimo inexplicablemente eufórico |
• Estaba
seguro que gozaba del favor del Señor |
En medio de su estado de ánimo exaltado, Saúl dijo: “Dios lo ha entregado
[a David] en mi mano… convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla… y poner
sitio a David y a sus hombres” (1 Samuel 23:7–8).
Pero su presunción estaba muy equivocada. |
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• Desánimo,
desmayo, desesperanza |
• Perdió
toda esperanza por el temor |
Dios había librado a Saúl de muchas
batallas, pero cuando su ejército se enfrentó al gigante filisteo Goliat: “Saúl y todo Israel…, se turbaron y
tuvieron gran miedo”. Era claro que Dios había ungido a Saúl como rey,
pero él continuaba luchando contra su temor y desesperanza. Cuando en otra
ocasión tuvo que enfrentar a los filisteos también “tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera”. (1 Samuel 17:11; 28:5) |
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• Incremento
en su irritabilidad |
• Tuvo
exabruptos de ira |
“Un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio
de la casa. David tocaba con su mano como los otros días”. Sin ser provocado “tenía Saúl la lanza en la mano. Y arrojó Saúl la lanza, diciendo:
Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces” (1 Samuel 18:10–11). |
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• Evaluaciones
negativas e irreales |
• Acusó
a sus colaboradores de traición |
En su afán por encontrar y matar a
David, Saúl acusó injustamente a su hijo y sus súbditos inocentes: “¿Os dará también a todos vosotros el hijo
de Isaí [David] tierras y viñas, y os hará a todos vosotros jefes de millares
y jefes de centenas, para que todos vosotros hayáis conspirado contra mí, y
no haya quien me descubra al oído cómo mi hijo ha hecho alianza con el hijo
de Isaí, ni alguno de vosotros que se duela de mí y me descubra cómo mi hijo
ha levantado a mi siervo contra mí para que me aceche, tal como lo hace hoy?”
(1 Samuel 22:7–8). |
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• Frustración
exagerada |
• Mandó
matar al que lo había confrontado |
Cuando Saúl acusó falsamente al
sacerdote que ayudó a David ingenuamente, el sacerdote quiso hacer entrar en
razón a Saúl: “¿Y quién entre todos tus
siervos es tan fiel como David, yerno también del rey, que sirve a tus
órdenes y es ilustre en tu casa?” Pero Saúl estaba en negación y le
contestó: “Sin duda morirás… tú y toda
la casa de tu padre” (1 Samuel 22:14, 16). |
|
• Triste,
desanimado, pesimista |
• Lamentó
su destino y temió a David |
Saúl supo que David le había salvado la
vida. Con un dejo de profunda tristeza, Saúl expresó en varias ocasiones su
incierto futuro con las palabras: “Y
ahora, como yo entiendo que tú has de reinar, y que el reino de Israel ha de
ser en tu mano firme y estable, júrame, pues, ahora por Jehová, que no
destruirás mi descendencia después de mí, ni borrarás mi nombre de la casa de
mi padre” (1 Samuel 24:20–21). |
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• Pérdida
del apetito |
• Se
rehusó a comer |
Saúl estaba tan deprimido que: “…rehusó diciendo: No comeré” (1 Samuel 28:23). |
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• Pensamientos
o intentos suicidas |
• Se
quitó la vida |
Cuando recibió una herida grave en la
batalla y puesto que no pudo convencer a su paje de armas de que lo matara, “tomó Saúl su propia espada y se echó
sobre ella” (1 Samuel 31:4). |
Pregunta: “¿Es falta de fe en Dios tomar
medicamentos para la depresión?”
Respuesta: No. Hay varias condiciones físicas que contribuyen a que una persona
experimente la depresión. Por ejemplo, en la depresión bipolar y posparto,
existe un desequilibrio bioquímico que puede ser tratado con medicamentos y
obtener buenos resultados. Infortunadamente, muchos cristianos temen que se les
considere faltos de espiritualidad si buscan ayuda profesional para su
depresión, pero si no hacen nada, sufrirán innecesariamente.
En ocasiones se necesita el tratamiento por un
tiempo más prolongado para equilibrar los altibajos emocionales. Esto es para
que los que sufren depresión puedan ver la verdad y comiencen a andar con los
pies en la tierra. Ezequiel 47:12 dice
que Dios hizo la “hoja para medicina”.
Por lo tanto, es bíblico tomar medicamentos. Sin embargo, la medicina debería
utilizarse para beneficio del paciente, no para adormecer el dolor o escapar de
él. Más bien, debe ser para ayudar a la persona a pasar el proceso del dolor.
Además, los medicamentos deben ser el último recurso, después de haber seguido
los pasos indicados y siempre acompañados de un proceso de consejería.
C. ¿Cuáles son los síntomas de la depresión
posparto?
Por lo general todas las mujeres que tienen un
bebé deben sentirse felices y emocionadas por su nuevo hijo. Pero cuando eso no
sucede, la madre comienza a sentir una gran culpa y confusión. Puede entonces
desarrollar muchos síntomas inesperados.
• La tristeza del parto—Desde los tres
a cinco días después del parto hasta dos semanas después, el 70 por ciento de
las madres experimentan los siguientes síntomas:
—Cambios repentinos de ánimo
—Llanto frecuente e
inexplicable
—Un sentido de pérdida
—Culpabilidad por no
sentirse ligada a su bebé
—Irritabilidad, enojo
—Cambios en los hábitos de
dormir y comer
—Falta de concentración
—Aletargamiento
• Depresión posparto—Casi un 20 por
ciento de las madres que recién han tenido un bebé experimentan la depresión posparto y se diferencia de la
anterior en su duración y en la indiferencia debilitante que la madre siente
hacia sí misma y sus hijos.
—Demasiada preocupación por el bebé porque
ella percibe que está mal en cuanto a sus sentimientos de ser madre
—Falta de interés en el
hijo y sensación de estar atrapada
—Indiferencia emocional,
tristeza, fatiga
—Se retrae de su familia y
amigos
—Muestra poco o nada de
amor por el niño o el resto de su familia
—Cambios en su apetito
—Pierde o gana peso
significativamente
—Ansiedad o ataques de
pánico
• Sicosis posparto—Una depresión que
puede ser de vida o muerte que afecta sólo a una de cada 1,000 madres que dan a
luz.
—Tienen pensamientos o hacen declaraciones
extrañas
—Se sienten molestas o
enojadas con el bebé y la familia
—Demasiado crítica de su
habilidad de ser una buena mamá
—Tiene pensamientos de
hacerse daño a sí misma o al bebé
—Paranoia, confusión,
desorientación
—Oye voces o tiene visiones
de Satanás o los demonios que atacan su capacidad para ser una buena mamá
—Alucinaciones de que el
bebé esta poseído por un demonio
—Alucinaciones que le
ordenan que mate al bebé (infanticidio)
Una madre que está luchando con la sicosis
posparto podría sentir que estas palabras son suyas:
“Me
rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y
dolor había yo hallado”.
(Salmos
116:3)
III. Causas de la depresión
Andrea Yates se desequilibró espiritualmente como
resultado de haberse enfocado más en Satanás y su pecado que en Dios y su
gracia. Ella escuchaba voces que le decían que era mala… que Satanás estaba
dentro de ella, y que la única manera de deshacerse de él era ¡su muerte! Un
escritor de la revista Time informó que Andrea llegó a la conclusión
de que “Tenía que matar a los niños, tal como Satanás se lo ordenaba, para que
la sentenciaran a la pena de muerte y recibiera su merecido”. Andrea dijo al
referirse a sus hijos: “Tropezaban porque yo era malévola. Jamás podrían
salvarse por la manera en que los estaba educando… estaban destinados a morir y
perecer en el fuego del infierno”: Finalmente, después de las cinco muertes,
esperaba que sus hijos hubieran llegado al cielo. No hay otra parte de la
Biblia que defina mejor su manera torcida de pensar que este proverbio:
“Hay
camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”.
(Proverbios
14:12)
A. ¿Cuáles son las causas físicas de la depresión?
Andrea Yates había sido una mujer suicida, la
habían hospitalizado y recientemente le habían quitado todos los medicamentos
que le habían ayudado. Los graves cambios hormonales de su cuerpo después del
parto provocaron una deficiencia que le produjo sicosis posparto (se evadió de la realidad).
Trágicamente, muchas madres que padecen la sicosis
posparto tienen pensamientos terribles de muerte de sus bebés y la destrucción
de sí mismas. Podrían hacer suyas estas palabras:
“Me
rodearon ligaduras de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Ligaduras del Seol me rodearon, me tendieron lazos de muerte”.
(Salmos
18:4–5)
Seis agravantes
físicos de la depresión
#1 Desequilibrio
hormonal
“¿Puede un desequilibrio químico en el cerebro
provocar depresión?” Esta pregunta frecuente se puede contestar con un rotundo
¡sí! Por ejemplo, los cambios hormonales durante la
pubertad, el posparto (después de dar a luz), y la peri-menopausia (alrededor
de la menopausia) pueden provocar depresión.
#2 Medicamentos
y drogas
Algunas drogas legales o ilegales pueden provocar
una depresión, tales como analgésicos, antidepresivos, esteroides,
anticonceptivos y medicinas cardíacas.
#3 Enfermedades
crónicas
Algunas enfermedades como la deficiencia tiroidea y un período de gripe pueden provocar
desequilibrio en el cerebro, que a su vez puede desencadenar una depresión.
#4 Temperamento
melancólico
La persona de temperamento melancólico es
ordenada, talentosa y creativa, pero al mismo tiempo puede ser temperamental y
demasiado auto-crítica. Los que tienen este temperamento son analíticos,
críticos y difíciles de complacer; toman todo con demasiada seriedad o muy
personal, lo que provoca que se depriman más fácilmente por las circunstancias
a su alrededor o a la menor imperfección en sí mismos o los demás.
#5 Comida,
descanso o ejercicio inadecuados
Si hay una deficiencia en las rutinas básicas de
la vida eso puede contribuir a un sentido crónico de fatiga, falta de energía y
aislamiento social.
#6 Predisposición
genética
Con base en las estadísticas, quienes se han
formado en el seno de una familia depresiva son doblemente propensos a sufrir
de depresión que quienes no tienen un historial de depresión en su familia.
Asimismo, “el 50% de quienes padecen trastorno bipolar al menos tuvieron uno de
sus padres con ese mismo padecimiento”.
Si le preocupa la depresión, aprenda todo lo que
pueda acerca de su historia familiar y las opciones de tratamiento disponibles.
Es muy importante investigar todo lo que pueda acerca de su salud.
“El
simple todo lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos”.
(Proverbios
14:15)
Pregunta: “¿Por
qué las mujeres son dos veces más propensas a la depresión que los hombres?”
Respuesta: El cuerpo de las mujeres produce sólo la mitad de la serotonina que
producen los hombres, sin embargo, el estrógeno
de las mujeres multiplica la cantidad de serotonina para igualar el nivel de
los hombres. El reto ocurre en tres momentos específicos—antes de que la
mujer comience su menstruación, después de dar a luz y en la menopausia, cuando
el nivel de estrógeno desciende drásticamente en algunos casos. Si el nivel de
estrógeno en la mujer no es suficiente para multiplicar la serotonina,
experimentará una reducción de la hormona que le producirá depresión. Esa es
una de las razones por las que muchas mujeres tienen que tomar un tratamiento
de estrógenos (ERT, por sus siglas en inglés) y por las que otras mujeres
consultan al médico para sentirse “sanas” otra vez. Jesús dijo:
“Los
sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”. (Mateo 9:12)
B. ¿Qué papel juegan los medicamentos en el
tratamiento de la depresión?
Todo ser humano cuenta con billones de células
cerebrales. Estas neuronas (o células nerviosas) mandan y reciben “mensajeros
químicos” llamados neurotransmisores,
y sin ellos no podríamos ¡pensar ni sentir! Los neurotransmisores son químicos
poderosos que tienen un impacto importante sobre nuestras emociones como la
felicidad, tristeza, preocupación, ira, lógica, el sueño la memoria, la
ansiedad, el pensamiento y aun en la expresión facial. Cuando sufrimos una
depresión, muchas veces se debe a una deficiencia en los neurotransmisores
vitales. Por ejemplo, cuando los niveles de serotonina, norepinefrina,
dopamina, o GABA (acido gamma-aminobutirico) están por debajo de lo normal.
“Las
angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas”.
(Salmos
25:17)
¿Cómo ayudan
los antidepresivos a aliviar la depresión?
• Cuando un impulso eléctrico llega al lugar
de la neurona donde se encuentran los neurotransmisores (llamado el lugar pre-receptor), expiden estos químicos de
la célula nerviosa y entran en el vacío entre neuronas (llamados sinapsis). Estos neurotransmisores
viajan a través de la sinapsis y se adhieren al post-receptor de la otra neurona.
• Los antidepresivos
son medicamentos no adictivos que bloquean el regreso del impulso eléctrico a
la misma neurona de donde salió (reuptake)
y disminuye (la degradación) la
neurotransmisión depresiva entre las sinapsis. Así que se incrementa la
cantidad de neurotransmisores y en última instancia, alteran otros químicos
dentro de la célula nerviosa y de todo el sistema nervioso. El resultado es una
cadena de reacciones químicas en el cerebro lo cual a su vez levanta el estado
de ánimo depresivo y modifica el comportamiento.
SINAPSIS
Pregunta: “¿Existe alguna prueba médica objetiva
que respalde la necesidad de medicamentos en algunos casos de depresión?”
Respuesta: Sí. Con la ayuda de las pruebas llamadas PET (por sus siglas en inglés:
tomografía de emisión de positrón), los médicos pueden ver las diferencias
entre la función de un cerebro normal y uno deprimido. Las pruebas del PET
proporcionan un mapa de las funciones cerebrales y también muestran los cambios
en el cerebro después de que se han tomado medicamentos antidepresivos. Las
medicinas antidepresivas ayudan a producir una absorción química normal, lo cual
incrementa el buen funcionamiento del cerebro y disminuye la depresión. Qué
maravilloso es que el Dios de la creación hizo el cerebro con la capacidad de
responder a la medicina apropiada para aliviar la depresión.
La Biblia dice que somos una “obra formidable y maravillosa”.
“Te
alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y
mi alma lo sabe muy bien” (Salmos 139:14)
C. ¿Cuáles son los agravantes emocionales de la
depresión?
Alguna gente dice que la “depresión es la ira vuelta al interior del ser humano”.
Esta declaración no siempre es verdad, pero lo es cuando se ha reprimido el enojo. La represión ocurre cuando se bloquean los
deseos y emociones de la conciencia de la persona y se les deja en el
inconciente. Esta ira reprimida o ira interior provoca una depresión oculta y no permite que la
amargura salga a luz. La amargura es una de las causas principales de la
depresión, porque nos sentimos totalmente abandonados en nuestra amargura.
“El
corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entremeterá en su
alegría”.
(Proverbios
14:10)
• ¿Tiene
usted ira reprimida por…?
—Pérdida de un ser querido
—Pérdida de la autoestima
—Pérdida del control
—Pérdida de sus posesiones
— Pérdida de algunas
expectativas
— Pérdida del respeto de
otros
— Pérdida de la salud o las
capacidades
— Pérdida de las metas
personales
Si esto es así, la Biblia dice:
“Quítense
de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia”.
(Efesios
4:31)
• ¿Tiene
usted un temor reprimido por…?
—Perder su trabajo
—La muerte
—El nido vacío
—El fracaso
—Abandono
—Envejecer
—La soledad
—El rechazo
Si esto es así, la Biblia dice:
“No
temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia”.
(Isaías
41:10)
• ¿Ha
usted reprimido el estrés por…?
—Problemas en el trabajo
—Cambio de residencia
—Problemas matrimoniales
—Carga de trabajo
—Responsabilidades
económicas
—Responsabilidades
familiares
—Un hijo con problemas
—Cónyuge alcohólico
Si esto es así, la Biblia dice:
“Echando
toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
(1
Pedro 5:7)
Aun las más profundas decepciones en nuestra vida
deben resolverse o tendremos problemas con la amargura; y la ira no resuelta y
la amargura dañarán a nuestros seres queridos.
“Mirad
bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna
raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.
(Hebreos
12:15)
D. ¿Cuáles son las causas espirituales de la
depresión?
Así como hay causas físicas, emocionales y mentales
para la depresión, también las hay espirituales. La desobediencia y la culpa
son semillas fértiles que pueden convertir cualquier sensación de bienestar en
una oscura tormenta. No se puede albergar la culpabilidad de desagradar a Dios
y seguir experimentando el gozo completo de la salvación, ni se pueden
enfrentar las artimañas y ataques que el enemigo usa en nuestra contra si no
conocemos y aplicamos la palabra de Dios a nuestra vida. La desobediencia y la
culpabilidad son inseparables. Y a menos que apliquemos el remedio de la
confesión y el arrepentimiento (que es un cambio de mente y de dirección)
podríamos encontrarnos frente a una depresión que invade el alma y espíritu,
como el ejemplo de los israelitas desobedientes:
“Y
ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo;
pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y
tristeza de alma”.
(Deuteronomio
28:65)
¿Qué sucede si
nunca ha confesado su pecado y no se ha arrepentido?
Cuando usted le pide a Dios que perdone sus
pecados a través del poder de la muerte y resurrección de Jesús, él se
convierte en su eterno Salvador. Y nunca perderá su relación con él, sin
importar lo que usted haga, piense o sienta. Dios asegura su salvación, y no
hay nada ni nadie (ni usted) que pueda destruir lo que Dios tiene en sus manos.
Después, cuando desobedece a Dios, tiene que confesar sus pecados y
arrepentirse de ellos. Eso no significa que renueva su salvación, sino que
mantiene una relación correcta con el Señor. Por otro lado, si nunca ha confesado sus pecados ni le ha
pedido a Jesús que sea su Salvador, no puede tener la seguridad de que irá a
pasar la eternidad en el cielo; tampoco conocerá el verdadero gozo en esta
vida.
El verdadero gozo, el que proviene de Dios, es
mayor que una vida sin problemas. Es la paz que permanece cuando todo parece
venirse abajo. Es la seguridad profunda que hay en su ser que le ayuda a encontrar
la satisfacción en él y a confiar en su soberanía aun en medio de la más
terrible tormenta. Esto es posible gracias a Dios y no hay nada ni nadie que
pueda proporcionarle mayor plenitud. Y ahora mismo él quiere compartir este
gozo con usted.
Cómo tener el
gozo que dura por siempre
Tener una relación personal con Jesús es el primer
paso en el largo camino para vencer la depresión. Cuando confía en él, le dará
su poder para soportar cualquier cosa que tenga que enfrentar. Jamás tendrá que
volver a vivir un día oscuro en su vida con él. Hoy mismo, puede confesar lo
que hay en su corazón a Dios… y experimentar el primer momento de gozo
verdadero y duradero.
1. El
propósito de Dios para usted… es la
salvación.
—¿Qué movió a Dios a enviar a su Hijo al
mundo? ¿Para condenarlo? No, ¡lo envió para demostrarle su amor por medio de la
Salvación!
“Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios
a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por
él”. (Juan 3:16–17)
—¿Cuál fue el propósito de Jesús para
venir a la tierra? ¿Hacerlo todo perfecto y quitar todo el pecado? No, ¡sino a
perdonar sus pecados, darle el poder para obtener la victoria sobre el pecado y
ayudarle a vivir una vida plena!
“Yo
[Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. (Juan 10:10)
2. Su
problema… es el pecado.
—¿Qué es el pecado? El pecado es vivir de
manera independiente de las normas de Dios, sabiendo lo que es correcto, pero
decidiendo hacer lo malo.
“Y
al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 4:17)
—¿Cuál es la consecuencia del pecado? La
muerte espiritual, la separación espiritual de Dios.
“Porque
la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23)
3. La
provisión divina para usted… es el
Salvador.
—¿Hay algo que pueda quitar la paga del
pecado? Sí. Jesús murió en la cruz para pagar personalmente por nuestros
pecados.
“Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros”. (Romanos 5:8)
—¿Cuál es la solución para
ya no estar separados de Dios? Creer en Jesucristo como el único camino que nos
lleva a Dios el Padre.
“Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí”. (Juan 14:6)
4. Su
decisión… es someterse.
—Deposite su fe en (descanse en)
Jesucristo como su Señor y Salvador personal y deje de confiar en las “buenas
obras” como medio para ganar el favor de Dios.
“Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios
2:8–9)
—Entregue a Cristo el control de su vida y
confíe su vida en sus manos.
“Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la
perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué
aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué
recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo
16:24–26)
Al momento de decidir creer en él y confiar su
vida a Cristo, él le da su Espíritu Santo para vivir dentro de usted. Así, el
Espíritu de Cristo le da su poder para vivir la vida plena que Dios tiene en
mente para usted. Si quiere que Dios lo perdone por completo y quiere ser la
persona que Dios quiso que fuera cuando lo creó, puede decírselo en una oración
simple, pero sincera como la siguiente:
Oración para la
salvación
“Dios, quiero tener una relación
verdadera contigo. Reconozco que muchas veces he decidido seguir mis propios
caminos y no los tuyos. Por favor, perdona mis pecados. Jesús, gracias por
morir en la cruz y pagar por la pena de mi pecado. Ven a mi vida como mi Señor
y Salvador. Comienza a sanar mi corazón por tu poder. Enséñame a encontrar el
gozo en ti solamente. Hazme la persona que quieres que yo sea. En tu santo
nombre hago esta oración. Amén”.
¿Qué puede
esperar ahora?
Si hizo esta oración con toda sinceridad, sepa
esta verdad que David escribió en los Salmos:
“En
la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi
alma. ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades que hace agravio bajo forma
de ley?”
(Salmos
94:18–19)
Elías cae en la
depresión
Una o varias de las necesidades básicas se ven amenazadas
-Amor |
-Significancia |
-Seguridad |
La seguridad de Elías se vio amenazada
“Viendo, pues, el peligro,
se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y
dejó alli a su criado”.
(1
Reyes 19:3)
-Auto-compasión |
-Auto-condena |
-Temor |
-Desesperanza |
Elias pensó para sus adentros: “Ya tuve bastante,” y después le pidió a
Dios que le quitara la vida
“Y
él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un
enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quitame la vida, pues no
soy yo mejor que mis padres”.
(1
Reyes 19:4)
- Resentimiento enterrado debido a las
circunstancias
Elías estaba frustrado porque sus esfuerzos parecían vanos
“El
respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los
hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a
espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida”
(1
Reyes 19:10)
La adaptación de parte de esta gráfica
están usados con permiso de Larry Crabb
E. Causa de raíz para seguir en la depresión
Creencia errónea:
“Estoy deprimido por las desilusiones profundas
que he tenido a lo largo de mi vida. Me han robado todo el gozo. No hay
esperanza para mí en el futuro, y no puedo hacer nada al respecto”.
Creencia correcta:
Reconozco que estoy deprimido por las
circunstancias actuales de mi vida, pero Cristo vive en mí y él es mi
esperanza. Confiaré en él para que renueve mi mente con la verdad de su palabra
y renueve mi corazón con la esperanza que sólo él puede dar.
“Pero
tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en
nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos… en quien esperamos
que aún nos librará, de tan gran muerte” (2 Corintios
1:9–10).
IV. Pasos para encontrar la solución
¿Sabían los familiares y amigos de Andrea Yates de
la gravedad de su depresión? Mucha gente se preguntó: “¿Hizo el esposo de Andrea lo suficiente para proteger la vida de su
esposa y de sus hijos?” En el juicio salió a la luz que Andrea había estado
hospitalizada varias veces por causa de graves depresiones. En dos ocasiones se
le dio de alta de manera prematura. Su esposo Rusty abordó al último médico
pidiéndole los medicamentos que le habían hecho tanto bien en el pasado, pero
no le hicieron caso. En su hogar habían hecho los arreglos para que Rusty
pudiera entrar a su trabajo después de las 9:00 a.m. Después llegaba su mamá a
las 10:00 a.m. para ayudar a Andrea con los niños. Ella seguía con el sistema
de escuela en su hogar y le ayudaba también con los quehaceres domésticos.
Andrea se quedaba con los niños sólo una hora cada día. Pero fue durante esos
minutos, que el 20 de junio del 2001 Andrea ahogó a sus hijos.
¿Cómo pudo haberse evitado tal tragedia? ¿Qué
pasos podrían haber dado sus familiares para ayudar a Andrea a dejar la
oscuridad de la desesperación hacia la luz de la esperanza? Si hubiesen estado
mejor advertidos del peligro que corría, podrían haberse informado más acerca
del mal que padecía y habrían sabido mejor qué hacer.
“Oirá
el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo”.
(Proverbios
1:5)
A. Versículo clave para memorizar
Cuando está pasando por el valle de la sombra de
la depresión, recuerde lo que Dios dice en su palabra y repítase esta verdad
todos los días:
“Hubiera yo desmayado, si no creyese que
veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes”.
(Salmos 27:13)
B. Pasaje clave para leer y meditar
No podemos elegir lo que heredamos genéticamente,
pero sí podemos decidir las cosas en las que vamos a pensar cognoscitivamente.
En el mundo de la medicina, las pruebas cerebrales de quienes sufren de depresión
a menudo muestran mejoría cuando se les refuerza con palabras de esperanza,
afirmación y propósito. Con respecto a esto, la vida es una serie de decisiones que tomamos. Usted puede decidir el día de
hoy empezar a poner en práctica la palabra de Dios.
1 Tesalonicenses 5:16–24
• “Estad
siempre gozosos”. |
|
—Decida continuar
enfocándose en las cosas positivas de su vida. |
v. 16 |
• “Orad
sin cesar”. |
|
—Decida hablar con Dios
sobre cualquier tema. |
v. 17 |
• “Dad
gracias en todo”. |
|
—Decida agradecer a Dios
por lo que está aprendiendo ahora mismo. |
v. 18 |
• “No
apaguéis al Espíritu”. |
|
—Decida hacer los cambios
necesarios cuando el Espíritu de Dios se los señale. |
v. 19 |
• “No
menospreciéis las profecías”. |
|
—Decida tomar en serio la
palabra de Dios. |
v. 20 |
• “Examinadlo
todo”. |
|
—Decida preguntarse en
todo: “¿Es correcto esto delante de Dios?” |
v. 21 |
• “Retened
lo bueno”. |
|
—Decida hacer lo
correcto, aun cuando sea tentado a hacer lo malo. |
v. 21 |
• “Absteneos
de toda especie de mal”. |
|
—Decida huir
inmediatamente de la tentación. |
v. 22 |
• “Que
el mismo Dios de paz os santifique por completo”. |
|
—Decida ver cómo Dios lo
ha “apartado” (santificado) para ser lo que él quiere que usted sea. |
v. 23 |
• “Y
todo vuestro ser—espíritu, alma y cuerpo—sea guardado irreprochable”. |
|
—Decida comprometer todo
su ser a hacer lo que Dios quiere que usted haga. |
v. 23 |
• “Fiel
es el que os llama, el cual también lo hará”. |
|
—Decida confiar en el
poder de Dios para hacer lo que él lo ha llamado a hacer. |
v. 24 |
C. Quítese las máscaras
Cuando atravesamos circunstancias dolorosas en
nuestra vida podemos “barrerlas bajo la alfombra” e ignorarlas. Sin embargo, al
hacerlo, fallamos en procesar y hacer luto por nuestras heridas y pérdidas. Si
“enmascaramos” la depresión, estamos tratando de proteger nuestro corazón y
esconder quiénes somos en realidad y las cosas que no queremos enfrentar. Pero
ese tipo de mascarada bloquea nuestra madurez y nuestra capacidad de tener una
relación íntima con Dios y con los demás. Jamás tema admitir la verdad de su
vida directamente con Dios. Permítale que él le ayude a ver la realidad de su
dolor. Él le mostrará cómo él ha estado trabajando a través de su dolor para
darle sabiduría y para que entienda las profundidades reales de la verdad.
David le dijo a Dios:
“He
aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría”.
(Salmos
51:6)
La línea del
tiempo de mi vida
• Dibuje una línea horizontal que
represente su vida.
• Divida la línea en tres partes niñez,
juventud, edad adulta.
• Anote en la línea los principales
cambios y eventos que ha habido en su vida. Dibuje líneas cortas a partir de la
línea del tiempo y escriba frases cortas que describan los eventos mayores
tales como:
• Determine si ha habido pérdidas
significativas y heridas que no ha procesado, tales como:
—Abandono
—Divorcio de sus padres
—Rechazo
—Fracasos
—Acusaciones falsas
—Crítica injusta
—Metas truncadas
—Sueños no realizados
• Descubra el origen del dolor
encubierto a través de la oración ferviente.
Oración de
descubrimiento
“Querido Padre, vengo ante ti como hijo
para que me ayudes. Tranquiliza mi corazón. Permíteme ver lo que tengo que ver.
Hazme consciente de mi necesidad de sanidad y muéstrame tu verdad. Trae a mi
mente cualquier herida escondida de mi corazón y la circunstancia exacta que la
provocó. En tu santo nombre. Amén”.
• Defina el impacto emocional que cada
acontecimiento tuvo en usted con palabra específicas como:
—“Esto me hizo sentir así…”
—“Me duele que…”
—“Me sentí tan avergonzado
cuando…”
—“Me sentí abandonado por…”
—“Me sentí muy herido
cuando…”
—“Estaba decidido a que
esto ( ) jamás volviera a suceder”.
• Decida hoy mismo permitirse llorar
profunda y genuinamente por las pérdidas sufridas.
“Sáname,
oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza”. (Jeremías 17:14)
• Elimine el poder que ese evento
tiene sobre sus emociones compartiéndolo con una persona confiable y con Dios.
“Todo
tiene su tiempo… tiempo de callar, y tiempo de hablar”. (Eclesiastés 3:1, 7)
• Profundice su dependencia del Señor
para que lo libere emocionalmente.
“Desde
la angustia invoqué a JAH, y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso”.
(Salmos 118:5)
Oración de
sanidad
“Querido Señor Jesucristo, fortaléceme
para que tú puedas ministrar a mi corazón herido. Sé que tú entiendes mi dolor.
Y sé que tienes el poder de sanarme. Gracias por amarme. Gracias porque puedo
tener confianza en que tú puedes hacerme libre. En tu santo nombre. Amén”.
D. Depresión y la persona sana
Todo ser humano tiene un cuerpo tangible, un alma
intangible y un espíritu inmaterial,
lo cual nos hace seres “tripartitos”. Siendo que somos personas tripartitas, lo
siguiente es una realidad:
• Su cuerpo
es la constitución física (carne, huesos y sangre).
• Su alma
es la personalidad (su mente, voluntad y emociones).
• Su espíritu
es la parte más interna de su ser que necesita salvación, anhela la
satisfacción de sus más profundas necesidades (de amor, significancia y
seguridad), y si es usted creyente, es donde reside el Espíritu Santo.
Los médicos han establecido históricamente que la
manera en que respondemos a las desilusiones de la vida tiene un impacto
directo sobre el cuerpo. De la misma manera, la depresión puede tener un efecto
devastador en su alma y espíritu. Dios nos anima a acudir a él para que
restaure nuestra salud en las tres áreas de nuestra vida… cuerpo, alma y espíritu.
“Y
el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. (1 Tesalonicenses 5:23)
Véase también W. Ian Thomas, The Mystery of Godliness, “El misterio de la piedad”, Grand Rapids:
Zondervan, 1964), 54–69.
Centrado en sí mismo |
Controlado por el Espíritu Santo |
|
|
El cuerpo
Si está sufriendo de una depresión prolongada…
• Primero, hágase un examen médico completo.
(Dígale al doctor que se siente inusualmente deprimido. Sea específico).
• Pida al doctor que revise los medicamentos
que está ingiriendo y elimine los que sean innecesarios. (Pregunte a su doctor
si alguna de sus medicinas le está provocando la depresión.)
• Desarrolle el hábito de dormir
regularmente—dormir es terapéutico. (Solamente durante el sueño el
cerebro produce la serotonina que alivia la depresión. Ponga una hora
específica para dormir y para levantarse).
• Tenga un horario regular de
actividades. (Involúcrese de manera activa en actividades fuera de casa, tal
como un ministerio en la iglesia, lo cual ayuda a las funciones del cerebro.
Acepte invitaciones para estar con otras personas (aunque no tenga ganas de
hacerlo).
• Elimine el estrés, evite la fatiga
excesiva. (Aparte un tiempo de quietud para relajarse).
• Coma alimentos balanceados y nutritivos
regularmente. (Evite la cafeína, el alcohol, la sal, la comida chatarra. Tome
menos azúcar para evitar el deseo inmoderado de comerla).
• Ejercítese con regularidad, camine,
trote o nade al menos cuatro veces por semana. (Una caminata rápida de veinte
minutos produce endorfinas, que es
una sustancia que eleva de manera natural el estado de ánimo).
• Pase tiempo bajo los rayos del sol
disfrutando de la bella creación de Dios. (Un estudio revela que al estar bajo
el sol por 30 minutos puede ayudar a disminuir la depresión. Si obtenemos pocos
rayos de sol, produciremos melatonina,
que a su vez produce aletargamiento).
La siguiente oración tomada de la Biblia debería
animarnos a cuidar de nuestra salud y asumir la responsabilidad de nuestro
cuerpo físico.
“Amado,
yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma”.
(3
Juan 2)
¿Qué es el
desorden afectivo temporal?
Pregunta: “Me acabo de mudar a una ciudad que
tiene un clima muy lluvioso y me siento triste. Todo lo demás está muy bien.
¿Qué hago? Es como si la niebla de afuera de mi ventana hubiera invadido mi
mente y afectado mi forma de pensar”.
Respuesta: El SAD, por sus siglas en inglés, es el desorden afectivo temporal y es
una forma de depresión que se asocia con la falta de rayos del sol. También se
le llama la tristeza de invierno, porque comienza a menudo en el otoño, con sus
días más cortos y con menos luz solar y continúa hasta la primavera cuando los
días se hacen más largos. Cuando al ojo le entra tan pocos rayos solares hace
que el cerebro produzca una hormona llamada melatonina, que se produce cuando
llega la oscuridad. Cuando hay demasiado melatonina
en el cuerpo, provoca un desequilibrio bioquímico en la región del hipotálamo
en el cerebro. Para los animales la melatonina controla la hibernación y
provoca la disminución de la actividad. En los seres humanos, la SAD provoca
síntomas como sueño excesivo, aletargamiento, comer demasiado y depresión.
El mejor tratamiento para el SAD es la luz, la luz
es terapéutica.
• Primero, busque cualquier oportunidad de
obtener la luz natural del sol (lea afuera o ejercítese al aire libre, camine
en la mañana o en la tarde).
• Segundo, puede comprar una caja de luz que
produzca luz artificial y exponga sus ojos a la luz entre 30 minutos a dos
horas cada día.
• Tome sus vacaciones a lugares donde pueda
obtener tanta luz de sol como sea posible.
“Suave
ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol”. (Eclesiastés 11:7)
El alma
Cuando haya perdido una relación significativa
para usted, ya sea por el rechazo, el divorcio o la muerte, es normal que su
corazón se sienta deprimido. Sin embargo, después de un período de tiempo, es
normal que sienta cierto grado de sanidad. Si su corazón no ha vuelto a su
forma habitual, entonces podría estar en un estado
de depresión. Ya que toda el alma (mente, voluntad y emociones) se ve
afectada por la depresión, hay varios pasos que necesita dar para recuperarse y
tratar la depresión en las tres áreas mencionadas. Cada parte que ha sido
tocada por la depresión debe ser sanada.
#1 La mente
Una de las claves para vencer la depresión crónica
es cuidar las cosas en las que pensamos. Los estudios e investigaciones
verifican que lo que una ¡persona decide
pensar literalmente cambia la química de su cerebro! Así que usted necesita
llenar su mente con la mente de Dios, saturarla con la perspectiva de Dios y
sus promesas. Romanos 12:2 dice que
somos transformados “por medio de la
renovación de vuestra mente”.
• Escriba algunos versículos bíblicos en
tarjetas y léalas varias veces al día.
• Haga una lista, “Mi lista de acciones de gracias”
con siete aspectos positivos de su vida e invierta un tiempo todos los días
para agradecerle a Dios por esas cosas de manera específica.
—En la siguiente semana, haga una lista de
otras siete cosas específicas por las que puede agradecer a Dios.
—Continúe aumentando
acciones de gracias a su lista cada semana.
Al leer la palabra de Dios, descubrirá su
propósito al permitir las pérdidas dolorosas en su vida. Dios es su Redentor y
él tiene un propósito para permitir todo lo que sucede en su vida… incluyendo
las tormentas difíciles.
“Envió
su palabra, y los sanó”.
(Salmos
107:20)
Cómo encender la luz en la oscuridad
Para combatir la depresión, lo primero que debe
hacer es escribir lo que está pasando por su mente. Luego, refute con la
palabra de Dios sus pensamientos negativos. Pida a Dios y a un amigo suyo que
le ayuden a describirlos correctamente. Y luego, cuando le vengan los
pensamientos negativos utilice una terapia de “conocimiento” para refutarlos y
simplemente reemplace sus pensamientos de tinieblas con la
lámpara y la luz de la verdad.
“Tú
eres mi lámpara, oh Jehová; mi Dios alumbrará
mis tinieblas”.
(2
Samuel 22:29)
• Tinieblas:
“No puedo salir de estas tinieblas”.
Luz: “El Señor traerá
la luz en medio de las tinieblas”.
“Jehová
mi Dios alumbrará mis tinieblas”. (Salmos 18:28)
• Tinieblas:
“Siento que no tengo un refugio… ni un lugar seguro”.
Luz: “El Señor será
mi refugio”.
“Guárdame,
oh Dios, porque en ti he confiado”. (Salmos 16:1)
• Tinieblas:
“Siento que estoy en medio de muchos problemas”.
Luz: “El Señor es mi
ayuda en medio de los problemas”.
“Dios
es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. (Salmos 46:1)
• Tinieblas:
“No puedo dejar de sentirme inquieto”.
Luz: “Mi Dios me da
la tranquilidad que mi alma necesita”.
“En
Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación”. (Salmos 62:1)
• Tinieblas:
“No puedo ver el camino por donde debo andar”.
Luz: “El Señor
dirigirá mi camino”.
“Fíate
de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo
en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5–6)
• Tinieblas:
“Mi carga es demasiado pesada”.
Luz: “El Señor
llevará mis cargas”.
“Bendito
el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salvación”. (Salmos 68:19)
• Tinieblas:
“Tengo miedo de estar entre la gente”.
Luz: “El Señor me
dará la fortaleza para estar con la gente”.
“Jehová
es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida;
¿de quién he de atemorizarme?” (Salmos 27:1)
• Tinieblas:
“Mi confianza está por los suelos”.
Luz: “El Señor me
ayudará a levantarme”.
“A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque
está a mi diestra, no seré conmovido”. (Salmos 16:8)
#2 La
voluntad
La voluntad de la gente que ha sufrido una
depresión prolongada se ve paralizada y siente que la vida le ha quitado toda
capacidad de elección. Se siente atada en medio de una tormenta sin poder tomar
decisiones. Pero eso está lejos de la verdad. Ciertamente la vida está llena de
desánimo inevitable, pero sí puede evitar
que su mente se inunde de desánimo. Esa es una decisión que usted debe tomar,
es un acto de la voluntad.
Después de una tormenta inicial, puede decidir
quedarse en la cama, postergar sus actividades y confiar en usted mismo para sentirse mejor, o puede decidir
colocarse bajo el paraguas de Dios para su protección y confiar en él. Jesús dijo: “No
se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí” (Juan 14:1). Usted puede decidir confiar al Señor
su vida, él es digno de toda nuestra
confianza.
Aunque no tenga ganas de hacerlo…
• Escuche música que lo eleve e inspire.
• Procure vivir en un ambiente
radiante y lleno de gozo.
• Mantenga un ambiente limpio y
ordenado.
• Limpie su casa de objetos que se
asocien con actividades demoníacas o de ocultismo.
• Resista la tentación de pasar mucho
tiempo en el teléfono, lo cual le impide lograr lo que tiene que hacer.
• Evite pasar mucho tiempo viendo la
televisión.
• Escriba notas de gratitud y ánimo
para los demás.
• Propóngase metas pequeñas y
alcanzables todos los días.
• Busque algo qué hacer por alguien
cada día y experimentará la verdad de Dios que dice: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos
20:35).
“Hijo
mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo, y serán
vida a tu alma, y gracia a tu cuello”.
(Proverbios
3:21–22)
Ejemplo bíblico:
Cuando el Rey Saúl necesitaba alivio de su
atribulado corazón, David tocaba su arpa.
“Y
cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa
y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se
apartaba de él”.
(1
Samuel 16:23)
#3 Las
emociones
A menudo la gente que se deprime tiene
dificultades al expresar sus sentimientos de manera saludable. Una causa común
de la depresión son los sentimientos que se han albergado como resultado de una
pérdida o de los dolores del pasado. Los sentimientos que se ignoran o se
niegan no se resuelven. Están enterrados vivos dentro de su alma, donde se
fermentan y crean una infección que envenena todo el cuerpo. Es por ello que es
vital enfrentar sus sentimientos.
Lleve su dolor y heridas, su ansiedad e ira, su
temor y frustración a los pies de Jesús. Derrame su corazón delante de él y
reciba su consuelo. Solamente él entiende la profundidad de su dolor. La Biblia
dice:
“Porque
no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
(Hebreos
4:15–16)
Pregunta:“¿Qué es la depresión por aniversario?”
Respuesta: La depresión por aniversario es una depresión anual que es recurrente y
se relaciona con el aniversario de un evento traumático. Esa reacción involuntaria y emocional se
dispara por los recuerdos dolorosos y dura un tiempo corto.
• Ejemplos:
—Muchas mujeres caen en depresión cada año
en el aniversario de un aborto que hayan tenido o en el aniversario de la fecha
cuando dieron a su hijo en adopción.
—Algunas viudas y viudos pueden
experimentar la depresión por aniversario cerca de la fecha de la muerte de su
cónyuge.
La Biblia dice que en ocasiones nos enredamos en
el dolor del pasado, pero también ofrece esperanza para salir de sus redes.
Podemos decidir cambiar de enfoque.
“Acuérdate
de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; lo tendré aún en
memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí; esto recapacitaré en mi
corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido
consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:19–23).
Cómo enfrentar
la depresión por aniversario
• Entienda que la causa de la depresión es la
pérdida que experimentó en el pasado y que no es inusual que la sienta.
• Reconozca sus emociones. Escriba todos los
recuerdos dolorosos y procéselos con alguien que le pueda ayudar y en quién
pueda confiar.
• Entregue su dolor al Señor y reciba su
consuelo y sanidad.
“Señor, tú conoces el dolor que he
sufrido por causa de (haga una lista de sus heridas, fracasos y las personas
que lo provocaron; sea muy específico). Entrego este dolor en tus manos. Libra
mi alma y espíritu. Gracias por querer sanarme y hacerme una persona sana. En
tu santo nombre. Amén”.
“Cercano
está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”
(Salmos
34:18)
• Anticípese a cualquier aniversario que se
acerque y planifique de antemano qué hacer para contrarrestar la posible
depresión. Por ejemplo, planifique un viaje con alguien más u organice un
evento social para que no tenga que estar solo y su mente se enfoque en otra
cosa que no sea el evento doloroso del pasado.
• Convierta esa fecha de aniversario en una
ocasión que produzca recuerdos nuevos y positivos al servir a otras personas en
maneras significativas.
“Más
bienaventurado es dar que recibir”
(Hechos
20:35).
El espíritu
La seguridad y fortaleza de todo creyente es la
presencia constante y diaria del Espíritu Santo. Zacarías
4:6 dice que Dios planea que seamos más que vencedores… “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi
Espíritu”. Puesto que Dios mora literalmente en usted, usted puede vivir en
dependencia de él para todo.
Aun en medio de las profundidades de su tristeza y
en las tinieblas de la depresión, Dios está a favor suyo, pues su Espíritu mora
dentro de usted. Cuando usted llora por las noches, él ve toda lágrima y abraza
su alma como una madre abraza a su hijito cerca de su corazón. Aunque no lo vea
con sus ojos físicos, ni lo sienta con su sentido del tacto, puede verlo con
los ojos espirituales y puede experimentar su gozo y la “paz que sobrepasa todo
entendimiento”. Él promete darle esperanza para el corazón. Para vencer la
depresión, vea hacia adentro, no a sí mismo, sino a él, quien es el Dios de
toda esperanza.
“Y
el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis
en esperanza por el poder del Espíritu Santo”.
(Romanos
15:13)
E. Aprenda a vencer la depresión
Cuando las tinieblas llegan a nuestra vida,
podemos sentirnos consumidos por la situación que provoca la oscuridad. Durante
esos tiempos nos es difícil ver todo lo que Dios quiere veamos. Durante esos
días estamos cegados por las tinieblas y no debemos confiar en nuestra
perspectiva de las cosas. En vez de ello debemos ver la vida desde la
perspectiva divina. Y la única manera de tener ese punto de vista es
confrontando nuestras pérdidas, ofreciendo nuestros corazones a Dios y
permitiéndole alumbrar nuestras vidas con su luz.
“¿Quién
hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en
tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su
Dios”.
(Isaías
50:10)
Confronte cualquier pérdida en su vida y permítase llorar y ser sanado.
La Biblia dice:
“[Hay]
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar” (Eclesiastés 3:4).
Ofrezca su corazón a Dios para que lo limpie después de confesar sus
pecados.
La Biblia dice:
“Si
decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no
está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:8–9)
Alimente los pensamientos que se centran en el gran amor de Dios por usted.
El Señor dice:
“Con
amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. (Jeremías 31:3)
Deje de pensar y hablar negativamente.
La Biblia dice:
“Por
lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8)
Entienda los propósitos eternos de Dios al permitir las pérdidas y el
dolor.
La Biblia dice:
“Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados”. (Romanos
8:28)
Cambie su dolor e ira por la acción de gracias. (Decida dar gracias, aunque
no tenga ganas de hacerlo).
La Biblia dice:
“Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús”. (1 Tesalonicenses 5:18)
Recuerde que Dios es soberano sobre su vida y promete darle esperanza para
el futuro.
La Biblia dice:
“Porque
tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud”. (Salmos 71:5)
Pregunta: “¿Es siempre correcto perdonar? Alguien
de mi entera confianza me lastimó. Ahora estoy siempre de “mal humor” por tanto
daño que me hicieron. “¡No puedo soltar a esa persona del gancho emocional!”
Respuesta: Puesto que nuestra manera de pensar afecta nuestros sentimientos, si está
albergando falta de perdón en su corazón hacia alguien, quizá esté
experimentando cierta depresión como resultado de no perdonar y no soltar los
pensamientos y sentimientos negativos. Ciertamente no es fácil perdonar a
alguien que nos ha lastimado, pero es lo correcto y lo que debemos hacer. Es lo
que abre la puerta que Dios ha hecho para llevarnos hacia la libertad emocional
y espiritual. La Biblia dice:
“soportándoos
unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”. (Colosenses 3:13)
Imagínese un gancho colgado a su cuello. Luego
imagine que pegado al gancho está su ofensor y el dolor que éste le provocó. ¿Realmente quisiera llevar a esa persona y
todo ese dolor atados a usted por el resto de su vida?
El Señor quiere que suelte el enojo y el dolor que
éste le causó en el pasado y que lo deje en sus manos. El quiere que lo libere de su gancho emocional y lo coloque en el de
él. Él sabe cómo tratar con la gente que lo ha lastimado. El dice:
“Mía
es la venganza, yo pagaré”. (Romanos 12:19)
Oración de
perdón al ofensor
“Señor Jesús, gracias porque te
interesas en las heridas que he recibido. Tú conoces el dolor que he sentido
por causa de (haga una lista de todas las ofensas). En este momento dejo todo
ese dolor en tus manos. Gracias, Señor, porque moriste por mí en la cruz y porque
me extendiste tu perdón. Como un acto de mi voluntad, decido perdonar a
(escriba el nombre). En este momento lo libero de mi gancho emocional y lo
coloco en el tuyo. Rechazo cualquier idea de venganza. Confío que en tu tiempo
y según tus planes tratarás con esa persona como consideres conveniente. Y
Señor, gracias por darme tu poder para perdonar para que yo pueda ser libre. En
tu precioso nombre. Amén”.
F. Descubra el propósito de Dios para la depresión
Dios tiene un propósito para todas las cosas que
suceden en su vida. Aún los momentos de dolor son útiles en las manos de Dios.
La depresión puede aumentar su reconocimiento de Dios y profundizar su
dependencia de él. Puede así entender su singular diseño para su vida antes,
durante y después de las pruebas. Recuerde, así como una tormenta refresca la
tierra seca y árida para dar paso a flores hermosas y nueva vida durante la
primavera, así las tormentas que vienen a su vida pueden revitalizar su
relación con Dios y producir mayor fruto del Espíritu en su vida.
“Todo
pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto… En esto es glorificado mi Padre, en que
llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”.
(Juan
15:2, 8)
• Fue diseñada por Dios para avisarle
de que algo anda mal
“Antes
que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra”. (Salmos 119:67)
• Fue diseñada por Dios para hacer que
usted se detenga y reflexione en su interior
“Por
tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”. (2 Corintios 4:16)
• Fue diseñada por Dios para revelarle
sus debilidades
“Y
me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo”. (2 Corintios
12:9)
• Fue diseñada por Dios para atraerlo
hacia sí mismo
“Acerquémonos
con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”. (Hebreos 10:22)
• Fue diseñada por Dios para que usted
confíe en él
“¿Por
qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”. (Salmos 43:5)
• Fue diseñada por Dios como proceso
sanador de las emociones heridas.
“Sáname,
oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza”. (Jeremías 17:14)
• Fue diseñada por Dios para madurar y
ser perseverantes
“Tened
por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que
seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. (Santiago 1:2–4)
• Diseñada por Dios para hacer que su
vida tenga más valor.
“¿No
se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está
olvidado delante de Dios”. (Lucas 12:6–7)
• Diseñada por Dios para que usted
confíe en los recursos que él tiene
“Como
todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por
su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria
y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia”. (2 Pedro 1:3–4)
• Diseñada por Dios para aumentar su
compasión y comprensión por otros
“Padre
de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas
nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que
están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros
somos consolados por Dios”. (2 Corintios 1:3–4)
G. Qué hacer y qué no hacer con la familia y los
amigos
Reconozca que hay poder en lo que dice. Si expresa
bondad, puede ser un instrumento de esperanza para ayudar a cambiar el ánimo de
aquel que está deprimido.
“La
congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra”.
(Proverbios
12:25)
• No diga: |
“No deberías sentirte así”. |
Diga: |
“Estoy interesado en lo que estás atravesando”. |
|
—Pregunte: “¿Quieres compartir tus sentimientos conmigo?” |
|
—Diga: “Si quieres hablar, aquí estoy”. |
|
“Como aguas profundas es
el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido lo alcanzará”. (Proverbios 20:5) |
• No diga: |
“¡Deberías comer! Piensa en todos los niños de África que se mueren de
hambre”. |
Diga: |
“Aunque no tengas hambre, necesitamos comer. Un carro necesita gasolina
para circular, así que ambos necesitamos de comida para tener energía”. |
|
—Llévele comida nutritiva a su casa. |
|
—Invítelo a comer o quizás a hacer un día de campo. |
|
—Anímele a tener hábitos saludables de alimentación. (No a la comida
chatarra, no tomar demasiada azúcar, el azúcar eleva el ánimo temporalmente,
luego el azúcar en la sangre desciende y crea adicción). La Biblia dice que
debemos tener: |
|
“Las viandas para el
vientre”. (1 Corintios 6:13) |
• No diga: |
“Debes dejar de tomar esa medicina”. |
Diga: |
“No todas las medicinas tienen el mismo efecto en todas las personas. Te
voy a acompañar a una consulta con el doctor para que él confirme que esta
medicina te está haciendo bien”. |
|
—Hable con un buen doctor que se especialice en la depresión. |
|
—No tenga temor de pedir una segunda opinión. |
|
“Los pensamientos son
frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se
afirman”. (Proverbios 15:22) |
• No diga: |
“Necesitas orar más”. |
Diga: |
“Estoy orando por ti, y lo seguiré haciendo”. |
|
—Ore con él, y dígale que está
orando por él. |
|
—Pregunte específicamente: “¿Cómo puedo orar por ti hoy?” |
|
“Así que, lejos sea de mí
que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros”. (1 Samuel 12:23) |
• No diga: |
“¡Necesitas leer más la Biblia!” |
Diga: |
“Hay muchos pasajes en la Biblia que me han ayudado a tener esperanza y
los escribí para compartírtelos. ¿Te los puedo leer ahora?” |
|
—Déle pasajes bíblicos llenos de esperanza para que lea tres veces al
día: al levantarse, al medio día y a la hora de irse a acostar. (Jeremías 29:11; Salmos
130:5) |
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—Ayúdele a memorizar textos bíblicos (Filipenses
4:6–8; 4:13, 19) |
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“Pero clamaron a Jehová en
su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, y
los libró de su ruina”. (Salmos 107:19–20) |
• No diga: |
“Deberías involucrarte en una iglesia”. |
Diga: |
“He estado asistiendo a una iglesia donde he aprendido cuán significativa
puede ser la vida. Me gustaría que me acompañaras el próximo domingo y
después podríamos ir a comer juntos”. |
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—Invítelo a asistir a la iglesia con usted. |
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—Involúcrelo en un estudio bíblico pequeño. |
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“No dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos”. (Hebreos 10:25) |
• No diga: |
“¡Sal de esto! ¡Ya recupérate!” |
Diga: |
“Voy a estar a tu lado y vamos a atravesar esto juntos”. |
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—Admita que: “No sé todo lo que quisiera, pero quiero ser de ayuda para
ti”. |
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—Diga: “Si no puedes aferrarte a Dios, aférrate a mí porque yo estoy
aferrado a él”. |
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“El hombre que tiene
amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano”. (Proverbios 18:24) |
H. ¿Cómo puede ayudar?
Si tiene seres queridos que están deprimidos usted
querrá hacer algo a su favor que haga la diferencia, pero la pregunta es ¿qué
puede hacer? Lo más importante es no los evite. Halle maneras de
mostrar su interés, algo como planificar una actividad divertida con ellos,
leerles, ejercitar con ellos (caminar, trotar, nadar). Invítelos a actividades
al aire libre o a salir a hacer mandados con usted. La tendencia es a retraerse
y aislarse, así que ayúdeles a involucrarse
en diversas actividades, que no sea tan sólo un espectador… Quizás le pueda
ayudar a encontrar un pasatiempo. Reconozca que quizá usted sea su única esperanza—y
necesitan seguir “conectados” con alguien. Haga con los demás lo que a usted le
gustaría que hicieran con usted si estuviera luchando con la depresión.
“Y
como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con
ellos”.
(Lucas
6:31)
• Aprenda todo lo que pueda acerca de la
depresión—lea libros, vea videos, asista a seminarios.
“Aplica
tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría”. (Proverbios 23:12)
• Si le preocupa que alguien tenga
pensamientos suicidas, pregúntele: “¿Has pensado hacerte daño o quitarte la
vida?” Quizá se enoje, pero es mejor tener un amigo enojado que uno muerto
“La
muerte y la vida están en poder de la lengua”. (Proverbios
18:21)
• Tome con seriedad toda amenaza de suicidio
o de lastimarse a sí mismo—el 15 por ciento de los que padecen depresión se
suicidarán.
“Aguas
profundas son las palabras de la boca del hombre”. (Proverbios
18:4)
• Sea un compañero responsable: Te acompaño
en esta situación, no te abandonaré”.
“Mejores
son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”. (Eclesiastés 4:9)
• Busque el diálogo periódicamente, haga
llamadas telefónicas frecuentes y tenga contacto deliberado en ellos.
“El
sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber”.
(Proverbios 16:21)
• Escúchelo cuando habla de su dolor,
escucharlo le afirma que es importante.
“Todo
hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”. (Santiago 1:19)
• Hable acerca de la depresión, hablar de
ella puede ayudar a quitar el estigma de la depresión.
“Manzana
de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”. (Proverbios 25:11)
• Anímelo con palabras sinceras y de manera
frecuente.
“Animaos
unos a otros, y edificaos unos a otros”. (1
Tesalonicenses 5:11)
• Reconozca el poder del contacto físico, una
mano en el hombro y un abrazo o beso oportuno.
“Saludaos
unos a otros con ósculo de amor”. (1 Pedro 5:14)
• Escuche música de alabanza que inspire y
eleve su espíritu, la música es terapéutica.
“Hablando
entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales”. (Efesios 5:19)
• Contagie una sonrisa, envíe tarjetas
divertidas, videos, películas y comparta con otras personas.
“El
corazón alegre constituye buen remedio”. (Proverbios
17:22)
• Provea “terapia nutricional”. Por ejemplo,
las vitaminas B-6 y E, el calcio, magnesio, y ácido fólico ayudan a combatir la
depresión. Consulte a su médico.
“[Dios
hizo la] hoja para medicina”. (Ezequiel 47:12)
• Ayúdele a trazarse metas diarias que
requieren un esfuerzo mínimo y supervise sus logros de manera regular.
“El
alma de los diligentes será prosperada”. (Proverbios
13:4)
• Pida ayuda a otros familiares y amistades y
sea específico en cuanto a su preocupación.
“Sobrellevad
los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”. (Gálatas 6:2)
Puede preguntarse: “¿Cómo puede un Dios bueno y
amoroso permitir una tragedia como la que sobrevino a los cinco hijos de la
familia Yates?” Nunca lo entenderemos, pero sí podemos saber que…
“Antes
si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; porque
no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres”.
(Lamentaciones
3:32–33)
I. Cómo encontrar esperanza en medio de la
desesperanza
Cuando estamos atribulados… cuando no vale la pena
vivir… cuando la esperanza nos evade, ¿qué necesitamos saber? Necesitamos saber
quién es el que puede llevar sus cargas,
es decir, al Señor Jesús. Él quiere ser el pastor de su alma. Su consuelo
compasivo está al alcance de quienes han perdido toda esperanza. Él dice:
“Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
(Mateo
11:28)
Cuando está cansado, ¿cómo puede recibir ese
descanso en su alma? Conozca estas cuatro verdades que lo liberarán.
Esperanza #1
Dios ofrece una solución real para sus
problemas.
Cuando no sabe cómo solucionar un problema, puede
sentirse frustrado porque no sabe qué rumbo seguir. Por ejemplo, si su reloj
deja de funcionar, podría tener una sensación de incertidumbre porque no sabe
cómo arreglarlo. Pero un maestro relojero sabrá cómo hacerlo. El Creador del
universo y de todo lo que existe, el que lo creó a usted y todo su cuerpo, sabe
cómo arreglar lo que no funciona, aunque usted no lo sepa. Él le guiará en el
camino por el que debe andar.
“Fíate
de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo
en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.
(Proverbios
3:5–6)
Esperanza #2
Dios lo ama con amor incondicional.
Dios lo ama con amor ágape. Agape es la palabra griega que significa que Dios tiene “un
compromiso de buscar su mayor bien independientemente de lo que usted haga o
deje de hacer”. El Señor dice:
“Con
amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
(Jeremías
31:3)
Esperanza #3
Dios ofrece la solución para sus pecados.
La Biblia dice que el pecado nos separa de Dios.
Pero Jesús no quiere que estemos alejados de él. Él desea tener una relación
significativa con usted. Jesús es Dios que tomó forma humana y vino a la tierra,
vivió sin pecado y decidió pagar la pena de nuestros pecados. Fue crucificado
en la cruz y su sangre fue el pago para saldar nuestra deuda por nuestros
pecados. Hoy puede recibir su perdón cuando con humildad de corazón confiesa
sus pecados y confía en Jesucristo como su Señor y Salvador personal.
“Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad”.
(1
Juan 1:9)
Esperanza #4
Dios le ofrece la paz permanente a través
de una relación con Jesús que le cambiará la vida.
La palabra Señor
significa “maestro, regidor, dueño”. ¿Está dispuesto a confiar su vida en las
manos del Señor Jesucristo, sabiendo que él es totalmente confiable para hacer
siempre lo que es mejor para usted? Jesús demostró un amor incondicional por
usted. Murió en la cruz y pagó por la deuda que usted debía. Ese es amor real…
¡amor sacrificial!
Puede creer y confiar en que Jesús le dé sentido a
su vida, y que él le enseñará su verdad y le mostrará el camino. Él dijo:
“Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
(Juan
14:6)
Usted puede entablar una relación personal con
Cristo ahora mismo si hace una oración como esta:
“Dios, quiero tener paz en mi vida. Por
eso te necesito. Gracias Jesús por morir en la cruz para pagar por mis pecados.
Reconozco que he pecado. Por favor, perdona mis pecados y ven a mi vida y sé mi
Señor y Salvador. Te doy el control de mi vida. Hazme la persona que tú quieres
que yo sea. En tu precioso nombre. Amén”.
Una perspectiva
positiva de la depresión
El famoso pastor inglés Charles Haddon Spurgeon (a
quien se le conoció como el gran predicador del siglo diecinueve) hizo una
reflexión sincera de su propia depresión. De esa descripción podemos tener una
mejor perspectiva de la depresión.
Los tiempos que más favorecen la depresión, según
mi propia experiencia, pueden resumirse en una breve lista. Primeramente se
debe mencionar la hora de gran éxito. Cuando finalmente un deseo que se ha tenido
por mucho tiempo se cumple, cuando Dios ha sido glorificado en gran manera en
nuestras vidas y obtenemos un gran logro, ahí es cuando estamos susceptibles a
desmayar…
Antes de un gran logro, también es común cierto grado de la
misma depresión. Cuando enfrentamos las dificultades que se nos presentan,
nuestros corazones se hunden.… Esta depresión me sobreviene cuando el Señor
está preparando una gran bendición para mi ministerio…
En medio de una larga e ininterrumpida
jornada de trabajo, la misma aflicción puede aparecer. Un arco no siempre puede doblarse
sin el temor de que se rompa. Es necesario descansar la mente de la misma
manera que dormir es vital para el cuerpo…
Este mal también nos sobrecogerá sin saber
por qué, y es mucho
más difícil deshacerse de ella. No debemos tratar de razonar ante una depresión
sin causa… Si los que se burlan de tal melancolía pudieran sentir el dolor tan
sólo por una hora, su risa se convertiría en compasión. Si preguntáramos por
qué los siervos del rey Jesús deben atravesar tan frecuentemente por el valle
de la sombra de la muerte, no sería difícil encontrar la respuesta. Todo esto
es parte de la forma en que el Señor trabaja para hacernos mejores, lo que se
puede resumir en las siguientes palabras: “No
con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu”… El cielo estará lleno
de mayor gozo porque hemos sido ejercitados en la angustia en la tierra, y la
tierra será mejor por nuestro entrenamiento en la escuela de la adversidad.
Cuando su corazón está presionado hasta el suelo y
se deprime por el sólo hecho de estar vivo, permita que su depresión lo
presione más hacia el Señor… Deje que él lo lleve hacia la luz.
“Que
estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”.
(2 Corintios 4:8–9)